Mauricio Macri parece lejos de competir en las elecciones de 2023, pero el expresidente no pierde su centralidad en el PRO. El mismo día en que Larreta oficializaba su postulación, el ex titular de Boca participó de la inauguración de las oficinas de Vidal en Retiro.

En el entorno de la exgobernadora aseguraron que no hubo intención de hacer coincidir el encuentro con Macri con el lanzamiento de Larreta. Juran que la actividad estaba acordada de antemano. Lo cierto es que la foto con el expresidente enfureció al equipo de campaña del Jefe de Gobierno.

Vidal es una de las ahijadas políticas de Larreta y hasta 2015 desarrollaron sus carreras políticas de manera conjunta. Como contó El Editor, la relación empezó a resquebrajarse para las elecciones de 2021. El mandamás capitalino peleó para que la actual diputada encabezará la boleta, algo que no le convencía demasiado.

La idea de suceder a Larreta en la Ciudad tampoco entusiasma a la exgobernadora. Si bien su postulación bajaría la tensión en el PRO, por el momento Vidal pone sus fichas en la elección presidencial.

Para Larreta eso es un problema: con Patricia Bullrich lanzada, la presencia de Vidal en una interna podría quitarle votos que pueden ser clave a la hora de decidir el candidato presidencial de Juntos. Pero podría ser aún peor: en las últimas horas circuló la versión de que Macri impulsa un acuerdo entre Bullrich y Vidal, algo que dejaría a Larreta en una situación compleja.

A nivel nacional las cosas no están mucho mejor en Juntos y nuevamente el perjudicado podría ser el Jefe de Gobierno, que necesita del apoyo radical para llegar a la Presidencia. Los casos de Mendoza y Córdoba complican el armado nacional de la alianza opositora.

Omar De Marchi, quien hasta hace pocas semanas era el emisario de Larreta para el interior, está decidido a competir con Alfredo Cornejo por la gobernación mendocina. No sería un problema si no fuera porque De Marchi podría ir por fuera de Juntos. Si eso sucede, pondrá en riesgo el triunfo del senador y podría quitarle al radicalismo una de las tres provincias que gobierna.

Se suponía que Larreta no tendría demasiados inconvenientes en hacerle rever su posición, pero por el momento De Marchi se mantiene firme. "No nos sirve a nivel nacional, genera mucho ruido con el radicalismo", le dijo a El Editor uno de los armadores del alcalde porteño.

Ahora en Parque Patricios no descartan intervenir el distrito a De Marchi, algo que rechazaban hasta hace pocas semanas.

En Córdoba, otra de las provincias clave para cualquier presidenciable, la situación es cada vez más difícil. Allí se suma un problema adicional: no hay primarias para definir el candidato a gobernador. Larreta impulsa a Luis Juez y parte del radicalismo sostiene a Rodrigo De Loredo.

Hubo varias propuestas para saldar la discusión, pero luego del triunfo radical en La Pampa, las charlas se enfriaron.

Sin una oposición unida será casi imposible destronar al schiarettismo y en Juntos lo saben. Las negociaciones continúan, pero el final es aún más incierto que en Mendoza. "Lo de Omar se va a resolver, quiere subirse el precio", señalan cerca de Larreta, donde todavía no ven una solución para la interna cordobesa.