Política
El gobierno nacional frenó más de 2 mil trabajos de infraestructura en el país. El impacto bonaerense y la respuesta de Kicillof para diferenciarse del modelo del ajuste
Por: Bruno Lazzaro
6 de abril de 2024
Cuando
aún era candidato, Javier Milei, anticipó que, de llegar a la presidencia, su
modelo a seguir para poner en funcionamiento la realización de tareas de
infraestructura sería el de Chile, país que aplica un sistema que hace un mix
entre lo público y lo privado.
Lo
cierto es que hoy a casi cuatro meses de su asunción, la obra pública (tanto
como el ideal del país trasandino) se encuentra en un coma que, de no ser por
la intervención de los gobiernos provinciales, podría terminar en deceso de una
serie de trabajos que ya habían avanzado en su desarrollo para las comunidades
y que hoy exponen la cara más dura del ajuste nacional.
A su
favor, el presidente siempre fue claro al respecto. Incluso llamó a la Cámara
Argentina de la Construcción (CAC) como "Cámara Argentina de la Corrupción". Lo
cierto es que hoy el país sufre por la inacción de un gobierno nacional que
tomó la decisión de que la fecha de elaboración de un conjunto importante de
obras pase a ser, tal vez, la misma que la de su vencimiento.
El
ministro de Economía, Luis Caputo, fue contundente al respecto cuando, meses
atrás, presentó el proyecto de Ley de Bases y Puntos de
Partida para la Libertad de los Argentinos -la famosa ley ómnibus-
con la que hoy todavía lidian las y los legisladores en el Congreso de la
Nación. "No hay plata para pagar más obra pública". Y hasta se dio el lujo de
eliminar el Ministerio de Infraestructura para rebajarle el rango bajo el
dominio del economista ya como Secretaría de Obras Públicas.
El dato
es concreto. De noviembre a esta parte son más de 2 mil las iniciativas que
dejaron de ser financiadas por las arcas nacionales. Y muchos de ellas, de
seguro, no tendrán continuidad debido a que las provincias no pueden solventar
los costos que conllevan.
En este
marco, la provincia de Buenos Aires es una de las más perjudicadas por el
ajuste. Y así lo hizo saber el gobernador Axel Kicillof en los últimos días,
cuando visitó Luján para recorrer las obras de saneamiento y adecuación del
cauce del río que lleva el nombre del distrito.
"En la
provincia de Buenos Aires la obra pública no se paraliza", manifestó como
slogan para una remera que contrarreste aquella con la que los libertarios
exponen con orgullo la frase de su líder en la que afirma que "no hay plata".
Kicillof
tiene en claro que una de las formas de combatir a este gobierno nacional es a
través del incumplimiento de los acuerdos adquiridos. Algo que el gobernador
puso en evidencia cuando se refirió a que Milei "deserta de sus
responsabilidades".
Cabe
mencionar que la situación hoy en la Provincia es compleja. Según pudo saber El
Editor el Ejecutivo audita una por una las obras que se llevaban adelante con
financiamiento de Nación con la intención de continuarla con las fuentes que el
gobierno bonaerense pueda sumar.
En
otras palabras, con los capitales que puedan generar incluso del exterior como
bien quedó demostrado con la presentación del proyecto (que ya tiene media
sanción) para la creación de un Comité de la Cuenca Hídrica de los arroyos San
Francisco-Las Piedras, con el fin de darle solución a las inundaciones que
sufren los vecinos de la zona.
"Este
gobierno logró un récord: que 100.000 trabajadores de la construcción y de la
obra pública queden en la calle. Lo que un país tarda años en construir y en
lograr, este gobierno lo destruye en apenas 3 meses", le dijo a El Editor un funcionario
del ministerio de Infraestructura bonaerense.
Y
agregó que "los bonaerenses tiene el derecho a que les llegue la obra de agua,
a que sus pibes puedan ir a una escuela más cerca de su casa, a tener
hospitales y universidades. No le estamos mendigando al gobierno nacional, es
lo que les corresponde".
Para la
cartera que maneja Gabriel Katopodis, justamente el exministro nacional de
Obras Públicas, el abandono del gobierno de Milei no tiene justificación. El
funcionario, cada vez que puede, explica que la "obra pública es la industria
que más impacta en el empleo, la palanca que mueve de manera muy virtuosa el
resto de la economía".
En
concreto, el gobernador tiene en claro que será el año más complejo en lo que
refiere a la gestión. Incluso por encima de lo que sucedió durante la pandemia
ya que, a diferencia de entonces, contaba con el apoyo de la Nación.
Como
parte de lo que el Gobierno estaba haciendo en Provincia y se frenó por
decisión del gobierno de Milei hay obras de la talla de la nueva autopista
Presidente Perón, 21 km de ejecución de la Autopista Cañuelas-Azul, corredor
Mar del Plata-Olavarría, rehabilitación de la Ruta 33, ampliación de la
capacidad del Río Salado, 16 obras del entonces programa nacional de
infraestructura universitaria en 14 municipios, 91 nuevos centros de desarrollo
infantil en 65 distritos y seis escuelas técnicas de educación profesional
secundaria en 6 municipios.
"La
obra recién empezaba y quedó en un 10 %. Hay una demanda de más de 300 alumnos
que están hacinados en una escuela de formación laboral prestada. Esa es la
realidad con la que vivimos", le cuenta a este medio, el intendente de Monte
Hermoso, Hernán Arranz.
Además,
también estaban proyectadas obras en la autopista Luján-Junín, una planta de
tratamiento de líquidos cloacales en Pinamar, 27 obras de infraestructura
universitarias en 24 municipios y 290 obras del entonces Plan Argentina Hace.
Un
conjunto de proyectos que, de no poder tomar la posta provincial, quedarán en
una simple idea.
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