En 2017, durante el gobierno del expresidente Mauricio Macri, se sancionó la Ley N° 27.349 para apoyo al capital emprendedor. A partir de entonces, y durante el primer año de vigencia de la normativa, se crearon 2 mil Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS).

En la ciudad de Rosario se conformaron más de 50 SAS y muchos de los titulares de los "emprendimientos" crearon las empresas estando privados de la libertad. Lo cierto es que para crear ese tipo de sociedades, los requisitos no son engorrosos y no es necesaria la presencialidad a la hora de generar el trámite, se hace de manera virtual.

Las SAS quedaron bajo lupa luego del atentado narco a un comercio de la familia de Antonela Rocuzzo, compañera de vida de Lionel Messi. ¿Qué ocurre en Rosario con las bandas narco? Algunos y algunas analistas políticos advierten que el problema de Rosario evidencia una latinoamericanización de la Argentina, que se extiende y gráfica en el trabajo flexibilizado, el aumento del consumo de drogas en diferentes barrios y provincias de todo el país y las evidentes peleas entre bandas por ver quién se queda con la venta en los territorios.

Pero se advierte que no se trata solamente de una célula en Rosario sino de un conflicto que se extiende por otras partes del país, entre ellas la provincia de Buenos Aires. Los peores recuerdos nos acercan a la gestión de Eduardo Duhalde en el territorio bonaerense. Todo hace juego con todo. Es curioso que las respuestas ante el conflicto sean única y exclusivamente desde el punitivismo, necesario en muchos casos, pero poco se hable de avanzar en términos de legislación con la despenalización de la tenencia y consumo de cannabis, por citar un ejemplo. Un paso necesario para desarticular, en principio, una de las puntas del gran ovillo del comercio ilegal y el narcotráfico en Argentina.

¿Quiénes nos cuidan del narcotráfico? La connivencia entre las fuerzas de seguridad y el no control o las famosas zonas liberadas son dos caras de la misma moneda.

Escenario en Colombia

Gustavo Petro, presidente de Colombia, atraviesa uno de los momentos más álgidos de su imagen en la opinión pública del país latino. Sucede que su hijo Nicolás Petro fue acusado por su expareja en una revista opositora al gobierno, de haber recibido plata proveniente del narcotráfico para la campaña presidencial del año pasado.

Se trata de Day Vásquez, quien se mantiene con custodia personal y denunció que Petro hijo recibió cerca de 600 millones de pesos de parte de Samuel Santander Lopesierra, un narcotraficante colombiano que fue extraditado del país por ser el principal traficante de cigarrillos y licores en la zona norte de Colombia. La mujer adelantó que aportará todas las pruebas ante la Justicia y que no se trata de una iniciativa de una mujer "dolida". Al mismo tiempo denunció, a través de redes sociales, que su familia sufre amenazas.

¿Qué ocurre cuando el narcotráfico es parte de un Estado paralelo que se mezcla desde la ilegalidad con las estructuras democráticas? Pese a que la revista de derecha colombiana tiene intereses claros en denostar al gobierno de Petro, cabe preguntarnos si lo que ocurre en Rosario es la punta de un iceberg que no podemos ver. ¿Cuáles son las propuestas concretas en materia de seguridad desde la Argentina para frenar el conflicto de la ciudad que siempre estuvo cerca, que contabiliza, por lo menos, veinte años consecutivos sin soluciones?