A partir de otoño 2024, en los países que integran la Unión Europea al menos 15 dispositivos electrónicos se cargarán con un mismo cargador universal con entrada USB-C. La iniciativa nació en el Parlamento Europeo que anunció el proyecto el pasado martes.

Se trata de un cargador que servirá para teléfonos inteligentes, tablets y dispositivos portátiles en los 27 países que integran la Unión Europea. La medida significa un duro revés para el gigante Apple, que desarrolló sus propios cargadores, diferentes a los de otras compañías.

El objetivo de esta implementación parte desde una perspectiva ecológica: limitará el uso de desechos tóxicos como cables y plásticos y le evitará a los ciudadanos y ciudadanas tener que comprar varios cargadores.

El nuevo puerto de carga será USB-C y unificará calidad y velocidad de carga rápida. En una segunda etapa del proyecto está previsto que también los ordenadores móviles modifiquen su puerto de carga, adaptando también su carga al cargador universal.

Por el momento, la medida no afectará a computadoras, relojes inteligentes ni dispositivos que miden la actividad física.

En sintonía, un estudio reveló que los cargadores desechados, que no sirve y son descartados, representan 11 mil toneladas de basura electrónica cada año. La legislación en materia digital comienza a tener más peso con la visibilidad del trabajo remoto y la explosión de nuevas compañías de aparatos electrónicos.

Antes de que la Ley se apruebe, las empresas tendrán 40 meses para trabajar en la adaptación de la carga de sus equipos. "Los consumidores recibirán información clara sobre las características de carga de los nuevos dispositivos, lo que les facilitará ver si sus cargadores existentes son compatibles", destacaron.

Con respecto a las consolas de videojuegos, varias de ellas ya almacenan carga a través de puerto USB, como por ejemplo Nintendo Switch, Steam Deck, Play Station 5 y Xbox Series. La medida afectará, puntualmente, a los aparatos de marca Apple, que utilizan cargadores con tecnología Lightning.

El segundo objetivo del proyecto, más allá de reducir la contaminación electrónica y plástica, es que la carga de los dispositivos sea la misma independientemente del cargador, algo que iguala en noción de tiempo a todos los dispositivos digitales.

Además, a partir de la implementación de la Ley las empresas deberán ofrecer la venta por separado de cargadores y celulares. También podrán ofrecer venderlos juntos, pero deberán presentar a los clientes las dos opciones.