"Hay muchas razones para creer que el cambio climático podría volverse catastrófico, incluso con niveles modestos de calentamiento", afirmó Luke Kemp, autor del artículo científico publicado en la revista Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Destacan que el calentamiento global "extremo" podría hacerse realidad y sin embargo no se le está prestando la atención debida.

Sostienen que si ello sucediera podría, como consecuencia, provocar la extinción de la especie humana.

"El cambio climático ha jugado un papel en cada evento de extinción masiva. Ha ayudado a derribar imperios y ha dado forma a la historia", dicen. Por esto sostienen que se debe investigar más extensa y profundamente la posibilidad de "la jugada final del cambio climático".

Creen que es necesario tener una gestión de riesgos para los peores escenarios posibles. Piden al Panel Internacional de Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC por sus siglas en inglés), que realice estudios más específicos sobre estos riesgos que podrían ser catastróficos.

Los informes del IPCC, y el Acuerdo de París, establecen un compromiso de los países miembros a mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2°C. Sin embargo, el análisis actual, estima que el aumento de la temperatura podría ser de 3°C.

Ya en marzo pasado, el secretario de la ONU, Guterres, recordó que para poder mantener el aumento de temperaturas en torno al 1,5° debía producirse una reducción drástica del 45% en las emisiones de dióxido de carbono de 45% para 2030. Entonces el funcionario dijo: "Estamos caminando sonámbulos hacia una catástrofe climática", refiriéndose a que en esta década siguiendo los planes actuales de los gobiernos se aumentaría en un 14% las emisiones de dióxido de carbono.

El estudio encabezado por Kemp, estima el aumento de los 3°C para 2070, impactando a 2 millones de personas. Para entonces, "estas temperaturas y las consecuencias sociales y políticas afectarán directamente a dos potencias nucleares y siete laboratorios de máxima contención que albergan los patógenos más peligrosos. Existe un serio potencial de efectos colaterales desastrosos", dijo Chi Xu, otro de los investigadores a cargo del nuevo informe.

La preocupación de los científicos refiere a los impactos más allá de las altas temperaturas, a todo lo que deriva de ello como las consecuencias financieras, nuevas enfermedades, que podrían determinar otras preocupaciones. Por ejemplo, un desastre natural como un ciclón o tornado, puede dejar sin electricidad a la población y eso acarreará otras complicaciones especialmente para los sectores más vulnerables.

Por ello se focalizan en la necesidad de la realización de más estudios sobre los puntos de inflexión o no retorno.

Los especialistas destacan la importancia de estudiar los peores escenarios, no para generar susto en la población, sino para estar preparados para tener opciones de reacción, como considerar opciones de emergencia, o informar mejor.

Los avisos de los especialistas y activistas en defensa del medioambiente son continuos, pero las acciones no tan visibles o palpables. Ya en 2018 la ONU advertía que la diferencia de medio grado en el aumento de la temperatura, sería catastrófica. Con dicho informe ya se sostenía que con aumentos de 1,5°C se llegaría a niveles que pondrían en riesgo la habitabilidad del planeta Tierra.

En 2018 se advertía sobre el aumento en 2 grados del calentamiento global, provocando la desaparición de los arrecifes de coral, el aumento del nivel de los mares en 10 cm dejando expuestas a más de 10 millones de personas a inundaciones, y un impacto en la acidez y temperatura de los océanos, entre otras cuestiones que a su vez derivan en otras consecuencias. Se planteaba como límite 2030 para lograr cambios.

No hace falta demasiado esfuerzo para imaginar lo que sucedería si aumenta 3 grados, para 2070, cómo estima el nuevo informe.