Ciencia
Un equipo científico argentino liderado por la Universidad de Buenos Aires ha desarrollado una innovadora vacuna nasal para combatir el Chagas. Se trata de un avance esperanzador para prevenir y tratar una enfermedad que representa un desafío en la salud pública en la región.
Por: Diana Costanzo
2 de septiembre de 2023
Más
de un siglo después del descubrimiento del Chagas, un equipo científico de la
Universidad de Buenos Aires (UBA) logró desarrollar una vacuna nasal preventiva
que será probada en humanos. Fue el médico sanitarista brasileño Carlos Ribeiro
Das Chagas quien en 1909 describió la tripanosomiasis americana hoy
conocida como Chagas. Si bien hay algunos trabajos avanzados en otros países,
ninguna vacuna fue aprobada, hasta ahora, para prevenir esta enfermedad que
impacta con más fuerza en las regiones de escasos recursos.
En
la Argentina se estima que hay 1,6 millones de personas infectadas y siete
millones en riesgo. Lejos de afectar sólo a las poblaciones de zonas rurales,
las migraciones han extendido el Chagas a las grandes ciudades. Es una de las
20 enfermedades que la Organización Mundial de la Salud califica como
desatendidas: es decir, aquellas de las que gobiernos e instituciones
sanitarias no se ocupan lo suficiente. Unas 12 mil personas mueren al año por
las consecuencias de la infección, en su mayoría en América Latina.
En
este contexto, adquiere relevancia el desarrollo local de la vacuna Cruzivax.
"Es un ejemplo de inversión pública en ciencia básica: si la UBA no nos hubiese
formado, y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET) no pagara las becas de quienes trabajan en el equipo, este logro no
hubiera sido posible" afirma a este medio Emilio Malchiodi, director del Instituto
de Estudios de la Inmunidad Humoral de UBA/Conicet.
El proyecto recibió apoyo económico europeo, y está formado por un consorcio internacional de 11 grupos de investigación que incluye al de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, tres grupos en Portugal, uno en España, otros en Francia, Hungría, Alemania y Bélgica.
Desde el laboratorio
Será
un hito en la prevención del Chagas, y también en su tratamiento. "Una vez que
se apruebe, será aplicada a personas sanas. La infección tiene una fase aguda,
aunque en la mayoría de los casos en un principio pasa desapercibida. Después
de 20 años o más, la enfermedad puede empezar a manifestase con síntomas. Las
complicaciones más frecuentes son cardíacas o gastrointestinales, como
megacolon o megaesófago" detalla Malchiodi, quien está al frente del proyecto.
- ¿Cómo se inició
el trabajo de investigación que derivó en el desarrollo de Cruzivax?
- Mi grupo de trabajo, que está integrado por 10 personas entre becarios, investigadores y técnicos, empezó hace más de 20 años a explorar vacunas. Este proyecto en particular se inició en 2017 en el laboratorio universitario. Una vez que obtuvimos la fórmula candidata, recibimos el financiamiento del Programa Europeo Horizonte 2020 (que otorga fondos para el desarrollo en ciencia, tecnología e innovación) por 8,4 millones de euros. La pandemia detuvo nuestro trabajo por casi dos años porque había otras prioridades y tampoco se disponía de animales para realizar las pruebas.
- ¿Cuáles fueron
las etapas del desarrollo y cómo funciona la vacuna?
- Lleva años de trabajo. Los pasos que seguimos son los habituales en la investigación científica: se generó un antígeno vacunal por ingeniería genética a partir de porciones de tres proteínas del parásito, que son importantes para infectar y penetrar en las células humanas. Se denominó Traspaína y, en combinación con un adyuvante de última generación, demostró que protege contra la infección por Trypanosoma cruzi. La aplicación del spray nasal aprovecha el sistema inmune de las mucosas, que genera una respuesta que luego se hace sistémica, o sea comienza a circular en el torrente sanguíneo.
- ¿En qué momento del desarrollo se encuentran?
- Ya se hicieron las pruebas en ratones, perros y primates no humanos, y los estudios de producción de los componentes para que se pueda administrar a personas. También se cumplieron los pasos de seguridad y toxicidad, y se realizó la formulación de la vacuna para administración nasal. Todo esto se presentará ante las agencias regulatorias para obtener autorización del estudio de fase 1 en humanos para de evaluar la seguridad y la dosis. Antes de iniciar la fase clínica, hay que terminar más estudios en animales y producir la vacuna y el adyuvante en calidad GMP (que son las prácticas definidas para garantizar los estándares de calidad de los productos). Esto permitirá inocularla a seres humanos. Con toda la información, se desarrollará un dossier para enviar a la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) que debe autorizar las pruebas clínicas. Este paso se concretará en aproximadamente un año y medio.
Una enfermedad silenciosa
El
Chagas se transmite a través la picadura de vinchucas o chinches infectadas con
el parásito Trypanosoma cruzi, o de forma vertical, de madre a hijo o
hija. La infección también se puede producir por el consumo de alimentos
contaminados, aunque no hay registros en la Argentina, o por transfusiones o
trasplantes, que están controladas en el país.
Según
la Organización Panamericana de la Salud, en las Américas se registran 30 mil
nuevos casos cada año y unos nueve mil recién nacidos se infectan durante la
gestación. En total, setenta millones de personas viven en áreas expuestas al
Chagas.
La
afección es tratable con éxito en la etapa aguda, incluso la transmisión
congénita, con los medicamentos benznidazol y nifurtimox, que se suministran
por al menos dos meses. En la Argentina,
estos fármacos son provistos en forma gratuita por el Programa Nacional de
Chagas. Sin embargo, su eficacia disminuye con el tiempo, y las reacciones
adversas son más frecuentes en personas adultas.
Cruzivax
se plantea como una alternativa terapéutica además de profiláctica. El grupo de
investigación espera que esta vacuna permita desarrollar una estrategia para
proteger de la infección y además mejorar la evolución y el pronóstico de
personas que viven con la enfermedad de Chagas.
El
desarrollo de la vacuna fue posible por el financiamiento público a la ciencia
básica. "No hay país rico o que pretenda serlo que no desarrolle la ciencia y
la tecnología. La inversión inicial debe ser realizada por el Estado porque no
se sabe qué desarrollo básico va a terminar siendo muy importante para la
humanidad" afirma Malchiodi, profesor de Inmunología en la Facultad de Farmacia
y Bioquímica de la UBA. Cruzivax es el resultado de otra de las investigaciones
que se inició en un laboratorio público argentino con el propósito de mejorar
la calidad de vida de las personas.
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