pachamama
La Pachamama es conocida por ser una ceremonia, un ritual, una fiesta, una celebración que debe tener dos mil o tres mil años, desde que los pueblos originarios son agricultores y se inserta dentro del ciclo agro pastoril a lo largo del año, que en el mundo andino se divide solamente en la época seca y en la época húmeda.
1 de agosto de 2022
La Pachamama es conocida
por ser una ceremonia, un ritual, una fiesta, una celebración que debe tener
dos mil o tres mil años, desde que los pueblos originarios son agricultores y
se inserta dentro del ciclo agro pastoril a lo largo del año, que en el mundo
andino se divide solamente en la época seca y en la época húmeda.
En la época seca se celebra la Pachamama, cada 1 de agosto
se le agradece lo cosechado en el período anterior del verano, con ofrendas de
comidas, sahumamos, chichas culpada, api y la tistincha que es toda comida
hervida hecha con mote de haba, mote de maíz, tamales, típico de la zona norte de nuestro país.
La celebración simboliza los cuatro elementos importantes
para la vida: el aire, el fuego, la
tierra y combinados todos ellos hacia nuestra vida. La ceremonia es
ofrendarle, agradecerle al universo, a la tierra eso que hemos producido. Hoy,
obviamente, sufrió transformaciones pero es un agradecimiento.
El concepto de tiempo
y espacio tiene mucho valor para esta celebración, que cobra cada vez más
importancia en la actualidad cuando el mundo debate sobre la preservación de
los recursos naturales y la disminución de la contaminación, junto con el
desarrollo de energías verdes o sustentables.
A medida que nos alejamos en el tiempo y en el espacio de
ese núcleo sagrado que fue la Pachamama inicial, ese núcleo se transforma. En
distintos periodos históricos, la Pachamama no representó lo mismo: si nos
desplazamos en el espacio y en el tiempo, durante la dictadura militar, la Pachamama estuvo invisibilizada,
absolutamente nadie del Estado la practicaba, estaban prohibidos estos rituales
porque se imponía la religión católica
occidental.
Otro ejemplo contemporáneo de celebración es cuando se
declaró por Ley al 1° de agosto como el Día de la Pachamama, senadores de Jujuy
en Buenos Aires dan de comer a la Pachamama en una maceta en las afueras del
Senado. Ahí vemos los desplazamientos, como se va resignificando hacia otro sentido comercial.
Conviven una lucha de trascendencia entre lo que representa
la inicial celebración a la Madre Tierra, con rituales y elementos típicos de las culturas de nuestro país,
particularmente la zona norte del país, frente a la masividad que cobró el
simbolismo de cuidar a la tierra en tiempos de extremo avance de sistemas
productivos altamente contaminantes.
"Estas
transformaciones a las que hago referencia no son ni buenas ni malas, son
necesarias, son parte del proceso
identitario, porque siempre nos vamos a ir transformando. Pero también,
cuando se declara Patrimonio del Humanidad a la Quebrada de Humahuaca se
establecen un montón de reglamentaciones para tratar de sostener estas
festividades y rituales, conservarlas, pero en realidad lo que produjo es la
mercantilización de las mismas", destacó Horacio Delfín Galán, guía
turístico en el Pucará de Tilcara.
Cerca de una decena de legisladores podría abandonar la bancada amarilla y sumarse a LLA o armar un bloque apéndice del oficialismo.