Sociedad
Más de 200 pacientes pediátricos de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense se benefician con el tratamiento alternativo. Una opción terapeútica que abre las puertas a otras alternativas de tratamientos para mejorar la calidad de vida de las infancias y adolescencias que sufren esa enfermedad
Por: Diana Costanzo
13 de mayo de 2028
Mejorar la calidad de vida de
niños y niñas con epilepsias refractarias, aquellas que no responden a otros
tratamientos. Devolverles la sonrisa. Este fue el objetivo que se propuso desde
la salud pública un equipo de profesionales del hospital de pediatría Juan P.
Garrahan, liderado por el jefe del Servicio de Neurología, Roberto Caraballo,
cuando decidió investigar el impacto del cannabis medicinal en casos graves de
este trastorno neurológico.
Ahora, más de 200 pacientes
pediátricos de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense se
benefician con el tratamiento, basado en los resultados de la investigación
realizada en el centro de salud de alta complejidad. También se atiende a
quienes llegan derivados desde otros lugares del país, con cuadros complejos de
epilepsia. Y especialistas capacitados en el Garrahan tratan con aceite de
cannabis a cientos de chicos y chicas en centros de salud provinciales.
La
mayoría de las crisis epilépticas pueden ser controladas con medicamentos
anticonvulsivos convencionales, pero algunos casos requieren tratamientos
específicos. Se las llama farmacorresistentes. "Había
una gran demanda, muchas preguntas que queríamos responder desde el
conocimiento científico. Todo el mundo hablaba del cannabis o lo usaba,
las familias de los pacientes nos preguntaban. Sin embargo, muchos de los
preparados en ese momento eran artesanales. Decidimos hacer lo que la ciencia y
la medicina nos indican: investigar para obtener evidencia. El impacto del
cannabis no solo era médico, sino también social y político", recuerda
Caraballo sobre el inicio del estudio. "Y los resultados nos sorprendieron,
superaron nuestras expectativas: dos de cada tres crisis de epilepsias severas
pudieron ser controladas", agrega.
El estudio fue publicado a comienzos del año pasado en la revista europea de epilepsia Seizure e incluyó en una primera etapa a 60 pacientes que no respondían a otras medicaciones ni tampoco a la dieta cetogénica, que se utiliza como parte de la terapia. Con cannabidiol, las crisis disminuyeron 80 por ciento en los y las pacientes con encefalopatías epilépticas, una de las manifestaciones más complejas. En una segunda parte, se sumaron otros diez niños y niñas para comprobar los resultados a largo plazo, que también resultaron satisfactorios.
Jefe de neurología del Hospital Juan P.
Garrahan, Roberto Caraballo.
De la esperanza a
la realidad
El cannabis se utiliza en
diferentes áreas de la medicina, pero en especial en el tratamiento de
epilepsias refractarias. En la Argentina, la Ley 27350
establece el marco regulatorio para su estudio. También favorece el acceso a
productos en base a cannabis para el uso terapéutico y medicinal. En el
REPROCANN pueden inscribirse pacientes y profesionales de la salud.
"Luego de analizar la literatura científica, presentamos
el proyecto de investigación en epilepsias refractarias ante el Comité de
Docencia e Investigación del Garrahan, que dio su aprobación. Coincidió con la
legislación nacional, nuestro grupo reunía todos los requisitos
solicitados", cuenta Caraballo sobre los comienzos del
estudio, que ahora ofrece una alternativa para niños y niñas que sufren crisis
graves.
Hoy está disponible en la Argentina el cannabis medicinal
en su forma purificada, que contiene solamente CBD. En los inicios de la
investigación en el Garrahan, se utilizó un aceite enriquecido, con una proporción
de THC, donado por un laboratorio de Canadá. Luego, la FDA -la agencia
regulatoria de Estados Unidos- aprobó la forma purificada, que es la que se
utiliza actualmente.
