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Cirugía despiertos: salud pública, una esperanza para el Parkinson

Una intervención quirúrgica que se practica en el Hospital Nacional Alejandro Posadas, en el oeste del conurbano bonaerense, mejora la calidad de vida de personas con Parkinson. Argentina es el único país de la región que ofrece esta neurocirugía en el sistema de salud público.

Por: Diana Costanzo
27 de mayo de 2023

Trabajar, estudiar, desplazarse, vestirse o cepillarse los dientes, suelen convertirse, poco a poco, en verdaderos desafíos para las personas que viven con Parkinson. Los temblores, la rigidez o lentitud de movimientos que provoca esta enfermedad neurodegenerativa, pueden transformar cada pequeña rutina en una proeza. Aunque no hay cura, el tratamiento farmacológico es clave para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, con el tiempo, algunos pacientes pueden perder respuesta a la medicación o sufrir efectos adversos por las altas dosis.

Para esos casos, la salud pública ofrece en el conurbano bonaerense y en forma gratuita una alternativa quirúrgica. Es que en el Hospital Nacional Alejandro Posadas, trabaja un equipo en movimientos anormales, integrado por 16 profesionales de distintas especialidades. Allí, se atienden por año unas nueve mil consultas. De ese total, alrededor de 100 pacientes son derivados a una intervención que mejora los síntomas de la enfermedad. El equipo, desde su creación hasta hoy, realizó unos 750 procedimientos quirúrgicos.

Cada caso es particular, no todas las personas pueden ser intervenidas. "Recibimos a pacientes que están en situaciones graves. En algunos, con un ajuste en la medicación mejoran los síntomas. Para definir si es conveniente la operación, se indican estudios. El equipo debe estar seguro de que los resultados serán satisfactorios y no agravarán las manifestaciones de esta enfermedad, que puede tener impacto cognitivo y conductual", cuenta a El Editor el jefe de la Sección de Neurocirugía Funcional del Hospital Nacional Posadas, Sergio Pampin.

Si bien la operación es paliativa, la mejora en los síntomas es notable. Los movimientos involuntarios desaparecen casi en su totalidad, también los temblores, y en el síndrome de la falta de movimiento, la respuesta varía entre 50 y 90 %. "Los pacientes más jóvenes vuelven a trabajar, regresan a sus actividades habituales, pero también en las personas mayores hay una respuesta favorable", explica el médico neurocirujano.


Fotos: gentileza Dr Sergio Pampín


Desde Cuba

En 2005, cuando Sergio Pampin regresó a la Argentina tras especializarse en Francia, se enfrentó a un desafío: poder brindar a las personas con Parkinson y otros trastornos del movimiento la oportunidad de acceder al tratamiento quirúrgico en el sector público. Es que en ese momento ese tipo de intervención solo estaba disponible en centros privados y suponía un enorme costo económico para el Estado.

"Conocí a colegas cubanos que estaban perfeccionando la técnica de ablación con innovaciones tecnológicas", cuenta Pampin. ¿En qué consiste? Se utiliza un electrodo conectado a un generador de radiofrecuencia que se introduce a través del cráneo hasta el cerebro; se produce un aumento de temperatura que suprime las neuronas disfuncionales. En La Habana, se habían incorporado tecnologías innovadoras. Con la participación de funcionarios nacionales y cubanos, y de profesionales como el neurofisiólogo Darío Adamec, el neurólogo Fernando Leiguarda y el bioingeniero Juan Pablo Travi, se avanzó en el intercambio. En 2009 estuvieron disponibles los equipos, y pronto comenzó a utilizarse este recurso terapéutico para pacientes que llegan de todo el país y la región.

"En Latinoamérica, sólo 5 % de la población tiene acceso a esta intervención en la estructura de la salud pública. Es un gran logro de la Argentina", se entusiasma el responsable del equipo médico en el Posadas. En 2015 se incluyó otra alternativa quirúrgica, la estimulación cerebral profunda, que logra eliminar los temblores, y que se usa en la actualidad en la mayoría de los países desarrollados. Durante la intervención, las personas están despiertas para que los profesionales evalúen la respuesta. "Los pacientes se emocionan cuando notan que su cuerpo ya no tiembla o se mueve y nosotros lloramos con ellos", relata Pampín.

La enfermedad de Parkinson es progresivamente invalidante, y afecta a entre 80 y 120 mil personas en la Argentina. Se calcula que 20 mil pueden ser tratadas con cirugía.


Foto: gentileza Dr Sergio Pampín.


De regreso a escena

Valeria Lorca es actriz. A los 50 años, el temblor en su mano derecha, al que luego se sumó su pierna, se transformó en el protagonista de su vida. Y comenzó a recluirse. Cinco años después de haber sido operada, está plena y quiere contarlo.

"Durante años consulté neurólogos que no daban con el tratamiento correcto. Conocí al doctor Pampin por una entrevista. En la Fundación CENIT, me contuvo, me indicó estudios y diagnosticó que era refractaria a la medicación", dice Valeria. Así llegó a la intervención, que en su caso se realizó en un centro de salud privado. "Estuve despierta, y escuchaba como si fuera el sonido del fondo del mar, que en realidad era la actividad en mi cerebro. Interactué con el equipo médico, con música de jazz de fondo. Me di cuenta en el acto que mi mano había dejado de temblar, también mi pierna".

Cuatro meses después, y luego de realizar terapias de rehabilitación, Valeria volvió a actuar. Su agradecimiento se traduce en acciones concretas: da charlas a pacientes en el Posadas para difundir el tratamiento. "Todo el mundo tiene que saber que esta operación se hace en la Argentina en forma gratuita, en un hospital público del conurbano bonaerense. Hay personas con Parkinson que tienen la posibilidad de recuperar su calidad de vida", enfatiza Lorca.

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