Dra Mabel Bianco: "En Argentina, el matrimonio infantil existe pero a nadie le importa"

Entrevista a la directora de la Fundación para el Estudio y la investigación de la Mujer (FEIM) sobre las miles de niñas que conviven con adultos en nuestro país. Las cinco provincias donde esto es más frecuente y una campaña denuncia esta situación, invisibilizada por el Estado y naturalizada por la sociedad.

25 de noviembre de 2022

El matrimonio o la unión convivencial de menores de edad suele parecer una realidad exótica, propia de países lejanos. Pero los datos del último censo nacional dicen otra cosa. En Argentina, casi 5% de las niñas menores vive con un adulto, lo que termina impactando no sólo en sus trayectorias escolares sino también en su salud, en su economía y hasta en sus chances de sobrevivir. Por algo la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que dar a luz antes de los 15 años cuadruplica las chances de tener complicaciones en el parto.

Según datos del último censo, "En Argentina son 132.398 chicas de entre 14 y 18 años que fueron madres. De las de menos de 14 años ni siquiera hay registro", precisa la doctora Mabel Bianco, médica y directora de la Fundación para el Estudio y la Investigación de la Mujer (FEIM), que acaba de sacar un informe sobre matrimonio y uniones en menores de edad en nuestro país.

El problema central en este caso es el nivel de invisibilización que existe al respecto. Es como si las uniones entre nenas y adultos no existieran, no al menos hasta que el parto de una menor de 11 años vuelve a poner la cuestión en el ojo de los medios.

Como explica Bianco, "En Argentina creíamos que no existían las uniones o matrimonios infantiles pero el estudio de FEIM permite acabar con ese mito: existen y son más frecuentes de lo que pensábamos. Denunciarlo nos obliga a buscar cómo evitar que las niñas sean obligadas a unirse".

Es por eso que la ong lanzó una acción multiplataforma (videos, spots en radio y posteos en redes sociales) para hablar de eso de lo que no se habla. Con datos actualizados, con el análisis pormenorizado de los impactos que tiene sobre una niña iniciar tan inoportunamente su vida en pareja o, peor todavía, su rol como madre.


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Cinco provincias al rojo vivo

¿Cuáles son las cinco provincias argentinas en las que el paisaje de las niñas madres se repite? Según el informe, "realizado con el apoyo del Fondo Fiduciario de ONU Mujeres para Acabar la Violencia contra las Mujeres, en Argentina las provincias de Chaco, Misiones, Buenos Aires, Santa Fe y Salta presentan los números más altos de niñas madres menores de 15 años que viven en matrimonio o convivencia".

"Y lo peor de todo es que en las cinco provincias más afectadas por esta situación no hay ni una sola acción para prevenir esto", dispara Bianco. "Justamente el estudio que estamos impulsando ahora es para probar algunas intervenciones basándonos en la experiencia que hay de otros países, de Asia Pacífico y de Africa. ¿Por qué? Porque en América Latina los casos están pero los estudios faltan", advierte.

"En Centroamérica lo que se hizo fue a través de la legislación, prohibiendo el casamiento de menores de dieciocho años. Pero, como siempre existen excepciones, a veces aunque la ley diga "Desde los dieciocho años", si los padres o el juez autorizan el casamiento se hace igual. De todos modos, aquí el problema son, más que los casamientos, las uniones porque en esos casos no hay ley que valga. Por eso importa y mucho la tarea de las escuelas", precisa la especialista.

Niñas, no madres

Estas uniones tempranas y a menudo forzadas por cuestiones culturales o socio económicas tienen múltiples impactos en la vida de esas chicas. Pero sin dudas, como explica el estudio, "Una de las principales consecuencias de las uniones o matrimonios infantiles es el embarazo a temprana edad. Si bien en la región se registró una disminución de los embarazos de las jóvenes mayores de 15 años, los casos en las menores de esa edad se mantuvieron estables durante los últimos años".

Para Bianco, el gran nudo crítico es la naturalización de lo que sucede. "En lugares como Misiones esto está naturalizado. En Formosa, por ejemplo, me decían que es habitual ver a nenas paseando con hombres de veinticinco o más años. Nadie le presta atención a eso. Es como la violencia: está tan naturalizada que nadie la toma como algo que merezca interés".


"El matrimonio infantil merece atención justamente por el impacto que tiene en la vida de esas niñas. Mucho más incluso que por el embarazo precoz o por la violencia, pensemos en que estas nenas dejan de estudiar, entran a trabajar y seguro van a ser más pobres que sus familias. Es algo que afecta para siempre toda su capacidad de decisión y eso es lo que nadie ve"

La campaña contra el matrimonio infantil en Argentina se llama Sí, ¿quiero? Y desde su mismo nombre lo que propone es discutir mucho de eso que se tiene como tradición, costumbre o cuestión propia de una cultura o de un lugar. ¿Por qué? En parte, porque sólo desnaturalizando la práctica de la convivencia entre niñas y varones que a menudo les llevan diez, veinte o más años podremos comenzar a ver a este fenómeno como lo que realmente es: una vulneración a todos y cada uno de sus derechos. Una injusticia invisible a la vista de todos.

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