Por ley, quienes tienen indicación médica para el uso de cannabidiol pueden adquirir las especialidades elaboradas en el país. Las farmacias autorizadas producen y comercializan las formulaciones magistrales. Las personas que no poseen cobertura tienen derecho a acceder a la medicación en forma gratuita. También se contempla la importación de productos registrados por la autoridad sanitaria.
Vivir con
epilepsia
Es un trastorno neurológico causado por la actividad eléctrica excesiva
de un grupo de neuronas del sistema nervioso central. Se manifiesta en crisis
espontáneas recurrentes que provocan convulsiones, con consecuencias físicas,
psicológicas y sociales. El impacto alcanza a todo el entorno familiar. Con un
tratamiento adecuado, se logra una buena calidad de vida. Pero hay niños, niñas
y adolescentes que no responden a la medicación. "En algunos casos dejan de
caminar, pierden motricidad, se detiene su maduración, la comunicación, se
complica su lenguaje, su aprendizaje, pierden la sonrisa", explica el médico, quien acaba de ser
distinguido como consultor honorífico del Royal College of Physicians,
reconocido organismo británico.
¿Qué se logra con el tratamiento con cannabidiol? "Disminuir al máximo las crisis y mejorar los electroencefalogramas, que en la epilepsia son anormales", dice el médico neurólogo. "La mayoría recupera sus actividades, claro que no todos. Hay un gran cambio en sus vidas, y las de toda la familia", agrega Caraballo.
Una planta para la salud
En 2020, la Organización
Mundial de la Salud avaló el estudio del cannabidiol en estado puro para su uso
médico, por la evidencia de sus propiedades como antiepiléptico. "Los buenos
resultados del aceite se ven en el consultorio. En el país, se usa en
epilepsias que no responden a otros medicamentos. Están disponibles las
especialidades farmacéuticas Convupidiol, Kanbis y Epidiolex, avaladas por la
autoridad sanitaria" cuenta la médica farmacóloga pediatra Graciela Bergallo y
agrega: "En Estados Unidos, avanza un estudio que analiza los efectos en
personas con autismo. Las conclusiones se publicarían entre julio y agosto. En
estos casos, es más difícil comprobar la mejora de los pacientes. Un tema que
hay que analizar es la interacción con otros medicamentos, a largo plazo",
aclara.
La Sociedad Argentina de Pediatría avala la formación en el uso del cannabis medicinal, en un marco legal y científico. "Los médicos neurólogos y los psiquiatras que tratan el espectro autista tienen conocimiento del cannabidiol. Los y las pediatras se están formando. Realizamos varias charlas de capacitación sobre el tema", dice la coordinadora del grupo de trabajo de farmacopediatría de la entidad. El equipo está integrado por el neurólogo infantil del Hospital Alemán Santiago Flesler y Paulo Cáceres, licenciado en Farmacia del Garrahan.
Por más evidencia
Roberto Caraballo ha dedicado su vida profesional a tratar e investigar la epilepsia infantil. Ahora, el grupo que lidera en el Garrahan finalizó un trabajo que demostró la eficacia del uso del cannabis en pacientes con crisis mioclónicas atónicas, un tipo de epilepsia. Se probó en un grupo que no respondía a otra medicación. Por otra parte, en unos meses estará disponible una investigación realizada en colaboración con centros de salud de la Capital Federal y de varias provincias. Los resultados apuntan ratificar la evidencia científica en un número importante de pacientes. También se estudia la relación entre el cannabis y otros fármacos anticonvulsivos, junto con la dieta cetogénica.
"La ciencia nos tiene que
ofrecer mejores tratamientos para que el día de mañana no haya chicos y chicas
con epilepsia", afirma Caraballo. "El cannabis funciona en gran parte de los
cuadros graves, pero no está resuelto el problema, ya que en la práctica vemos
que hay algunos pacientes que no responden", concluye.
Cannabis, cannabidiol, aceite
de cannabis. Una opción terapeútica que ya ofrece, más allá de la esperanza,
evidencia de su impacto en la salud, mientras que abre las puertas a otras
alternativas de tratamientos.
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