Sociedad

Sociedad

Malvinas, identidad nacional en primera persona

Con testimonios conmovedores, comparten sus historias y expresan su preocupación por la actualidad política en Argentina. Además, reflexionan sobre la reciente reivindicación de Margaret Thatcher y defienden la soberanía y la identidad nacional

Por: Nicolás Rzonscinsky
18 de noviembre de 2023

En los últimos días, y por circunstancias propias de una campaña electoral que parece haber absorbido hasta el último de los temas, las Malvinas volvieron a escena. Si bien es conocido el profundo sentimiento que despierta la cuestión en Argentina, la reciente reivindicación de la figura de Margaret Thatcher por parte de uno de los principales referentes políticos de la actualidad, revivió un debate sobre la guerra, la soberanía, nuestra historia y nuestros héroes.

El Editor reunió testimonios de tres excombatientes, su participación en la guerra de Malvinas, sus recuerdos, sus traumas y su mirada de la coyuntura política actual

Hugo Omar Moyano es clase 61, pero por una prórroga hizo el servicio militar con la clase 62. Como destino tenía la Armada Argentina y fue parte de la campaña antártica 81/82 en el el ARA rompehielos Irizar.

Después de la campaña (en abril) cuando supuestamente Omar debía recibir la baja, algo pasó. "La participación en la guerra comenzó con confusión: nadie sabía dónde íbamos. Después de la campaña todos habíamos vuelto a casa, pero nos volvieron a llamar porque iba a haber operaciones militares. Eso es todo lo que se sabía, no se hablaba de guerra", recuerda Moyano.

Ya en la Base Naval Puerto Belgrano, Moyano cuenta que "cargaron provisiones, subió gente de infantería (tropa terrestre) que estaba recién ingresando al servicio, eran de la clase 62/63". En seguida rememora: "Estábamos en el océano andando y veíamos que los chicos hacían práctica de tiro, eran chicos realmente, no tenían ni dos meses de instrucción. Recién comenzaban a conocer el arma".

El 2 de abril todo cambió, cuando llegaron a Puerto, una vez que hicieron el desembarco recibieron la noticia: "Nos enteramos que era una guerra y que estábamos retomando nuestras Islas Malvinas", agrega Omar.



Foto: Vicente Robles.

El 2 de mayo de 1982 se produjo el hundimiento del ARA General Belgrano, cuando Moyano junto a sus compañeros volvían a Puerto Madryn. "Ese día nos quedamos en el puerto, teníamos mucho miedo. Sabíamos que el submarino británico que hundió el Belgrano estaba dando vueltas y podía pasarnos lo mismo".

Hugo es humanista y cree que nada bueno puede salir de una guerra, una de las pocas cosas que rescata de Malvinas es "la solidaridad de los marineros con todos los soldados, su actitud fue muy importante" y suma el trabajo de los equipos de enfermería y doctores "que no tenían descanso".

El excombatiente, además, reflexiona sobre la puesta en valor de la figura de Margaret Thatcher -la primera ministra británica que ordenó y reivindicó el hundimiento del crucero ARA General Belgrano en el que murieron 323 argentinos-, por parte de un importante espacio con posibilidades de gobernar argentina. "Uno puede ver que siempre son los mismos los que denigran las Islas Malvinas, o veneran otros héroes que no son los argentinos".

Y agrega: "Desde que retomamos la democracia hasta hoy, si nos fijamos cuáles son los gobiernos que defendieron la soberanía, son pocos. Me parece una provocación el venerar a Thatcher, sea quien sea que lo haga. Una falta de respeto a todos los veteranos, a sus familias y a los que quedaron allá. Es una falta de respeto total", dice afligido.



Foto: Vicente Robles.


Malvinización

Fernando Cangiano fue soldado de una unidad de Ejército llamada Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada N° 10, un escuadron de tanques, que por entonces tenía su asiento en el cuartel de La Tablada, partido de La Matanza, aunque hoy se encuentra en la localidad de Arana, La Plata.

Luego de su participación en el conflicto, publicó el libro Malvinas, la cultura de la derrota y sus mitos centrado en el fenómeno de la 'desmalvinización' para mostrar que la narrativa que se construyó en los '80 y '90 "perseguía el objetivo de crear las condiciones para imponer sin resistencia el programa neoliberal".

Para Cangiano "una sociedad malvinizada hubiera enfrentado de pie la entrega del país, como sucedió entre abril y junio del '82". Pero, "lamentablemente 'la intelligentzia' pseudo-progresista que habitaba en las universidades (y que aún lo hace) contribuyó de manera decisiva en la tarea de construir ese imaginario social con toda clase de mitos y falacias, que son las que intento desmontar en mi trabajo".



