"Siempre viví en la misma casa, en el mismo lugar", dijo e hizo referencia a María Eugenia Vidal, que adquirió un departamento en la "isla" de Recoleta y que, por el contrario de ser acusada de no poder comprarlo, no pesan las mismas estigmatizaciones respecto a sus procedencias políticas.

CFK lo sabe: parte de la persecución judicial que sufre se ancla en la necesidad de construir un sentido común en relación al kirchnerismo, algo que también ocurrió con el peronismo tiempo antes, vinculado a lo ilegal e ilegítimo. "Se gana con los votos", mencionó como al pasar. También lo sabe: que es la dirigenta, dentro del oficialismo, que por clamor popular e intención de voto mejor mide de cara al 2023, lo que sería la llegada de su tercer gobierno.

Desde su página oficial publicó un informe titulado "Las 20 mentiras de la causa Vialidad" en donde se encarga, punto por punto, de desmentir las narrativas que adquirieron peso mediático a la par de la causa. Volvió a incluir en su exposición las diferencias con Clarín y La Nación. Con un tono de advertencia histórica, habló del Partido Militar y aseguró que no existe desde ese momento otra formación política que actúe de tal manera como lo que ahora ocurre con el Poder Judicial en su contra.

"Este tribunal es un pelotón de fusilamiento", sostuvo. CFK rememora momentos pre-peronistas cuando dice que el último hecho parecido a lo que ocurrió con el intento de asesinato el pasado 1 de septiembre en las puertas de su casa no sucedía desde 1929, cuando intentaron balear al presidente Yrigoyen. Cree que la sentencia ya está escrita, pero no dejó de realizar un recorrido por tres políticas puntuales a las que atribuye la persecución que sufre: el pago de la deuda externa al FMI por parte de Néstor Kirchner, la recuperación de la Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones y de YPF. Tres momentos que definen a sus gobiernos y también a una concepción de país.