Como ante cada aparición de nuevas tecnologías, el mercado laboral se ve en alerta. Por un lado, quienes buscan maximizar rendimiento y ganancias; por otro, los trabajadores. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó diez ítems para tener en cuenta ante la nueva reconfiguración del mercado laboral que significa la aparición de la IA.
4 de marzo de 2023
En épocas de la industrialización, la película de Chaplin,
Tiempos Modernos, reflejó no sólo la crítica social de la época, sino que
también mostró la aparición de las máquinas y el trabajo en serie que en muchos
casos desplazaba el trabajo humano, en medio de la Gran Depresión. Hoy, y como
cada nueva aparición o evolución tecnológica se avecina en el campo laboral, la
Inteligencia Artificial se presenta como la nueva "competencia" del trabajador
humano.
A grandes rasgos se sabe que la Inteligencia Artificial (IA)
hace referencia a las máquinas o sistemas que a través de programas buscan
imitar la inteligencia humana para desarrollar tareas similares a los humanos
en base a los datos que recopilan.
Si bien es un tema que hace algunos años resuena y se
desarrolla considerablemente, en el último tiempo su aplicación se convirtió en
uno de los centros de atención. Según los desarrolladores de las tecnologías, son
evoluciones que permitirán muchas mejoras. Pero, ¿qué podría pasar puntualmente
en el campo laboral? ¿Acaso hay que preocuparse tal como durante la Revolución
Industrial, donde los obreros temían por sus puestos de trabajo?
Hace pocos días, la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) deslizó diez cosas a tener en cuenta sobre la aplicación de la IA en los
ámbitos laborales.
"A medida que la Inteligencia Artificial sigue
reconfigurando el mundo laboral, es más importante que nunca comprender su
impacto en puestos de trabajo, formación y salarios", dice el tuit de la
organización.
Como primer punto destaca: "La automatización y la IA pueden
desplazar puestos de trabajo en varios sectores", reforzando una preocupación
entre los trabajadores. A lo que agrega, en segundo lugar, que "los
trabajadores tendrán que adquirir nuevas competencias para adaptarse a las
exigencias cambiantes del mercado laboral", cual teoría Darwinista de
evolución, en este caso laboral.
También refiere a la profundización de las desigualdades, expresando
que el desarrollo de esta inteligencia corre el riesgo de exacerbar las que ya
existen en el mercado laboral. También, describe que "la calidad del empleo
puede disminuir debido a la reducción del salario, las prestaciones y la
seguridad laboral". Aunque hay que mencionar en este aspecto, que ya sucede,
especialmente desde el desarrollo de la pandemia por COVID-19 cuando se
acrecentó la incertidumbre mundial, así como se manifestó una erosión de los
salarios y un considerable crecimiento del trabajo informal, según información
de la propia OIT.
"Las mujeres son especialmente vulnerables a los efectos
negativos de la IA debido a los posibles sesgos de género de la tecnología",
dice la publicación. Al ser así, se profundizaría la diferenciación en la
participación en el mercado laboral, donde actualmente ellas representan el
47.7%, y los hombres 72.3%.
Pero, a su vez, destaca ítems algo más positivos. "La IA
crea nuevas oportunidades en ámbitos como la ciberseguridad y el análisis de
datos". Y en el siguiente punto sostiene: "La colaboración entre humanos e IA
pude aumentar la productividad y mejorar las condiciones de trabajo en
determinados sectores".
En el ítem ocho, llega al planteo de las cuestiones éticas
en relación con la privacidad, la parcialidad y la vigilancia. Mientras que en
el anteúltimo lugar describe que "el desarrollo de la IA requiere nuevas
funciones y competencias, como la ciencia de datos y el 'machine learning'".
Para cerrar, retoma una preocupación ante las inequidades,
al reflexionar que "el impacto de la IA en el mercado laboral será desigual
entre sectores y regiones, lo que requerirá prácticas específicas para cada
contexto".
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
Cerca de una decena de legisladores podría abandonar la bancada amarilla y sumarse a LLA o armar un bloque apéndice del oficialismo.