El Estado presentó, hace pocas semanas, la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal (ARICCAME) un organismo que regulará la cadena de producción y comercialización nacional, así como la explotación de la planta, sus semillas y derivados para uso medicinal. El ente será el encargado de impulsar las medidas públicas de regulación del uso de esa planta medicinal e industrial en todo el territorio nacional.

Ahora bien, ¿cómo repercute esto en las organizaciones o personas que cultivan cannabis y producen aceite para uso medicinal? El Editor entrevistó a Gabriela Cancellaro, Integrante de Mamá Cultiva Argentina, para conocer la opinión sobre la creación de la Agencia y los avances en el marco regulatorio.

El Editor: ¿Cómo recibieron la noticia de la conformación de la Agencia Regulatoria de Cannabis?

Gabriela Cancellaro: Nosotras celebramos todos los avances que se logran en materia regulatoria porque entendemos que son un paso más hacia la regulación total de la planta que es la deuda pendiente que tenemos todavía. Así que nos alegra que finalmente se ponga en marcha esta Agencia por la que estuvimos esperando desde que se reglamentó la Ley el año pasado.

EE: ¿El funcionamiento de la Agencia afecta a quien cultiva o produce aceite para sí o para un familiar?

GC: No afecta a quien cultiva, ni a quien hace aceite para sí o para un familiar. Vamos a poder seguir cultivando y haciendo lo que venimos haciendo. En todo caso lo que trae son más opciones para quienes por ahí no quieren cultivar o no quieren producir su aceite, para tener acceso de manera regulada a un producto que tenga una calidad comprobada, que esté acompañada por una ley de producción. Así que, si afecta, afecta por la positiva para quienes desean acceder a esa opción.

EE: ¿Las mamás que cultivan tendrán que solicitar licencia en este ente para cultivar y producir aceite?

GC: No, no vamos a tener que solicitar licencia para cultivar porque eso está regulado por la ley que existe ahora que es la 27350, Ley de Investigación Médica y Científica del Cannabis y derivados, a través del Registro de Programa de Cannabis (REPROCANN). Eso va a seguir igual, no hace diferencia ni vamos a tener que pedir un permiso especial más allá de la autorización que solicitamos al REPROCANN con la derivación de un medique que esté también inscripto en el sistema. Así que no nos van a pedir licencias a las personas usuarias o a las personas cuidadoras que cultivan para alguien más.

EE: ¿Qué esperan del organismo en cuestión?

GC: En principio habrá que ver cómo se implementa, como empieza a funcionar y ahí recién vamos a poder tener una mirada sobre las ventajas y desventajas de la ARICCAME.

EE: ¿Crees que falta difusión sobre el uso medicinal del cannabis y sus derivados?

GC: Sí. Si bien se ha avanzado muchísimo en lo que tiene que ver con la difusión e información, hay muchísimas capacitaciones a manos de las organizaciones como la nuestra que estamos por lanzar una diplomatura en el mes de marzo y venimos realizando una formación interdisciplinaria, todavía falta difusión de la autoridad de aplicación que es el Ministerio de Salud de la ley actual, que está vigente. Pero también entendemos que estas cosas llevan tiempo y se van haciendo en la medida en que hay no sólo voluntad política sino también las posibilidades materiales de hacerlo.

La difusión nunca es suficiente, por ahora. Entendemos que hay mucho para hacer, sobre todo en lo que tiene que ver con el sistema médico que todavía desconoce fuertemente en su mayoría los beneficios, los usos, las propiedades que tiene el cannabis para las personas que lo utilizamos.

EE: Desde tu lugar y experiencia ¿crees que se superaron los juicios de valor sobre la planta de marihuana o aún falta para ello?

GC: Se avanzó mucho, se han superado prejuicios y miedos, pero todavía existen tanto desde el sistema médico como de las personas que por ahí consumen los grandes medios de comunicación, hay mucho desconocimiento. Hay mucho prejuicio mismo de la clase política todavía para acceder a la planta, estamos todos todavía intentando salir de un paradigma que es prohibicionista de la planta, que es represivo en sus usos todavía. Entonces sí todavía falta mucho. Pero si es cierto que, en los últimos años y de la mano de las organizaciones como la nuestra, hubo muchísimos avances en este sentido.

Y si bien la gente a veces desconoce, confía también en el boca a boca. Porque la gente que utiliza cannabis para su salud ve los beneficios y los cuenta a sus comunidades, a sus seres queridos y de esa manera se va difundiendo también y se van superando esos miedos con el uso y la aplicación práctica.

Falta, falta menos que antes. Son pasitos que se van avanzando de a poco y que ya llegaremos, esperamos, a la regulación total de la planta y a superar todo estos mitos y prejuicios que todavía existen sobre ella.

ARICCAME

Es la Agencia que regula la importación, exportación, cultivo, producción industrial, fabricación, comercialización y adquisición, por cualquier título de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales.

Objetivos generales:

• Establecer mediante la reglamentación respectiva, el marco regulatorio de toda la cadena productiva y comercialización nacional y/o la exportación de la planta de Cannabis Sativa L., semillas y derivados con fines de uso en favor de la salud y cáñamo industrial.
• Promover un nuevo sector productivo agroindustrial destinado a la fabricación con fines comerciales de medicamentos, fitoterápicos, alimentos y cosméticos de uso humano, de medicamentos y alimentos de uso veterinario, así como de los distintos productos que posibilita el cáñamo industrial.
• Generar el marco para la adecuación al régimen regulatorio, del cultivo y la producción de derivados de cannabis para uso en salud ya existente, garantizando la trazabilidad y la calidad de los productos con el fin de resguardar el derecho a la salud de las personas usuarias de cannabis medicinal.
• Reintroducir el cáñamo en Argentina y todos sus derivados: alimentos, materiales de construcción, fibra textil, celulosa y bioplásticos de bajo impacto ambiental.
• Fomentar la investigación científica y el progreso tecnológico sectorial, potenciando las condiciones propicias para estas industrias existentes en nuestro país.