La elegancia Celeste

Álvaro Recoba fue uno de los grandes y exquisitos jugadores que tuvo la Selección de Uruguay. Un zurdo elegante, de una pegada magnífica y un sentido del juego muy elevado. Con la Celeste apareció en 1993 jugando con 17 años un Sub 23. Una de las locuras que hacía el técnico Víctor Púa, aunque tan loco no estaba el DT. Es que el Chino, como le decían, era un talento generacional. En 1997 jugó la Copa América pero Uruguay no pasó la fase de grupos. Recoba hizo el primer gol del torneo en la única victoria contra Venezuela por 2 a 0.

La cita máxima para Recoba llegó en 2002, en el Mundial de Corea y Japón. Otra vez, con Púa como técnico. Uruguay compartió grupo con la siempre difícil Dinamarca, la última campeona Francia y Senegal,una de las sorpresas de ese Mundial. Luego de perder el primer partido con los daneses y empatar en cero contra los franceses llegó la última fecha contra los africanos. La Celeste necesitaba un triunfo para pasar. El partido iba 3 a 0 para los africanos en tan solo 40 minutos. El Chengue Morales y Diego Forlán descontaron en el segundo tiempo, mientras que, faltando dos minutos el Chino agarró una pelota que ardía y puso el 3 a 3 de penal. El Chengue, en la última, tuvo un gol casi hecho dentro del área pero le erró al arco de cabeza. Uruguay quedaba afuera y terminaba la última y única aventura mundialista de Recoba. Luego jugaría una Copa América 2007 donde saldría cuarto perdiendo la semi contra Brasil.

La Perla de Mozambique

Eusébio da Silva Ferreira, la Perla de Mozambique, como le decían, fue uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol portugués, multicampeón con el Benfica, con un estilo de juego parecido al de Pelé. Fue Balón de Oro en 1965. Su único Mundial lo jugó en 1966, llegando como una de las grandes figuras, junto a Pelé, el inglés Bobby Charlton, y un joven alemán llamado Franz Beckenbauer. Con la número 13 en la espalda, convirtió su primer gol en la segunda fecha contra Bulgaria en una victoria por 3 a 0. Portugal terminaría puntera de grupo venciendo a Brasil por 3 a 1 y con un doblete de Eusebio dejando afuera al Scratch, que había salido campeón el Mundial anterior. En cuartos de final, tocaba la sorpresiva Corea del Norte, un equipo que le complicó bastante la vida: 5 a 3 salió el partido. Iban perdiendo 3 a 0 en los primeros 30 minutos. Eusebio metió cuatro y lo dieron vuelta. En semifinales, se enfrentaron contra la local Inglaterra. Los ingleses ganaban 2 a 0 con doblete de Charlton pero Eusebio descontó de penal y hasta pudo haber empatado el partido, pero no pudo ser. Luego haría un gol más para ayudar a su país a tener la mejor performance de la historia, ya que saldrían terceros y él sería el goleador de ese Mundial con nueve tantos. La Pantera fue un jugador respetado por los más grandes de la historia del fútbol. Cuando falleció, tanto Beckenbauer como Pelé coincidieron que no solo se iba una leyenda del fútbol, sino también un hermano.