Ni tan unidos ni muy organizados, el PJ de la Ciudad de Buenos Aires se encamina a una nueva elección con distintas estrategias. En la vereda de enfrente el adversario está claro, sin embargo, algunas figuras del peronismo se conforman con mantener el caudal de votos que recibieron en 2019.

"A nosotros nos conviene que la interna de Juntos por el Cambio la gane Jorge Macri, sin dudas. Si Lousteau pierde la primaria es más probable que recibamos un voto de ese sector, y no tanto del PRO", analizó uno de los armadores políticos que trabaja en la candidatura de Leandro Santoro para que tome las riendas de sede de Gobierno en Parques Patricios.

Desde marzo de este año el radical devenido en peronista trabaja en su candidatura a jefe de Gobierno porteño y en la del ministro de Turismo, Matías Lammens, para diputado nacional. "Se pelean para ver quién mide menos y ver qué puestito sacan", ironizó uno de los dirigentes de la Ciudad más cercano a Cristina Kirchner.

Atrás de ese armado está Juan Manuel Olmos, vicejefe de Gabinete de la Nación. ¿Es un hombre de Alberto Fernández? Sí, no hay duda de eso. Pero también mantiene un diálogo con el camporismo porteño, uno de los pocos puentes que todavía no fue dinamitado.

La mira de este sector está puesta en retener el 35 % de los votos que consiguió Lammens. Ambiciosa propuesta para un peronismo que a un mes del cierre de listas todavía no sabe cuál va a ser la estrategia conjunta. En esos comicios cosecharon cuatro bancas en la Cámara baja y 11 en la Legislatura porteña.

Otro que zigzaguea entre las distintas trincheras es el exembajador en el Vaticano Eduardo Valdés, que este año debe renovar su banca en la Cámara de Diputados. "Eduardo es indescifrable, por momentos está con nosotros y apoya, y después lo escuchás recontra cristinista. Nunca sabés dónde está parado", comentó a este medio uno de los hombres que sigue de cerca al PJ de la Ciudad. Lo cierto es que el legislador por el Frente de Todos en la Ciudad e hijo del diputado, Juan Manuel, trabaja en la candidatura de Santoro.

Para estas elecciones La Cámpora también estrena un nuevo aliado: el todopoderoso Víctor Santa María. Después de varios años de tensión y discusiones entre la orga y el hombre de los porteros, por la llave del PJ local, la relación cambió el 11 de marzo de 2022 cuando Gisela Marziotta, su mujer en Diputados, se alineó con la estrategia de Máximo Kirchner y votó en contra del acuerdo con el FMI.

"Ese día Santoro no tuvo ningún problema y votó a favor. Bueno, no sólo lo votó, si no que estuvo en todos los canales de televisión explicando por qué lo iba a votar", recordaron en las filas camporistas.

El campamento cristinista, que en la Ciudad conduce el tándem Mariano Recalde-Paula Penacca trabaja, además, con otras organizaciones políticas. Ahí aparecen algunas legisladoras como María Bielli, Victoria Montenegro y Claudio Morresi.

En este sector la estrategia es "esperar a que se defina la candidatura nacional". "Si seguimos esperando el macrismo nos pasa por arriba", contestaron desde las filas de Santoro. "Quieren desayunar el almuerzo", metaforizó un camporista sobre la decisión del albertismo de definir primero una estrategia local.

Los platos vuelan. Mientras tanto, Patria Grande trabaja en la candidatura de Juan Grabois para presidente y de Pedro Rosemblat y Ofelia Fernández para el territorio porteño. Este espacio mantiene una buena convivencia con La Cámpora, o al menos así lo definen los dos espacios. Sin embargo, tienen apuestas distintas.

"Esperamos la definición de Cristina, pero mientras tanto construimos algo, que en todo caso confluye con lo que ella defina", señaló a El Editor el diputado Itai Hagman, que trabaja en el armado del referente social y debe renovar su banca en esas elecciones.

A diferencia del resto de La Cámpora, que espera la definición de la estrategia nacional, este espacio ya puso primera y trabaja para "impulsar una agenda con lo que plantea Cristina". "Pero también vemos la necesidad de volver a convocar a la militancia y a la sociedad, frente al enojo y la desilusión con la clase política", agregó Hagman.

A pesar de todo, hay quienes especulan que La Cámpora va a apoyar, después de todas las idas y vueltas, a Santoro. ¿El motivo? Muy simple: tiene los votos. "Es muy difícil que aparezca alguien que en una interna le gane a Leandro, y Recalde, como titular del PJ, no puede arriesgarse en una PASO y perder. Queda muy deslegitimado", analizaron cerca del albertismo porteño.