Foto: Vicente Robles.

La profundización de esta reflexión lo lleva a afirmar que ese discurso desmalvinizador "tuvo un efecto nefasto para quienes pertenecemos al campo nacional y popular. El más grave quizá haya sido instalar la idea del posibilismo, o del anti-posibilismo en realidad, que consiste en decir que no hay posibilidad de enfrentar a los poderosos de este mundo porque, de hacerlo, nos espera una irremediable derrota. Nos han sustraído lo más importante: la confianza en nosotros mismos".

Fangiano cuenta que pertenece a un colectivo de veteranos que se llama 'La Malvinidad', desde allí emitieron un comunicado para denunciar "la escandalosa reivindicación, así como las declaraciones del mismo espacio con respecto a respetar la autodeterminación de la población implantada por el imperio británico en nuestras islas".

Sobre esto, el escritor y excombatiente agrega que "la posibilidad de que personajes de esa prosapia ideológica ganen las elecciones es escandalosa, pero a la vez deberíamos pensar críticamente qué pasó en el campo nacional y popular que no se pudieron resolver los problemas del pueblo". Al realizar esa reflexión agrega: "La desmalvinización del país quizá sea una de las claves para entender el dramático momento en el que nos hallamos".



Foto: Vicente Robles.

Por último, este medio charló con Ramón Garcés que fue incorporado al Servicio Militar Obligatorio como soldado conscripto el día 11 de enero de 1982, con 18 años de edad, y pese a vivir a cien metros de la I Brigada Aérea de El Palomar, lo enviaron a la IX Brigada Aérea de Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut.

Ramón cuenta que prácticamente no tenía instrucción general pero "por mi buen manejo y puntería con las armas, me incorporaron al Grupo de Artillería Antiaérea Rheinmetall (RH) de 20 mm, compuesto por nueve cañones antiaéreos".

Una de las experiencias que dejó una marca profunda en Garcés es el hecho de haber salvado la vida de cuatro compañeros, "uno ante el ataque rasante de un avión Sea Harrier, otro que pude sacar mientras se estaba ahogando en una entrada del mar, luego de haberse caído producto de los nervios y el miedo que lo atravesaba, y dos artilleros que pudimos rescatar en el medio de un bombardeo naval interminable".

Al volver, Garcés también necesitó volcar su experiencia, en su caso en un soporte audiovisual, filmó Entre Dos Mundos - Una película de posguerra, preocupado por "la cantidad de suicidios de veteranos de Guerra y excombatientes de Malvinas, invisibilizados por los medios de comunicación.

En el año 2016 decían que se habían suicidado alrededor de 500 héroes de la patria, y hoy se estima que ya superaron los 1000. "Tuve la suerte de que el protagonista, en el papel de veterano de Guerra, lo interprete Coco Sily, quién no quiso cobrar un peso porque lleva la Causa Malvinas tatuada en su cuerpo y alma", cuenta Ramón.

En 2016, durante la gestión de Mauricio Macri en Argentina su película no pudo ser proyectada en el Museo Malvinas. "Lamentablemente ese gobierno censuró la posibilidad de que la película fuera proyectada en el Museo Malvinas", recuerda. Y agrega: "Esta censura hizo que el interés sea mayor, y el canal Crónica TV ofreció emitirla".

"Después de más de 7 años de proyectarla en escuelas, universidades, centros culturales, clubes, plazas, y otros espacios. el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) me ofreció incorporarla en su plataforma de CINE.AR".

A Garcés también le impactó la reivindicación de Thatcher en los tiempos que corren y lo inscribe en una línea histórica: "Las palabras de esos sectores políticos, son la continuidad de la entrega de nuestra soberanía firmando el Pacto Foradori - Duncan, de la propuesta pública de cambiar nuestras Islas Malvinas por unas vacunas, o las expresiones de un diputado que desaforadamente sostuvo que, no solamente las Malvinas son británicas sino toda la Patagonia argentina es británica".

"Estas expresiones llenan de dolor a todos los veteranos de guerra y excombatientes de Malvinas, que seguimos sufriendo las secuelas de la posguerra. No puedo imaginar el dolor de los sobrevivientes del hundimiento del Crucero General Belgrano o de los familiares de esos 323 héroes de la patria que hoy custodian las aguas de nuestro Atlántico Sur", cerró.

Comparte tu opinión, dejanos tu comentario

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

Política

Ley bases: del dictamen al recinto todo puede pasar

Las negociaciones de Guillermo Francos garantizaron las firmas para el dictamen, pero no hay certezas sobre que sucederá en el recinto// Por Antonio Riccobene