El plan motosierra del gobierno de Javier Milei para el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) causó un fuerte rechazo por parte de la comunidad cultural. Su implementación va a afectar fuertemente a la industria y a quienes dependen de ella.

En la provincia de Buenos Aires hay una gran preocupación por lo que pueda suceder con quienes recibían un apoyo por parte de la entidad. Ya sea festivales, salas, programas o los estudiantes que forman parte de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC).

Hace algunos meses contamos en El Editor el trabajo y la importancia que tiene la sede inaugurada hace menos de dos años en la ciudad de Mar Del Plata. Pero las incógnitas no terminan ahí. Todo indica que las próximas ediciones del Festival Internacional de Cine de la ciudad no formará parte de los planes del presidente del INCAA Carlos Pirovano.

Los recortes anunciados, junto con el plan de ajuste, provocaron movilizaciones en varios puntos del país. Uno de ellos fue en la rambla de los lobos marinos, donde hubo una concentración de distintos actores de la actividad, para expresar el repudio a las medidas que afectan los producción audiovisual.

Oriana Castro, directora, productora, docente, parte de la asamblea Cine Argentino Unido y dialogó con el El Editor y explicó: "Las resoluciones tomadas cortan las colaboraciones institucionales y con provincias y eso nos afecta directamente porque acá tenemos una sede descentralizada de la ENERC con orientación en animación que es de doble dependencia", es que también depende de la provincia de Buenos Aires. "Podemos entender que si la resolución corta esa colaboración esta sede se va a ver afectada".

El Festival es otro tema que moviliza a la ciudad y a la política. Paradójicamente el bloque marplatense de La Libertad Avanza presentó un proyecto para que el Ente Municipal de Turismo y Cultura (EmturyC) financie el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, con recursos del Fondo de Promoción Turística e "invitando al sector privado a participar del desarrollo del mismo".

Por otro lado, el concejal Ariel Ciano del Frente Renovador pidió un informe al oficialismo de la ciudad costera para medir el impacto que tiene la organización del evento y cuántos puestos de trabajo podrían estar afectados. A la vez, junto a Juan Manuel Cheppi impulsan una iniciativa para que privados financien la actividad en conjunto con el Estado. Mientras, Mar Del Plata discute cómo hacerlo con fondos propios y la provincia analiza cómo asistir a la actividad en su conjunto.

Desde el Instituto Cultural de la Provincia detallaron a El Editor que trabajan en la elaboración de una política que pueda nutrir de fondos a los proyectos que lo necesiten y que se pueda contemplar la posibilidad de sumar al esfuerzo provincial fondos privados, y municipales.

Jugar y mantenerse en primera

La competencia que se da todos los años en el anticipo de la temporada estival tiene importancia internacional ya que cuenta con la calificación "A", la más importante en el circuito, que lo emparenta con los festivales que se desarrollan en Cannes, San Sebastián, Toronto o Berlín.

El festival es el que concentra la atención inmediata porque la maquinaria para hacerlo debería empezar a funcionar mas tardar en mayo, pero no es el único que sufriría el desfinanciamiento que pretende imponer La Libertad Avanza

Festivales como el de la localidad de Maipú, los que ocurren en la ciudad de La Plata y el de Rauch, entre otros, analizan cómo llevar a cabo sus ediciones.

Algunos funcionarios consultados por El Editor dan cuentan de una absoluta incertidumbre a la hora de programar. "Nosotros seguimos recibiendo la lista de películas que se pueden proyectar, pero no sabemos hasta cuando", expresan.

Las películas se programan desde el Instituto y se les habilita una copia digital a estas salas que las pueden proyectar sin pagar ningún tipo de costo extra.

La venta de entradas en esos espacios puede ser simplemente el componente impositivo de la entrada, lo que vuelve al fondo de fomento, que es con lo que se financiaban hasta ahora las películas, o puede ser gratis como en algunas localidades donde el gobierno municipal se hace cargo de la parte impositiva de los tickets. Lo cierto es que en algunas localidades, como Tandil, la entrada pasó de $ 400 a $ 2000 en las últimas semanas.

Tandil es otro ejemplo de incertidumbre, ya que muchas de las políticas tienen repercusión en las aulas y las currículas de quienes tenían estudios afines.

El panorama es incierto, los anuncios preocupan al sector. La gran incógnita que desvela a muchos es cómo se terminarán de implementar estas políticas. Nadie augura un final feliz.