Desde el retorno de la democracia a esta parte hubo un solo momento de representación política en que la Nación y la provincia de Buenos Aires no estuvieron alineados. Fue en 1999, cuando Fernando De la Rúa se convirtió en presidente como parte de la Alianza y Carlos Ruckauf asumió como gobernador a través del PJ. Lo que siguió es historia.

El balotaje de este domingo define, en lo que refiere a la vida de los bonaerenses, el margen de maniobra que tendrá por delante el gobernador Axel Kicillof para poder llevar adelante la transformación que ya inició en el territorio y para la que necesita de un Estado nacional presente.

Está claro que el resultado nacional tendrá un impacto directo en una provincia que, en la mayor parte de su historia, siempre fue administrada por un mismo color político que el de la Nación. Algo que, en los hechos, otorga un grado de mayor gobernabilidad.

Con Sergio Massa al frente, Kicillof tendrá la posibilidad de dirigir los destinos del territorio bonaerense no solo con la ayuda del gobierno nacional sino también dentro de una misma idea (con matices) en torno a lo que refiere a las políticas generales.

Por otro lado, el gobernador también podría sufrir algunas bajas en el gabinete como la del ministro de Transporte, Jorge D' Onofrio, y algunos legisladores bien cercanos al líder del Frente Renovador.

Con Milei, Kicillof se verá más limitado. Por un lado, por el simple hecho de contar con un eventual presidente que no cree en un Estado presente. Pero, también, porque recaerá sobre su espalda la referencia del PJ. En otras palabras, será el líder de un territorio que funcionará como un búnker político partidario para los caídos en el combate nacional.

Movimientos legislativos

Lo cierto es que la victoria de uno u otro también tendrá su impacto directo en la Legislatura bonaerense. Según pudo saber El Editor, los bloques actuales sufrirán cambios. Y desde el radicalismo son contundentes al respecto. "Si gana Milei, el PRO va a querer armar algo con ellos, pero nosotros no seremos parte de eso", le cuenta un legislador radical a este medio.

Y agrega, a modo de lectura que, aclara, es personal, "nosotros tendremos nuestro bloque propio y según cómo se dé el resultado del domingo comulgaremos más con unos u otros". El mensaje es claro en favor de una ruptura de Juntos por el Cambio. Al menos en cómo funciona hasta hoy en la Legislatura.

Sin embargo, el movimiento del PRO también podría darse a partir de una victoria de Massa con el fin de armar una oposición más dura. Desde adentro del partido amarillo aseguran que "el radicalismo viene jugando como si fuera neutral, pero el resultado de octubre ya demostró cómo se posicionaron y que hay ciertos puntos en los que son funcionales al kirchnerismo".

Una provincia bifrentista

A partir del 10 de diciembre, Kicillof reasumirá en su rol de gobernador con la responsabilidad de generar los recursos necesarios para el desarrollo de los 135 municipios que componen la provincia. Con una particularidad: al igual que hasta hoy, el mandatario dialogará con jefes comunales de Unión por la Patria y de Juntos por el Cambio, además de cuatro vecinalistas.

La Libertad Avanza no tendrá un solo municipio a su favor por lo que, en caso de llegar al poder, Milei no contará con el respaldo territorial de ninguna gestión propia. Algo que nunca se dio en la historia del país ni de la provincia.

Para colmo, desde el propio radicalismo dejan en claro que "los municipios funcionan con la propia lógica de cada intendente. Ahí no funciona la necesidad de generar acuerdos como en la Legislatura por lo que nadie se va a sacar el traje de Juntos".

Pero todo quedará "sujeto a lo que se decida a nivel nacional. Hoy nadie mira más allá del domingo", agrega la misma fuente.

Alineado

Con este marco de fondo, el gobernador Axel Kicillof llevó adelante en las últimas semanas encuentros regionales con los intendentes de las diferentes secciones que componen la provincia y con los jefes comunales electos de cara al balotaje.

En los últimos días, los intendentes pusieron el cuerpo para salir a militar en favor de lo que ya avisó el mandatario: "La Provincia no se salva sola". Y en esa línea se movieron por todo el territorio.

Kicillof es consciente que no es factible el desarrollo de su gestión si la Provincia y Nación no están alineadas. Y desde su entorno lo dejan en claro: "Es una escenario de explosión porque si hace lo que dice va a asfixiar y desfinanciarnos a todas las provincias". Es por esto que el gobernador fue claro cuando señaló la importancia de tener un presidente que comprenda las inversiones, las obras y el acompañamiento que requiere el territorio bonaerense.