Sociedad
La Casa para la Difusión del Islam, ubicada a metros del Fuerte Apache tiene un fuerte compromiso religioso pero también social. El trabajo del Sheij Móshen Ali se destaca por su dedicación al servicio social en la comunidad
Por: Nicolás Rzonscinsky
15 de julio de 2023
Ediciones del Corán en distintos idiomas se pueden encontrar en la biblioteca de la casa de Difusión del Islam. Foto: Silvana Colombo.
El nacimiento de la Casa se desprende de una historia ligada a la cuestión identitaria y barrial: Móshen nació en José Ingenieros, que limita con en el partido de Tres de Febrero, cerca de la General Paz. Ahí funciona la Asociación Islámica Alawita de Beneficencia, "una de las instituciones árabe-islámicas más antiguas del país, pionera en la provincia de Buenos Aires, donde funciona una escuelita de idioma araba", relata Alí. Se trata de un club de grandes dimensiones donde, además, se llevan a cabo numerosas conmemoraciones, actividades, rezos y ayunos. "Es un club muy lindo, allí también velamos a nuestros muertos, casamos a nuestros hijos, celebramos nuestros cumpleaños. Es polifuncional: jugamos a la pelota o tomamos un café con un amigo", agrega el sheij.
Con esa experiencia como marca, Móshen comenzó a buscar un espacio físico donde dedicarse a lo islámico con independencia de la cuestión árabe. "En 1995 buscando opciones, viendo las casas que se podía comprar, vimos esta y nos pareció apropiada la ubicación, la dimensión que tenía. La construcción estaba apenas por la mitad, pero, gracias a Dios, con mucho esfuerzo pudimos terminar de construirla en todos los sentidos: en su estructura edilicia, humana y religiosa", enfatiza.
El complejo habitacional Fuerte Apache está apenas a un kilómetro de la Ciudad de Buenos Aires, ocupa 26 hectáreas en las que se distribuyen 11 núcleos de 3 torres de diez pisos cada uno. Allí, se estima que residen cerca de 60 mil personas. "El hecho de que la Casa estuviera a dos cuadras del Barrio Ejército de los Andes, fue alentador", agrega Alí.
El trabajo cotidiano de la Casa para la Difusión del Islám, se centra en un principio común en las grandes religiones monoteístas: el servicio al prójimo. Móshen Alí lo explica: "Para nosotros, relacionarse con la gente, para servirla, es lo mismo que relacionarse con Dios. Nuestro trabajo nunca está dirigido a convencer o ganar prosélitos o creyentes de otras creencias o religiones. Nuestro objetivo es servir a Dios a través del servicio al prójimo, con especial atención a los más débiles, los más necesitados, a quienes requieren más ayuda". Por eso, establecerse en las cercanías del Fuerte Apache ha sido de gran importancia para ellos.
Casa de difusión del Islam en Ciudadela, en el frente hay un limonero plantado por Mohsen. Foto: Silvana Colombo.
Su labor implica un contacto personal y abarca una amplia gama de actividades, "entre ellas destacamos la acción social, hay mucha distribución de alimentos que dona gente de la comunidad o de la ayuda que recibimos de acción social de la provincia de Buenos Aires, además de nuestras contribuciones. Nosotros salimos a buscar personas que se encuentren en situación de calle o que viven en condiciones precarias. Tratamos de socorrerlos por lo menos con la asistencia de ropa, calzado y alimentos. También colaboramos con muchos comedores que están dentro del Fuerte Apache, e instituciones religiosas que están a pocos metros de nuestra Casa", cuenta Alí.
El trabajo cotidiano de acción social y difusión se entrelaza con el resto de las instituciones cercanas. "El diálogo con las instituciones del Estado es fluido. Hemos visitado decenas de escuelas que nos invitan a hablar del Islam, a discutir las cuestiones que pasan. También visitamos hospitales, tenemos una actividad una vez al mes donde visitamos personas que ni siquiera conocemos, no para llevarle una palabra proselitista, sino para llevar un jabón y lavarle la cabeza a un viejito que por ahí no tiene quien lo atienda, afeitar a alguno, tomar un mate con otro, charlar y hacerle compañía a alguien que no la tiene". continúa el sheij.
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