Sergio Massa anunció sus primeras medidas económicas, todas ellas alineadas bajo la renegociación con el Fondo Monetario Internacional, algo que reconoció respetará como acordó el saliente ministro Martin Guzmán.

Una de las metas que se propuso el tigrense es mantener el déficit fiscal de 2,5% del PBI acordado con el FMI. Para ello, junto a otras medidas se avanzará en un aumento de las tarifas de luz y gas para reducir los subsidios a la energía. El ministro promoverá "el ahorro por consumo" y se subsidiará hasta 400 kw de electricidad de demanda por mes.

La segunda medida es el congelamiento de ingresos de empleados en la planta del Estado, algo que ya había sido anunciado por Silvina Batakis cuando ocupó el cargo recientemente.

No se pedirán más adelantos transitorios al Banco Central en lo que resta del año. Massa aseguró que se financiará el gasto fiscal con recursos del Estado y deuda del sector privado.

El ministro anunció un régimen especial para la minería, agroindustria e hidrocarburos, es decir, para el petróleo y el gas. El objetivo es que este sector, estratégico en el ingreso de divisas, aumente su producción.

Se ampliará el llamado "dólar soja", que presentó el Banco Central la semana pasada y tiene como objetivo que el sector agroexportador liquide US$5000 millones en los próximos 60 días.

También se comenzó a negociar con bancos comerciales la posibilidad de que le giren dólares al Banco Central para fortalecer las reservas, una de las principales urgencias que tiene el sector económico.

A través de Guillermo Mitchell, titular de la Aduana, Massa anunció que se fortalecerán los controles en la facturación del comercio exterior.

El 15 de agosto comenzará una revisión de los planes sociales. La auditoría será realizada por universidades y Anses. Quien no cumpla, dejará de recibir el beneficio social.

También se anunció un bono para jubilados que cobren la mínima, hoy ubicada en $37.525, y una modificación en el índice de movilidad jubilatoria.