Política
Los intendentes enfrentan un alto grado de incertidumbre sobre lo que vendrá producto de una temporada floja. Por qué la estrella del verano en la playa fue la heladerita y lo prohibitivo de viajar en colectivo
Por: Bruno Lazzaro
15 de febrero de 2024
La temporada de verano está cerca de llegar a su fin. Y los jefes comunales de los municipios bonaerenses de la Costa Atlántica están preocupados. Los motivos son claros: una baja en la ocupación con respecto a los últimos años y un fuerte derrumbe en el consumo.
Quien lo deja más en evidencia es el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, quien en diálogo con El Editor asegura que "la estrella de la temporada fue la heladerita".
La imagen es contundente. Con los bolsillos deshilachados producto de la suba en tarifas, prepaga, transporte y alimentos, entre otras cosas, los turistas eligieron modificar la dinámica habitual y generar un ahorro en el consumo local. Con un profundo desplome en el gasto en los comercios.
Tras un enero por debajo de la media, los jefes comunales esperaban compensar un flojo febrero con el fin de semana largo de Carnaval. Pero no fue el caso. Pese a una buena ocupación hotelera, la incertidumbre por lo que vendrá, crece.
El alcalde de Mar Chiquita, Walter Wischnivetzky, lo confirma. "El impacto es notorio, la principal industria de nuestra costa es la turística y los ingresos que no se obtuvieron durante la temporada no se recuperan más. Está realidad se va a sentir aún más durante el año, ya que en nuestra comunidad todas las personas que obtienen ingresos del turismo lo traducen en consumo en la misma localidad".
Y analiza la situación actual. "El aceleramiento inflacionario en general y la liberación de precios en el combustible y transporte en forma desmedida privaron a muchas familias del derecho a vacacionar".
Wischnivivetzky, además, considera que "sin dudas cambió la modalidad para vacacionar. La tendencia fue de menor cantidad de noches de alojamiento y menor nivel de consumo, pese al esfuerzo de nuestros comerciantes de ofrecer precios razonables con muy buenos servicios".
Sobre esto mismo, el jefe comunal de General Alvarado, Sebastián Ianantuony, también le explica a este medio que "se está notando una adecuación en los hábitos de consumo. Por un lado, en términos de hotelería, se está viendo que son menos días de estadía y una baja en el rango de hoteles. Incluso quienes pasaron a utilizar los campings"
Sin embargo, el dato más llamativo para el intendente del Frente Renovador se dio en la gastronomía. "La gente elige opciones populares con un alto grado de fragmentación, donde está funcionando muy bien lo popular. El supermercado se impuso ante el restaurante. Hoy la gastronomía se vive como una experiencia".
Desde Monte Hermoso, Hernán Arranz, también le cuenta su experiencia a El Editor. Y sostiene que el fin de semana de Carnaval "sirvió para levantar el promedio de la quincena de febrero, pero seguimos con números por debajo con respecto al año anterior".
Y añade que "pudimos notar esta temporada un cambio en el tiempo de estadía, que se redujo a 4,5 en promedio y también una decisión menos programada y más sobre la marcha a la hora de salir de vacaciones. Muchas reservas sobre el fin de semana. Aumentó el porcentaje con respecto a casa propia o alquiler, y bajó la hotelería".
Colectivo para pocos
Tras el anuncio de la quita de subsidios al transporte, los jefes comunales de todo el país expresaron su disconformidad más allá de las diferencias ideológicas.
Desde el PRO hasta el PJ pasando por la UCR y los vecinalistas, los intendentes elevaron su preocupación. Y algunos, incluso, se plantaron fuerte.
En distritos como Mar de Plata hoy se habla de un colectivo a casi 800 pesos. El equivalente a más de 40 mil pesos mensuales para un trabajador que va y viene en el día a su empleo.
Con una baja en el consumo local pos temporada y el aumento en el valor del boleto, los intendentes expresaron su disconformidad. "Las subas del boleto generan un perjuicio económico muy grande. Por ejemplo, para quien viaja a Mar del Plata por trabajo o estudio, tomándose un solo colectivo, el valor mensual equivale aproximadamente a un 25% de un salario mínimo vital y móvil", dice Wischnivetzky.
Barrera, profundiza. "Corremos riesgos serios de quedarnos sin transporte. Ya venimos subvencionando parte del boleto a la empresa, pero si sacan el fondo compensador, los boletos de los estudiantes que antes estaban subsidiados por ese fondo, no van a estar. ¿Y quién lo va a pagar? No sé hasta cuándo podemos sostener esto. La situación es compleja".
Y suma que "la suba que va a haber del boleto del colectivo no la va a poder absorber la patronal. Y el trabajador va a tener que dedicar parte de su sueldo a pagar un transporte que realmente va a ser muy complicado".
En la misma línea, Ianantuony dice que "es una problemática que está muy en la agenda de la gente. Nosotros tenemos una afluencia muy importante con Mar del Plata, por cuestiones de estudios de nivel superior, salud o trabajo. Hay mucha gente que está resignando su atención porque no puede pagar el boleto o si le conviene o no seguir trabajando por lo que cuesta el boleto porque hoy viajar de General Alvarado a Mar del Plata se está volviendo absolutamente prohibitivo".
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Fue guerrillero, vivió en la clandestinidad y llegó a ser presidente: la vida austera y política de Pepe Mujica lo convirtió en un referente mundial.