Cambio climático: la ONU alertó sobre una "catástrofe mundial"

En relación al cambio climático, la organización mundial criticó la falta de compromiso por parte de los países involucrados.

31 de octubre de 2022

La Organización para las Naciones Unidas (ONU) advirtió este viernes la necesidad de un cambio global, con el fin de mantener el calentamiento global en 1,5 °C. Lo hizo a través del Programa de la Organización de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y también alertó sobre un aumento de 2,8 grados Celsius. La información surgió previo a la Conferencia de las Partes (COP) de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27), que se llevará a cabo del 6 al 18 de noviembre en Sharm El Sheikh, Egipto.

En este sentido, la directora ejecutiva de PNUMA, Inger Andersen sentenció: "La naturaleza nos ha estado diciendo todo el año- a través de inundaciones mortales, tormentas e incendios violentos- que tenemos que dejar de llenar nuestra atmósfera con gases de efecto invernadero y dejar de hacerlo rápido".

Según la organización internacional, las políticas actuales están lejos de cumplir los objetivos planteados en el Acuerdo de París de 2015. Junto a la comunidad internacional, allí se estableció la urgencia de limitar el aumento de la temperatura global a menos de dos grados, preferiblemente a 1,5. Sin embargo, "ni el nivel de 2,6 °C ni el de 2,8 °C cumpliría los objetivos de dicho acuerdo de contener el calentamiento "muy por debajo" de los 2 °C con respecto a los niveles preindustriales y, si es posible, de mantenerlo en 1,5 ºC", agregó el informe.

Falta de compromiso

Según PNUMA, el progreso en el recorte de emisiones de dióxido de carbono (CO2), acordado el año pasado en la ciudad escocesa de Glasglow, fue "lamentablemente insuficiente" y denunció que solo 24 países habían cumplido. El compromiso se había establecido en la COP26 del 2021, en Reino Unido, donde los firmantes se obligaron a revisar anualmente -y no cada cinco años- sus compromiso en materia de control de emisiones, llamados "contribución determinada a nivel nacional" (NDC).

El estudio analiza la diferencia entre la contaminación por CO2 emitida, según los planes de los países para una "descarbonización de sus economías". Allí se explica que para lograr llegar a 1,5 °C es sería necesaria la reducción de sus emisiones en un 45% respecto de los niveles actuales. Más aún, que deberían reducir las emisiones totales en un 5% para 2030. Estas contribuciones "dan una posibilidad de un 66% de limitar el calentamiento a unos 2,6 °C para finales de siglo", detalló el documento.

"Los compromisos de neutralidad de carbono no valen nada sin planes, políticas y acciones que los respalden", argumentó a su turno António Guterres, secretario general de la ONU, a modo de crítica ante la falta de acciones concretas para revertir el escenario de calentamiento mundial. Y agregó que el planeta "no puede permitirse más lavado de imagen verde". "Nos dirigimos hacia una catástrofe mundial", auguró.

Limitar las emisiones o cambiar el modelo

Quien también publicó un informe al respecto fue la Agencia Internacional de Energía (AIE), donde expuso que la crisis y la guerra en Ucrania podrían acelerar el proceso y la transición a energías más renovables. Según la AIE, en 2025 se alcanzará el pico de emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas a la energía. Esto sucederá tras el aumento de las inversiones en métodos más saludables, provocado por la "profunda reorientación" de los mercados energéticos.

"Se acerca el final de la edad de oro del gas, que ya duró una década", afirmó el director de AIE, Fatih Birol. También informó que la demanda de dicho recurso está disminuyendo "específicamente en las economías avanzadas". A su vez, decretó que las respuestas por parte de los gobiernos de todo el mundo indican un "punto de inflexión histórico", en donde estudian realizar cambios estructurales hacia las energías limpias. Y pidió "un mayor esfuerzo internacional" para reducir la "preocupante brecha" entre países ricos y pobres, en materia de inversión a energías bajas en carbono.

La AIE, basada en los compromisos asumidos por los gobiernos en materia de inversiones climáticas, precisó que las emisiones mundiales de dióxido de carbono llegarán a los 37.000 millones de toneladas para 2025 y caerían a 32.000 millones en 2050. Sin embargo, coincidió con la conclusión de PNUMA, donde se estipula que las acciones están "lejos de ser suficientes para evitar consecuencias climáticas severas".