La cuenta regresiva para que el expresidente Mauricio Macri anuncie cuál será su rol de cara al próximo proceso electoral está en marcha. Antes de que emprendiera el viaje a Qatar como funcionario de la Fundación FIFA, desde el entorno del líder del PRO aseguraban que marzo sería el mes en el que se anunciaría la decisión. Tiempo de descuento. Contra viento y encuestas Macri busca la posibilidad de una revancha. Presenta su libro, sale de gira y va a programas periodísticos que le son amigables. Se sabe, la matemática y la política no se llevan bien, pero la suma de las actitudes del exmandatario lo da candidato.

Ver el nombre de Mauricio Macri en lo más alto de la boleta opositora es una idea que entusiasma a un sector del oficialismo. Es lógico, los números que dejó la gestión de Cambiemos le otorgan al Frente de Todos un abanico de argumentos que hoy le hacen falta. Pero se sabe, los hechos son sagrados y las interpretaciones libres. Números contra números gana el que domina los medios, el que crea sentido. No hace falta decir más.

El 2023 de Alberto Fernández empezó con un Macri en la boca y no paró. Cada aparición pública del presidente contó con un cuestionamiento puntual al líder del PRO. La estrategia de Alberto puso sobre la mesa dos cuestiones: la intención de disputar la reelección y el deseo de enfrentar a Macri.

Una contienda electoral contra el líder del PRO es algo que también podría sentarle bien a Daniel Scioli o a Cristina Fernández de Kirchner. Los argumentos son obvios y variados. El debate de 2015 todavía está en la retina de quienes gustan leer las páginas de política. La Cámpora también dijo lo suyo. Con Macri en el horizonte, Andrés "El Cuervo" Larroque llamó a la militancia "a romper la proscripción de Cristina". El Frente de Todos ya eligió su enemigo. Mucho más fácil que elegir candidato.

Las encuestas en las que nadie cree, pero que todos consultan, muestran un Macri que sigue debilitado. Sin embargo, todos saben que aún no hay instalado en la sociedad un clima electoral y que esos números no reflejan la realidad. Por ejemplo, los sondeos realizados por la consultora Zuban Córdoba muestran que Macri perdería las internas dentro del PRO, tanto con Patricia Bullrich como con Horacio Rodríguez Larreta. Más allá de eso, el alto número de votantes que no tiene definido a quién meterá en la urna hace que esa predicción sea endeble.

Dentro de Juntos por el Cambio también hacen cuentas. Los equipos de campaña tanto de Bullrich como de Larreta esperan la definición de Macri. Desde ambos bandos dicen que pelearán por la candidatura más allá de la decisión que tome el expresidente. Sin embargo, también en ambas orillas, coinciden en que si juega Macri las más perjudicada en esa interna será Bullrich. Otra de las coincidencias que existe en el universo PRO, por fuera del entorno de Macri, es que mientras más dilata su decisión más cae su intención de voto.

Así las cosas, ante la mirada de buena parte de la dirigencia, la participación de Mauricio Macri en las PASO sólo perjudicaría a Patricia Bullrich, que comparte discurso y núcleo con el expresidente. El resto, mira de costado, espera que llegue marzo y hace cuentas sólo pensando en octubre.