El próximo 23 de abril comenzará en la ciudad de Buenos Aires la 48° edición de la Feria del Libro. Una de las más importantes y grandes del mundo. Un espacio repleto de "actos culturales" como lo define la dirección de la Fundación del Libro. La búsqueda es el evento antes que la compra, la charla antes que lo comercial.

Salvo en la pandemia, la Feria nunca dejó de hacerse. Cada año busca renovarse y encontrar nuevas alternativas para acercar nuevos lectores.

Las novedades de este año no tienen que ver con Lisboa, la ciudad invitada, ni con la primera edición de un encuentro de escritores originarios o con el discurso de apertura de Liliana Heker sino con la ausencia del Estado en el predio.

Por primera vez no habrá ningún estand de la Nación. Algo inédito pero que es acorde con el pensamiento de la gestión que comanda Javier Milei tanto en su política de austeridad como de relación con la cultura.

Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro, entidad encargada de la organización de la Feria, le confirmó la noticia a El Editor: "Por primera vez en la historia, el stand del gobierno nacional estará ausente". A esta situación se suma la decisión de que en la ceremonia de apertura no habrá participación de autoridades del Ejecutivo. Según Vaccaro: "Fuimos a una reunión con el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, y expresamos nuestra preocupación. Consideramos que sería bastante arriesgado que él, frente a un auditorio de 1.000 personas vinculadas al mundo de la cultura, y formando parte de uno de los gobiernos más hostiles hacia esta actividad, con propuestas descabelladas, sea objeto de abucheos. Ya vivimos esta situación con Pablo Avelluto, que fue secretario de Cultura del gobierno de (Mauricio) Macri. La cultura se expresa, no suelen quedarse callados, y nosotros no podemos silenciar a mil personas".

Aunque no haya presencia oficial, el presidente ha expresado su intención de participar en la Feria, aunque la organización aún no lo ha confirmado. Esto no sería algo nuevo, ya que ha participado en ocasiones anteriores y ha manifestado su deseo de hacerlo también en este año 2024.

Desde la Secretaría de Cultura, dicen que el dinero que solía usarse para un stand será utilizado por la Comisión Nacional de Bibliotecas Públicas en la compra de libros. Una noticia aliciente máxime cuando las primeras medidas de esta gestión apuntaban a desfinanciar el programa.

"Me parece una locura que el Ministerio de Cultura no esté presente en la feria del libro que es el acontecimiento cultural más importante que tiene desde Argentina y que tenés que irte hasta Guadalajara, México para encontrar algo más o menos parecido en la importancia", dijo a este medio Pablo Avelluto, quien fue ministro de Cultura de la Nación primero y secretario después cuando el gobierno de Mauricio Macri.

"La Fundación debería recomendarle al público que deje hablar a la gente claro, que tenga recomendar que sea un acto respetuoso plural, digo donde finalmente todos los que están ahí están ahí porque les interesan los libros porque les interesa la lectura y si no hacen las políticas que a vos te gustan igual ser respetuoso. Ahora mi duda de vuelta es si realmente ésta gente le interesan los libros y la cultura. Yo podía tener mil peleas con la gente de la Fundación o con la gente de la Cámara del Libro o con CAPLA pero no hemos dejado una sola vez de de reunirnos, de encontrarnos, de responder a aquellos con quienes yo sentía que era lógico y valioso colaborar".

Avelluto sufrió dos discursos intervenidos por el público en su paso por la feria, uno fue en protesta por el proyecto de UNICABA, el otro por las políticas culturales que llevaba adelante el gobierno que integró.

La posición de la provincia

Mientras algunas provincias están en dudas de participar o no, la de Buenos Aires confirmó su participación con su stand y sus actividades ligadas a la promoción cultural como por ejemplo, Ediciones Bonaerenses.

Ezequiel Martínez, director General de la Fundación El libro y es consciente del momento que atraviesa la sociedad: "Estamos en un contexto complicado, difícil, sabemos que que hoy cuesta todo un poco más, pero bueno, hay que ser optimistas, hay que sentir que que este encuentro anual en el libro, es una fiesta, no solo de la lectura, también de la recepción a el debate, nosotros tenemos actividades culturales, durante los 21 días que dura la feria".

"Mucha gente viene a ver a su autora favorita o a escuchar alguna charla que le interesa, al Mundial de lectura, a tantas cosas que pasan paralelamente mientras ocurre la feria, las visitas escolares que son muchísimas. Y que sea una fiesta de la cultura de los libros y para la gente para que lo disfrute", resalta Martínez.

La Feria promete hacerse cargo del tiempo que vive, propone una mesa final donde se hablará de cómo se financia la cultura y espera convocar a personalidades de todos los espacios políticos.

"Ahí están claramente las dos visiones distintas que hay" vuelve Vaccaro, "porque el ataque de este gobierno a la cultura es claramente ideológico. ¿Y qué es lo que hace la gente de la cultura? Habla, protesta, muestra las falencias de nuestra sociedad. Y a ciertos políticos, eso le molesta. Más a un gobierno de derecha, un gobierno insensible, un gobierno que está matando de hambre a gran parte de la población", finaliza Martínez.