Amelia es una muñeca que representa a personas sobrevivientes de cáncer de mama, y el fin del proyecto es recaudar fondos para la causa que hace años encara la Fundación Mandinga Tatto, que lucha contra los obstáculos para quienes necesitan acceder a controles mamarios, a un diagnóstico y a los tratamientos adecuados.

El lanzamiento como todo accionar de Mandinga Tatto, tiene una historia detrás. El Editor entrevistó a Diego Starpoli, fundador y dueño de la casa más famosa de tatuaje, que también lleva adelante una gran causa social.

El Editor: ¿Hace cuántos años acompañas a mujeres sobrevivientes de cáncer de mama? ¿Recordás tu primera acción, cómo fue, cómo te sentiste?

Diego Starpoli: Hace 9 años tuve la fortuna de tomar la decisión de empezar a reconstruir areolas mamarias de forma permanente mediante un tatuaje gratuito a sobrevivientes de cáncer de mamá.

EE: ¿Por qué decidiste accionar en esta causa? ¿Y por qué en la lucha, no contra la enfermedad sino contra los obstáculos que se presentan?

DS: En la actualidad llevamos tatuadas, junto a mi hermano que también es sobreviviente de un cáncer (linfoma de hopking), a 2500 mujeres. Esto nace en homenaje a las mujeres de mi familia que padecieron esta enfermedad: mi abuela, mi mamá y recientemente falleció mi tía. Mi padre también falleció de cáncer hace ya 15 años.

EE: ¿Cómo se presenta cada persona que quiere tatuarse para tapar las marcas que deja la enfermedad?

DS: Cada mujer que llega a nosotros llega con millones de dudas y miedos ya que en su mayoría jamás se tatuaron. Nuestra paga más grande es verles las caras al verse frente a un espejo una vez que terminamos ese pequeño tatuaje.

EE: ¿En qué consiste la Fundación?

DS: En la actualidad somos una fundación que acompaña nuestros salones de tatuajes y viceversa y en la pequeña sede de la Fundación tenemos un consultorio que atendemos gratis a mujeres en lo que es prevención de cáncer de mamá. Nuestra doctora, Cecilia San Martin, es quien atiende, hace ecografías y si es necesario las punciones para derivar al laboratorio.

EE: ¿Cómo llegó la idea de la muñeca de Amelia?

DS: Nuestra fundación carece de recursos propios por lo que estamos siempre tratando de generarlos y es ahí que nace la idea del proyecto Amelia, que lleva el nombre de mi abuela materna que padeció esta enfermedad.

EE:¿Cuál es el fin de la campaña a través de la muñeca?

DS: Amelia es una pequeña muñeca que no tiene pelo por estar atravesando el proceso de quimioterapia y le falta una mama, en ese lugar tiene la cicatriz de la cirugía. Es fuerte pero es la imagen con la que tienen que convivir las mujeres durante el proceso de sanación. La muñeca tiene un pequeño escrito que indica cómo acceder a los cuidados mamarios y como llegar a nuestra fundación.

EE: ¿Qué hacen con el dinero recaudado?

DS: Lo recaudado es destinado a pagar los estudios de cada mujer que no tiene medios para poder hacerlo.

EE: ¿Qué representa Amelia para ustedes?

DS: El proyecto Amelia y esa pequeña muñeca es para nosotros una historia de amor que es necesaria para poder seguir ayudando a esa pequeña cantidad de mujeres que se acercan a nosotros y si esta gestión no existiera seguramente más de una de ellas, a las que les encontramos tumores malignos hoy tendrían un presente muy poco favorable.