Los deportistas de alto rendimiento enfrentan cientos de dificultades y presiones. El caso de Delfina Pignatiello, la nadadora que se retira de las competencias a los 22 años, lo deja en evidencia. En este sentido, hablamos con el psicólogo deportivo Marcelo Roffé, que lleva 27 años en el alto rendimiento deportivo y es un referente en nuestro país y en el continente.

Argentina cuenta con una gran cantidad de deportistas en distintas disciplinas que son considerados como las mayores promesas, y muchos eligen dejar de lado lo que viven la mayoría de los jóvenes de su misma edad.

"Ser de alto rendimiento implica un montón de cuestiones: tener otra lógica de vida, otra forma de vivir la vida, de encararla, pero también otra disciplina y renunciar a muchas cosas. El alto rendimiento es una dictadura de los resultados. Lamentablemente muchos no ven el proceso, y lo único que importa son los resultados", explicó Roffé, que trabajó con José Pékerman durante 15 años (período en que fue elegido tres veces mejor técnico de América) en Selecciones Juveniles y en las Selecciones de Argentina y Colombia en dos Mundiales de mayores (2006 y 2014).

En el caso de la nadadora, que es una de las mayores promesas del deporte, hace unos días anunció que decidió "dar un paso al costado del alto rendimiento y la competencia", así lo escribió en sus redes sociales. Su carrera fue breve, ya que antes de cumplir 20 años logró tres medallas de oro en los Juegos Panamericanos de 2019 y se convirtió en la primera atleta argentina en la lista de clasificados a los Juegos Olímpicos de Tokio.

En Japón la competencia no resultó como esperaba y las marcas obtenidas quedaron lejos de las de sus rivales, e incluso de las suyas propias. Quedó descalificada y esto se agravó con durísimas críticas que recibió en las redes sociales. Hoy, a menos de un año de este momento, Pignatiello anunció que dará un paso al costado.

"El deporte forma parte de mi vida desde otro lado, sigo nadando y estar en el agua seguirá siendo siempre mi lugar en el mundo. Me compré una cámara de fotos y emprendí un camino artístico el cual estoy explorando con mucha curiosidad, ganas de aprender y seguir creciendo. Me hace muy feliz y me hizo soñar devuelta", declaró Delfina en un emotivo posteo que compartió en su cuenta de Instagram.

Consultado sobre cuánto influyen las redes sociales en los deportistas, el doctor en psicología y máster en coaching deportivo especificó: "Afectan negativamente si no las sabes gestionar, son un arma de doble filo. Y ahí viene el asesoramiento del psicólogo del deporte para saber cómo y cuándo publicar, que publicar, etc".

Y continuó: "Si bien son personas públicas, las redes sociales son una jungla y hay que aprender a cuidarse. En ese sentido, hay mucha gente anónima que quiere hacer daño, y el deportista de elite tiene que cuidarse mucho de eso. Le pasó a Delfina Pignatiello, que le dijeron de todo en los Juegos Olímpicos porque no obtuvo buenos resultados y hoy se está retirando, eso quiere decir que le afectó", afirmó Roffé.

Además, los deportistas tienen que lidiar con muchísimas presiones: "En el alto rendimiento son muchas, en los deportes que hay mucho dinero en juego hay más presiones, pero aun en los deportes amateur, al haber becas y sponsors siempre hay dinero en juego, hay prestigio, etc.", manifestó el especialista, que trabajó con 38 disciplinas.

Sobre esto, el psicólogo y autor del libro "¿Y después del retiro qué?", agregó: "El deportista de elite tiene que estar obsesionado y apasionado por lo que hace, porque sino no puede renunciar a un montón de otras cosas, y las presiones son muchísimas: presión por dar lo mejor que tenes, por estar a la altura de lo que esperan de vos, en muchos casos presión por ayudar a tu familia económicamente, por mantenerse, presión de la familia, del cuerpo técnico, de la gente... También aparecen los odiadores de las redes sociales, que es una nueva presión con la que hay que convivir y que hay que saber manejar. Y obviamente la presión por los resultados, que a todos nos miden por los resultados, pero el alto rendimiento es una dictadura de los resultados. Lamentablemente muchos no ven el proceso, y lo único que importa son los resultados", reflexionó.

Con respecto a las estrategias que utilizan con los deportistas para combatir las dificultades, Roffé sostuvo: "Nosotros tenemos una caja de 20 herramientas psicológicas para brindarle a los deportistas para mejorar la concentración, la toma de decisiones, para el manejo de las presiones, para disminuir los miedos, para clarificar las metas, para tener y construir resiliencia y para fortalecer la autoconfianza".

Luego agregó: "Además rescatamos al ser humano, porque muchas veces los problemas personales van de la mano de la baja del rendimiento porque se meten en la pista".

Por otro lado, Roffé también se refirió a la Pandemia, un hecho que obligó a los deportistas a frenar, algo a lo que no están acostumbrados: "Yo creo que la pandemia tuvo cosas buenas porque paró la pelota y ayudó a reflexionar, a pensar y a valorar el tiempo de otra manera a todos los seres humanos y a los deportistas de elite también".

Luego agregó: "A su vez, el deportista de elite no puede parar, está mal visto parar. Porque lo obliga el cuerpo, el entrenamiento, porque lo obligan las fechas, las competencias... Igualmente no podían entrenar como querían por el distanciamiento, por los cuidados, etc. Entonces hacían lo que podían, en lo físico y en lo técnico, y eso generó una merma de rendimiento en varios deportistas de elite y también una consecuente lista de lesiones en varios o varias al regreso".

"Lo positivo de la pandemia es que se le empezó a dar al factor mental el lugar que tiene. Muchos empezaron a acudir a nuestra ayuda, que antes no lo habían hecho y empezamos a ser más importantes de lo que éramos", explicó Roffe, que trabajó con jugadores de la talla de Messi, Agüero, Mascherano, Biglia y Tévez, entre otros tantos.

En este sentido, agregó: "Naomi Osaka y de Simone Biles son también dos ejemplos muy buenos de dos deportistas de elite exitosas que dicen basta, y que le enseñan al mundo. El mensaje es: antes de ser deportista de elite soy persona, y si como persona no estoy cómoda y no estoy a gusto, prefiero no seguir compitiendo. No es lo más importante ganar, lo más importante es sentirme bien como persona. En ese sentido, creo que son ejemplos muy buenos de frenar un poco esta maquinaria infernal y esta dictadura del resultado y de cuidar más la salud mental de los seres humanos, porque antes que exitosos y triunfadores, los deportistas de alto rendimiento son seres humanos, y evitar tragedias, suicidios, que lamentablemente son mucho mas comunes de lo que parece", cerró el doctor en psicología.