Los invisibles volverán a ser clave. Los que la política no ve salvo que corten un puente, una ruta o una avenida se organizan una vez más, pero para ir a las urnas. Otra vez, los movimientos sociales tendrán un rol determinante, pero será en la arena electoral. No siempre se trata de sumar, a veces sólo de contener. A veces no se trata de interpretar la demanda desde un atril, sino de llenar los platos de los hijos de los que se cayeron del sistema. Encuestas en mano los dirigentes sociales que pergeñaron La Patria de los Comunes pueden gritar: "¡Teníamos razón!". Los movimientos sociales se transforman lentamente en un dique de contención que impide la fuga "por abajo" del voto peronista de los barrios populares. Una zancadilla a la izquierda clasista y a la derecha irresponsable. ¿Alcanzará?

En una Argentina que, según las estadísticas, se parece cada vez más a La Matanza y menos a Palermo, los dirigentes sociales corren con ventaja. No ven la realidad desde la ventanilla del asiento trasero de un auto oficial que maneja un chofer de planta permanente. La política en primer plano. El puerta a puerta donde no hay puertas, sólo cortinas. Patear las veredas, en donde no hay veredas, sólo tierra y pasillos.

Entre lo aspiracional y la realidad buena parte de la población construye su voto. Fake news por las redes y el reality show de turno por la noche. Las noticias en el barrio se cuentan en primera persona. Inflación e inseguridad. El rodaje de un film cotidiano que los tiene como protagonistas y que se transmite en vivo por siete señales de noticias. En los barrios populares está la Argentina que se cuenta, pero a la que no se le da solución.

El abrigo para los "sin Estado" son los movimientos sociales. No es novedad. La organización política sólo tardó un poco más. Hubo intentos anteriores. Experiencias breves y fracasos. En Marcha fue un espacio conformado por referentes de los movimientos sociales a mediados de 2018. Tuvo su lanzamiento formal en el microestadio de Ferro. Murió antes de nacer. Casi nadie lo recuerda. La experiencia del Movimiento Evita de acompañar a Florencio Randazzo y enfrentar a Cristina Fernández de Kirchner tampoco fue exitosa. Quizá la tercera sea la vencida. Los números que escupen las encuestas señalan que el rumbo fijado por los movimientos sociales es el correcto. ¿Ganarán la elección? Difícil. ¿Contribuirán a evitar una derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires? Probablemente. Los consultores Enrique Zuleta Puceiro y Manuel Zunino coinciden en esta visión: La Patria de los Comunes contiene el voto desencantado del Frente de Todos en los barrios populares.

Manuel Zunino, en diálogo con El Editor detalló: "La Patria de los Comunes le saca votos a la izquierda y contiene el voto desencantado del Frente de Todos. Eso se ve claro en la Matanza".

"Ante la oligarquización de la política de los municipios la gente busca una alternativa. En los nueve partidos donde los movimientos sociales se organizaron y formaron un partido tiene un piso del once por ciento. Esto ya pasó. Ganaron Moreno en la última elección", explicó Zuleta Puceiro. En ese marco, si bien hay una confrontación en la elección municipal, todo suma para la elección provincial y nacional.

Los números del Observatorio Social de la Universidad Nacional de La Matanza le dan a Patricia "La Colo" Cubría un 8,6 por ciento de intención de voto dentro de la interna del Frente de Todos. Si bien está por debajo de los 17 puntos que obtiene la figura de Verónica Magario y los 15 de Fernando Espinoza logra su cometido. Contiene. Romina Del Pla, la candidata del Frente de Izquierda en ese distrito, muestra una caída importante y apenas cosecha el 4 por ciento de intención de voto. Los casi nueve puntos que suma Cubría se vuelven fundamentales para que el peronismo se acerque a sus números históricos en el partido más poblado de la provincia de Buenos Aires.

Al cierre de esta edición las encuestadoras no habían terminado de procesar los números de Juan Grabois a nivel provincial. Sin embargo, la expectativa es que el efecto se replique hacia arriba y que la figura de Grabois, como referente de los movimientos sociales contenga un alto porcentaje de los votos que se podrían fugar por la falta de respuestas del Gobierno nacional.

Los movimientos sociales que fueron la rueda de auxilio de la democracia después del estallido de 2001 y se transformaron en garantes de la paz social durante la pandemia, hoy buscan transformarse en parte de los cimientos de la reconstrucción del peronismo. En un país que cuenta con un 40 por ciento de su sociedad hundida en la pobreza y con el 50 por ciento de la economía en negro los dirigentes sociales emergen por su propio peso. Así como en la Argentina de la sustitución de importaciones la CGT sacaba pecho y hacia tallar su volumen en la contienda electoral, más temprano que tarde aquellos que representan a la mitad de la población económicamente activa de la Argentina recogerán lo que es suyo. El futuro llegó hace rato. El sindicato de los excluidos, el único que creció de forma constante durante la última década en el país, comienza a ordenar la política desde abajo.