Política
El mandatario bonaerense tiene la dura tarea de lidiar con una provincia que sufre los recortes nacionales y, además, se muestra al frente en la pelea contra el presidente, Javier Milei
Por: Bruno Lazzaro
9 de marzo de 2024
El gobernador, Axel Kicillof, es hoy no solo
la imagen política de la provincia de Buenos Aires, donde fue reelecto por casi
el 45 % en las últimas elecciones, sino, además, uno de los principales
representantes de un peronismo que busca plantarse fuerte en el marco de una
gestión nacional que golpea duro en la vida de los argentinos.
El mandatario provincial tiene en claro que
sin un cambio en las políticas de ajuste que lleva adelante el Ejecutivo
nacional, a cargo de Javier Milei, es imposible pensar en un territorio satisfecho
ante los reclamos y necesidades de las y los bonaerenses.
"La provincia no se salva sola", fue la frase
que repitió hasta el hartazgo el gobernador en la previa del balotaje y que hoy
resuena a premonición. Lo cierto es que ninguna de las jurisdicciones que
componen el territorio nacional está en condiciones de superar la situación que
atraviesa el país sin la cooperación de las demás.
Algo que quedó expuesto en los últimos días
luego de las diversas reuniones que se llevaron a cabo en torno al Pacto de
Mayo convocado por el presidente. Sin claudicar, claro. Por eso, el mandatario
llevó a la Casa Rosada los siete puntos a tratar que expuso como respuesta a
los 10 que planteó Milei en la apertura de sesiones del Congreso.
Kicillof mantiene una puja a dos frentes. Por
un lado, apuesta a defender el derecho al futuro, su insignia de campaña, de todas
y todos los bonaerenses. Incluso con algunos acompañamientos, en voz baja
("sotto voce", como repiten desde el ejecutivo provincial), de jefes comunales
de la oposición. Sobre todo del radicalismo.
De ahí el reclamo que hizo durante su
presentación en la apertura de sesiones en la Legislatura bonaerense, donde se
plantó antes los recortes que el presidente llevó a cabo durante estos casi
tres meses de gobierno y que impactaron en toda la provincia.
"El ajuste solo produce un resultado: dolor,
desintegración, frustración, desigualdad, precariedad. Nunca un ajuste es
inevitable, jamás el dolor y el sufrimiento de los que ya sufren es el remedio
para nuestros problemas. No queremos motosierra, ni ajuste. Queremos más
inversión para seguridad, salud y educación. Austeridad para gobernar, sí;
sacrificios inconducentes para el pueblo, no", sostuvo el gobernador.
Tras el cruce que se dio por la
coparticipación entre Milei y el gobernador de Chubut, Nacho Torres, su par
provincial fue uno de los que se mostró más fuerte en la crítica al accionar
nacional.
Kicillof sabe que necesita dar respuestas no
solo a los bonaerenses sino también a la dirigencia política. Cabe recordar que
el Frente Renovador elevó su queja semanas atrás luego de que fuera ignorado un
pedido de reunión de parte de los intendentes.
Movimiento partidario
El margen de error es pequeño. Lo que pase en
el país y su consecuente réplica en la provincia será, también, la plataforma
desde donde el gobernador podrá lanzarse a la puja por la sucesión nacional. De
ahí la obligación política de consolidar un armado propio.
"Axel es el mejor gobernador que tuvimos en
la historia de la provincia. Y, sin dudas, tiene un futuro político grande.
Pero la mirada está puesta en poder ponerle un freno a un presidente mesiánico
que no tiene empatía por sus compatriotas. Para lo que viene, esperemos, dentro
de la ley, que haya tiempo", le cuenta a El Editor uno de los intendentes que
tiene llegada al mandatario bonaerense.
Como ya contó este medio, un grupo de jefescomunales integrado por Jorge Ferraresi, Julio Alak, Fernando Espinoza y MarioSecco, entre otros, logró unirse en pos de darle a Kicillof una estructura nosolo política sino también partidaria. Es por eso que hoy que hoy los
intendentes miran con buenos ojos la posibilidad de cambiar la conducción
provincial.
Vale mencionar que Kicillof también será de
la partida el próximo 22 de marzo cuando el PJ nacional se reúna para aceptar
la licencia de Alberto Fernández como presidente del partido. Sin embargo, pese
a los rumores, y según le confiaron a este medio, "el gobernador no está
interesado en dar esa pelea".
Sin embargo, no todo termina ahí. Sucede que
la puja que sí deberá dar el exministro de Economía durante el segundo gobierno
de Cristina Fernández de Kirchner será aquella que enfrente al peronismo
tradicional que busca restarle participación activa a La Cámpora hacia adentro
del partido.
Ya sea por acción u omisión, el gobernador
quedará inmerso en una dura disputa entre los que quieren obligar a Alberto a
que renuncie, poner un nombre nuevo y comenzar un periodo de transformación
interna para poder generar las bases y condiciones del peronismo que se viene,
para algunos, con la necesidad de retomar la tradición para mostrarse abiertos
a captar a los decepcionados de Milei.
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
La ex vicepresidenta Cristina Kirchner cargó contra Javier Milei, luego de que el mandatario aseguró que busca "meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo" con ella "adentro".