El 28 de mayo se busca visibilizar la necesidad del cuidado de la salud menstrual, y concientizar sobre los factores que influyen en ella, ya que no aplica solo a los tabúes sobre la menstruación, sino a la accesibilidad de productos e higiene.

En el mundo 800 millones de personas menstrúan, y 500 millones no acceden a condiciones apropiadas, instalaciones seguras y productos sanitarios. En América Latina 2 de cada 5 niñas faltan a clases durante sus períodos.

El término higiene menstrual se definió en 2012 por el Programa Conjunto OMS/ Unicef de Monitoreo del Abastecimiento del Agua, el Saneamiento y la Higiene. Implica que "las niñas y mujeres usan un material de gestión menstrual limpio para absorber o recoger la sangre menstrual, que puede ser cambiado en privado tan frecuentemente como sea necesario durante el período menstrual, usando jabón y agua para lavar su cuerpo según lo requieran, y tienen acceso a instalaciones seguras y convenientes para desechar los materiales de gestión menstrual utilizados."

Se vincula con el cumplimiento de derechos, porque estima "que las personas que menstrúan accedan a sus derechos a la educación, la recreación, el trabajo y la salud", como describe el manual de "Acceso a la gestión menstrual para más igualdad" del Ministerio de Economía argentino junto con Unicef.

En Argentina, 12 millones de personas menstrúan, y "los obstáculos en el acceso a productos de gestión menstrual (toallitas, tampones, copas u otros), así como los tabúes alrededor de la menstruación, tienen consecuencias en su salud, educación y bienestar".

Un problema es el trato de la salud menstrual como algo íntimo, vergonzoso, invisibilizando los inconvenientes que van en relación. En la niñez y adolescencia, la falta de información puede llevar a embarazos no deseados, la vergüenza puede afectar a la salud mental, los hábitos antihigiénicos pueden generar infecciones, y la ausencia a clases repercute en su educación.

En las personas adultas, influye en la desigualdad económica. Los productos necesarios son un costo, en la porción de población con menores ingresos, y mayor precarización. Describe el informe: "Con datos actualizados a enero 2022, el costo anual de menstruar se encuentra entre $4.028 y $5.135, dependiendo de si se utilizan toallitas o tampones."

La gestión menstrual saludable destaca que:

· Si hay dificultad en acceso a productos adecuados, puede determinar uso de elementos que perjudican la salud.

· La falta de oferta de productos, o difusión de alternativas, repercute en la posibilidad de elección de los mejores métodos según cada cuerpo.

· La inaccesibilidad a agua, jabón o sitios privados para el cambio de apósitos puede llevar a condiciones poco higiénicas, y provocar enfermedades.

· Los tabúes o desinformación, provoca desconocimiento del organismo, o no percibir problemas para tratarlos a tiempo.

Datos que indican la necesidad de visibilización sobre la salud menstrual, según la Primera encuesta de Gestión Menstrual de 2020:

· Casi la mitad manifestó haber dejado de ir a la escuela o a la facultad durante los días de su menstruación.

· el 22,3% dejó de cumplir con la jornada laboral en algún momento por estar menstruando.

· un 23% suele sentir incomodidad o vergüenza.

· el 57% obtiene la información sobre el tema en Internet o redes sociales, mientras solo el 10% la obtiene en la escuela.

Los productos más usados: "Tienen un impacto ambiental negativo. Las toallitas y tampones están compuestos en un 60% por pasta fluff (celulosa en copos), un material no biodegradable. Tanto su composición como su producción y utilización a gran escala contaminan e incentivan la deforestación".

La encuesta reporta que "Un 98% de las personas menstruantes encuestadas conocía las toallitas descartables y sólo un 40,4% conocía las alternativas reutilizables."

El manual "Gestión menstrual para más igualdad", menciona distintas políticas y medidas a trabajar para lograr mejoras:

- Quitar IVA a los PGM (productos de gestión menstrual)

- Políticas de reintegro a los PGM.

- Provisión gratuita de PGM.

- Apoyo a cooperativas que fabrican productos reutilizables.

- Formación pedagógica.

- Encuestas y relevamientos

- Campañas de concientización y sensibilización

- Infraestructura: espacios adecuados para gestionar la menstruación, baños, agua potable.

- Gestión menstrual sostenible para reducir el impacto ambiental.

- Promoción de la salud, y postas sanitarias

- Legislación en salud menstrual.