Opinión

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El presidente que no quiso

Empujado por la crisis y los números de las encuestas Alberto Fernández se bajó de la carrera electoral. Fin de ciclo e incertidumbre. El peronismo en ebullición. Comenzó la danza de nombres. Todo depende de la economía y de la palabra de CFK.

Por: Agustín Alvarez Rey
21 de abril de 2023

No hubo tristeza, tampoco asombro. Apenas algunas caras aliviadas y unos cuantos reproches en off por la demora en anunciar una decisión que, para la mayoría de los dirigentes importantes del Frente de Todos, se imponía por su propio peso. Alberto Fernández no será porque no fue. Y, en rigor de verdad, no fue porque no quiso. El mapa trágico de la coyuntura, que podría estar delimitado por la pandemia, la guerra en Ucrania, la sequía y el látigo del FMI explica una parte de los magros resultados de estos tres años de gestión. Pero, claro, no explican todo. El resto hay que buscarlos entre malas decisiones, oportunidades perdidas y la férrea convicción de no querer avanzar con políticas que beneficien a las mayorías en detrimento de las minorías cada vez más concentradas y más ricas.

Las declinaciones de las candidaturas por parte de Alberto Fernández y de Maurico Macri tienen algún punto en común: pocos las lamentaron dentro de sus propios espacios. En ambos casos también la decisión fue sufrida por los espacios que les son ajenos. No había mejor escenario para el Frente de Todos que Macri como candidato de la oposición, no había mejor escenario para Juntos por el Cambio que Alberto Fernández en busca de su reelección.

Fernández no será candidato porque nunca quiso sacudir la estructura que dejó armada Macri. Sus políticas económicas, por lo menos en los resultados, tiene parecidos innegables que muestran su expresión más concreta en el aumento de la pobreza, la desigualdad y la pérdida del poder adquisitivo. El entorno del presidente dirá que no pudo. Recitará de memoria el mantra de excusas que comienza con el gobierno de Macri y concluye con la sequía. Las excusas no calman la bronca. la explicación doméstica, casi de turista, sobre las causas de la inflación de la portavoz presidencial Gabriela Cerruti irrita. Tan lejos de la gente que asusta.

Fernández no será, porque no quiso ser. Un dirigente gris que nunca trabajo para ser presidente. Un dirigente que construyó su carrera entre lobbys, roscas y escritorios. Un militante que nunca pudo encabezar un armado exitoso. En definitiva, un presidente que no quiso ser hasta que le dijeron "tenés que ser".

La decisión del jefe de Estado le da aire al peronismo para definir las candidaturas, pero no aliviana la carga que lleva el Gobierno. La declinación pública debió ser precedida por un acuerdo para robustecer la gestión. No fue así. Sergio Massa y Cristina Kirchner, se enteraron por redes sociales. El gobierno de Alberto Fernández terminó el día más débil de lo que lo comenzó. El golpe se podría haber amortiguado. Faltó política. ¿Quién garantiza la gobernabilidad hoy? ¿Sin posibilidad de reelección el poder se mudó definitivamente al ministerio de Economía? ¿Podrá incidir, como pretende, Alberto Fernández en el armado electoral? Las respuestas parecen obvias, pero las contestará el tiempo.

Arranca la danza de candidatos. Las velas prendidas a Massa. La posibilidad de un alivio económico que haga crecer las chances electorales del Frente de Todos para lograr otro periodo en la Casa Rosada parece cada vez más lejana. El tiempo corre. La pobreza sube. El hambre se palpa.

Comenzará la danza de nombres dentro del Frente de Todos. La reunión que se llevó a cabo de la sede del PJ de la calle Matheu es, al mismo tiempo, una formalidad y la antesala de lo que vendrá. El deseo de Alberto Fernández es que una expresión que refleje su gestión sea parte del asunto. Daniel Scioli hoy en más candidato que nunca. Eduardo "Wado" de Pedro sigue recorriendo el país para pararse competitivo y espera por la bendición de CFK. Sergio Massa no depende de si mismo, sino de sus resultados en Economía.

La vicepresidenta hablará. Sin Alberto Fernández en carrera la voz de Cristina Fernández de Kirchner podría ser la única capaz de ordenar al peronismo. Después de eso podrá haber victoria o podrá haber derrota lo que no volverá a estar en discusión por un tiempo es la conducción del espacio.

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