Mario Bros: ¿el futuro del gaming o el fin de la privacidad?

El ícono de los videojuegos de plataforma se mete en nuestros hogares, literalmente. Mario Kart Live convierte nuestra sala de estar, a través de vehículos de juguete con cámaras, en un circuito de carreras interactivo. Y son muchos los que cuestionan la decisión de Nintendo de llenar nuestra casa con cámaras en HD.

12 de enero de 2023

Mario Bros recorrió gran parte del mundo durante las fiestas, y no precisamente para rescatar a la Princesa Peach. Muchos niños y niñas que poseen la consola Nintendo Switch tuvieron la suerte de encontrar al personaje japonés -aunque de rasgos italianos- bajo el arbolito en Nochebuena.

La empresa conocida por la Wii y los juegos de Pokémon dijo "presente" en las ofertas de fin de año. El Mario Kart Live cumple dos años desde su lanzamiento. Sin embargo, rebajó su costó a 60 dólares en su tienda oficial, cuando antiguamente costaba 100. Por esta decisión, cientos de familias aprovecharon para obsequiar a sus hijos con el amigable y caricaturesco plomero de gorra roja.

Yendo de las cañerías al living

Todo indica que el furor por Mario Bros ha sido considerable, no solo porque fue tendencia de búsqueda en Google, sino por las reproducciones que obtienen los videos relacionados a este personaje. Un Reel de Instagram de @randomfamilyfun sobre el último Mario Kart suma 22 millones de vistas, y contando. En el video, puede verse a un niño probando su nuevo "chiche" recién estrenado y con la caja todavía tirada en el piso.

Ahora bien, ¿por qué tanto escándalo por un videojuego? Lo que sucede es que esta entrega emplea realidad aumentada, o en otros términos: interactúa con el mundo real. Mientras que las versiones anteriores de este juego de carreras transcurren en un circuito ideado por los desarrolladores nipones, Mario Kart Live utiliza como pista cualquier habitación de nuestra casa.

El Mario Kart Live visto desde la pantalla de la Nintendo Switch, con un mapa del circuito, el personaje animado y rivales controlados por el juego. (Fuente: Nintendo España)

Cuando prendemos el juego y le damos start, los pasos a seguir son muy simples. Primero, elegimos un cuarto espacioso y donde no transite mucha gente, al menos durante la sesión de juego. Segundo, decidimos cuál será el recorrido del coche miniatura y colocamos los carteles numerados que vienen en el empaque. Finalmente, posicionamos los juguetes de Mario y Luigi en el punto de largada.

La realidad aumentada se encargará del resto. Cuando avancemos con el joystick, el automóvil de juguete se moverá por la casa y, gracias a la cámara que tiene en su "baúl", veremos todo en la pantalla de la televisión. Eso sí: roguemos por que no pase en ese momento una mascota curiosa o un pie que aplaste al pequeño corredor italiano.

Un pasatiempo que no envejece

Así es la versión más moderna del juego de Nintendo, pero ¿cómo era la primera? Si nos remontamos al primer Super Mario Kart, aún estaban de moda las prendas oversized y los pantalones anchos

En 1992, las posibilidades en la informática eran más acotadas. Los videojuegos apenas contaban con cámaras en primera persona, mandos rudimentarios y juegos sin conexión, mientras que la consola Super NES no superaba los 128 Kb de memoria RAM , cuando hoy una computadora promedio tiene 60 mil veces más.

Partida del videojuego Super Mario Kart de 1992 (Fuente: World of Longplays)


La esencia, a pesar de todo, se mantuvo intacta: los personajes para jugar, el objetivo de dar vueltas a un circuito cerrado, la recolección de monedas, los obstáculos y los poderes especiales para beneficiarse o perjudicar al rival. Si la rueda ya funciona, no tiene sentido reinventarla... mucho menos si son cuatro.

Treinta años en el futuro, a Mario Bros se lo ve un poco más nítido, pero está igual de joven y animado que el primer día. A pesar de ello, la realidad aumentada hizo su deber y ahora podemos disfrutar de un juego para toda la familia... aunque no todos lo vean así.

El ojo que todo lo ve

"¿Así que ahora Nintendo está monitoreando y espiando nuestros hogares y recolectando información también? ¿Qué tan asombroso es eso?" escribía sarcásticamente un usuario en los comentarios de Instagram. Parece que, al igual que la sonrisa, el descontento también es contagioso.

Muchos fueron los cuestionamientos a este videojuego de AR (Augmented Reality) que, en su premisa, parece tener las mejores intenciones. Por un lado, se criticó la dinámica de interactuar con juguetes reales de manera virtual. "¿No sería aún mejor si de verdad estuvieran jugando con los muñecos en vez de quedarse mirando a la pantalla? Entiendo el concepto, pero parte de la diversión era literalmente correr con los autos alrededor de la casa cuando éramos niños" opinó un internauta que recuerda con nostalgia los juegos de su infancia.

La realidad es que el niño que juega al Mario Kart en la Switch nunca tuvo razón para jugar con autos de juguete físicos. Desde su lanzamiento en 1992 hasta la fecha, el juego de carreras ha sido digital y nunca se le ha reclamado a un jugador del Need For Speed, Forza Horizon o Gran Turismo que "salga al jardín a jugar con los autitos". Es más: esta especie de híbrido entre lo digital y lo analógico es de los mejores intentos de reencontrar a los jóvenes con los muñecos de plástico.
Por otro lado, es hasta cómica la fantasía de los escáneres controlados por China, Rusia, Corea del Norte o Japón para robar información de nuestras casas con vaya a saber qué propósito. De más está decir lo errado que sería pensar que todos estos países son lo mismo.

Por lo tanto, quien tenga temor de ser espiado, además de tapar la cámara de su celular, webcam, o notebook, podría empezar por no comprar el juego. Aunque -como una vez escribió Oscar Wilde- "Hacer nada en absoluto es la cosa más difícil en el mundo, la más difícil y la más intelectual". Algunos quizá deberían comenzar a practicar eso: el arte de no hacer nada.

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