Por voto unánime, la Legislatura de Tierra del Fuego declaró como "Área Natural Protegida" a la Península Mitre, que es considerada una zona de incalculable valor ambiental por contener el mayor reservorio de carbono de toda Argentina.

"Siento emociones encontradas, por la tristeza de lo que estamos viviendo los fueguinos en el corazón de la Isla, y por este proyecto de ley que llevaba más de 32 años de demora. De todos modos, no puedo dejar de sentirme emocionada y feliz", dijo a la prensa local la diputada Myriam Martínez, una de las autoras de la ley, sobre el resultado de la votación, mientras al mismo tiempo se producía un incendio en Tolhuin.

La península está ubicada al sureste de la provincia y cuenta con un ecosistema único. Tiene, además de un vasto registro de yacimientos arqueológicos, unos 2.400 kilómetros cuadrados de turbales. De hecho, el 84,4% de todos los turbales del país se ubica allí. De hecho y a modo de comparación, su extensión es equivalente a 25 veces la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los turbales son esenciales para mitigar la crisis ambiental actual porque capturan y retienen carbono.

Los turbales son formaciones de un tipo de humedal que permite absorber y retener el carbono. Esta característica es fundamental en la mitigación de la actual crisis climática. "Eso no es solo importante para los fueguinos, sino también para toda la Humanidad", declaró Martínez. Y destacó la importancia en la preservación "de un ecosistema sumamente frágil", que permite aplacar la problemática ambiental actual para "las generaciones presentes y venideras".

A su vez, Península Mitre es un sitio de gran relevancia natural por sus áreas terrestres y marinas, donde habitan, migran y se alimentan varias especies amenazadas o directamente en peligro de extinción. Algunas de ellas son la ballena jorobada, el huillín y el pato vapor común. El cuidado de bosques submarinos en excelente estado también potencia la biodiversidad como la importancia de todo el ecosistema. Lo que, en definitiva, lo hace uno de los rincones puros de todo el planeta.

Protesta, necesidad y aprobación

Distintas organizaciones ambientalistas tanto locales como nacionales y entidades científicas exigieron la protección de la Península Mitre ininterrumpidamente a lo largo de treinta años. El paso del tiempo y la preocupación por el cambio climático fueron claves en el impulso del compromiso por la preservación de este espacio natural único.

Por eso, finalmente y a través de la plataforma Change.org, la idea se convirtió en una petición que logró reunir nada menos que 160 mil firmas. Después, en mayo de este año, logró estado parlamentario en mayo de este año. El proyecto de ley contiene 20 artículos y fue presentado por las diputadas Laura Colazo y Myriam Martínez.