Ciencia
Un satélite pequeño, financiado con fondos públicos y desarrollado por la Facultad de Ingeniería en la ciudad de las diagonales, marca un hito al probar tecnologías para objetos en la órbita del espacio para observaciones atmosféricas y del suelo. Se trata de un proyecto significativo en la formación de ingenieros espaciales y aspira a ser un modelo replicable para otras universidades
Por: Diana Costanzo
11 de noviembre de 2023
De las aulas al espacio. Ese será el camino que recorrerá el primer nanosatélite -USAT l- desarrollado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata. Su lanzamiento, financiado con fondos públicos, se realizará desde Estados Unidos.
El USAT l dará el puntapié
inicial a una serie de cinco satélites y su objetivo es probar el rendimiento
del receptor del Sistema Global de Navegación (GNSS), por sus siglas en inglés) para
pequeños satélites. El propósito es realizar observaciones atmosféricas de
presión, temperatura y humedad del suelo, rugosidad o
vegetación.
El Programa Satelital
Universitario comenzó a gestarse en 2018 por el impulso de una estudiante
avanzada de Ingeniería Aeronáutica, que hoy dirige el grupo de trabajo. "Cuando
cursaba los últimos años de la carrera, Sonia Botta me propuso esta idea que me
pareció fabulosa. A partir de ahí hicimos algunos avances, ella se fue a hacer
un master a Inglaterra y cuando volvió lo primero que le dije fue 'ahora si lo
vamos a hacer'", cuenta Marcos Actis, decano de la Facultad de Ingeniería de la
UNLP y director del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA).
Y lo hicieron: en 2020 se
realizó una convocatoria a la comunidad científica para saber cuáles eran las
demandas y definir los ejes de la misión.
Así, docentes, estudiantes,
graduadas y graduados de la UNLP unieron sus experiencias. El equipo está
formado por investigadores del CTA, del Departamento de Ingeniería Aeroespacial y del grupo de Sistemas Electrónicos
de Navegación y Telecomunicaciones (SENyT) en el Departamento de Electrotecnia.
"La idea fue volcar todos los conocimientos que los grupos habían adquirido en
su trabajo para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) e INVAP
en el desarrollo de cálculos y certificación de productos y ensayos. Nunca
habíamos experimentado tener todo el circuito del diseño de la misión, el
proyecto y el desarrollo" dice Actis.
Qué es un CubeSat
Es un satélite pequeño
compuesto por módulos de 10x10x10 centímetros y de 1.3 kilogramos de peso cada
uno. Son medidas estandarizadas, para que sean más fáciles de enviar al espacio
sin perder complejidad en su tecnología. Con fines educativos, fueron creados
en 1999 por California Polytechnic State
University y Stanford University.
El USAT I mide 10x10x30
centímetros y pesa 4,5 kilos. Es un nanosatélite,
porque no supera los 10 kilos. Será el tercero desarrollado en un ámbito
de la universidad pública en la Argentina, pero es el primero bonaerense: "Los
antecedentes son el MuSat l Víctor del Instituto Universitario Aeronáutico de
Córdoba y el Pehuensat l de la Universidad Nacional del Comahue" enumera la
ingeniera.
El Programa Satelital Universitario tiene un claro objetivo educativo. "Desde un inicio quisimos que tuviese la
participación de la mayor cantidad de estudiantes posible, para que tengan una
formación profesional en todas las especialidades en ingeniería que tienen
importancia dentro del sector espacial. La mitad del grupo de trabajo son
alumnos de la facultad" asegura Botta.
Desde el espacio
El satélite debe ser lanzado para
testear si la tecnología funciona. "Se pueden realizar pruebas en la Tierra,
pero es muy difícil simular las cargas que se soportan y lo hostil que es el
espacio" cuenta Sonia Botta, coordinadora del proyecto USAT l. Una vez en
órbita, se pondrán a prueba las capacidades de la computadora que llevará a
bordo, el sistema de control de altitud, el de comunicación y la gestión de
potencia.
¿Cuál es el objetivo
científico? "Demostrar el funcionamiento de un receptor GPS, que es similar al
que se utiliza en los celulares, para realizar navegación o sea determinar
dónde se ubica el satélite", explica la ingeniera aeronáutica de la UNLP. Y
detalla: "Se aplicarán dos técnicas científicas: reflectometría, que permitirá
obtener datos de vegetación o vientos superficiales de los océanos y radio
ocultación, para medir datos, por ejemplo, de temperatura. De esta forma, se
intentará determinar cómo se deforman las señales en la atmósfera o en Tierra".
El propósito es validar estas técnicas para realizar las mediciones.
El lanzamiento
Los pequeños satélites viajan al espacio en grupo integrados por otros
con los que sean compatibles. Por eso, deberá esperarse esa oportunidad para
definir la fecha, que se estima que será durante 2024. El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación otorgará un subsidio extraordinario de 80 mil dólares que se suma a fondos aportados por la UNLP para cubrir el costo del servicio. "La principal opción es realizarlo con SpaceX, la empresa que lanzó los satélites argentinos SAOCOM 1A y 1B. Dependerá
del momento, pero lo más probable es que se realice desde Cabo Cañaveral, en
Estados Unidos" anticipa la coordinadora del proyecto USAT l.
Además de construir un satélite propio, el proyecto de la Facultad de
Ingeniería de la UNLP tratará que sea replicable y se propone crear una
plataforma que pueda transferirse: "Mi
sueño es que en todas las universidades del país se puedan realizar este tipo
de desarrollos. A través de un kit, que podrían ofrecer los ministerios de
Educación o de Ciencia, Tecnología e Innovación, las casas de estudios deberían
llevar adelante estas ideas con demandas propias sin la necesidad de comprar
componentes en el exterior" finaliza el decano Marcos Actis.
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En primera persona investigadoras e investigadores se expresan sobre la mirada que cobre la Libertad Avanza sobre la ciencia en Argentina. La incertidumbre de lo que vendrá y las falencias de la gestión que termina // Fernando Fuentes