Ante la violencia de género se observa que muchas veces no todo queda en el maltrato del agresor hacia la mujer. En ocasiones esa violencia se traslada principalmente a los hijos, pero también familiares, personas cercanas, mascotas de la violentada por parte del mismo perpetrador como forma de "escarmiento".

La diputada del Frente de Todos, Mónica Macha quien encabeza la comisión Mujer y Diversidad, presentó un proyecto de Ley que busca la visibilización de estos delitos, donde quien agrede desplaza la violencia, principalmente hacia los hijos para ejercer daño.

Se busca modificar el artículo 3 de la Ley 26.485; de "Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales", asegurando la atención de los involucrados en este tipo de violencia.

En primer lugar, debe dejarse claro qué entiende el proyecto de ley como violencia de género, por lo que establece que "se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión; que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado; basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial". Y especifica puntualmente que involucra conductas que afecten "su seguridad personal como así también la que se ejerce contra sus hijas/os; objetos; animales o personas significativas para la mujer".

Hasta hoy el concepto de "violencia vicaria" no se contempla en la ley argentina, por lo que se genera un vacío legal al respecto, por lo que el proyecto presentado por Macha apunta a prevenir los sucesos.

Entonces ¿Qué es la violencia vicaria?

En muchas oportunidades la violencia ejercida sobre la mujer, no termina en los límites de su persona, sino que también se traslada principalmente a acciones hacia sus hijos, o también personas cercanas. El fin es perpetrar la violencia psicológica que efectúa el agresor, muchas veces buscando no dejar "marcas físicas", accionan en esta dirección como forma de escarmentar a la mujer.

En palabras de la diputada Macha, los agresores buscan "descuidar su alimentación, su higiene, sus medicamentos, incumplir horarios pactados, desatar maltratos físicos y psicológicos, exponerlos a situaciones de inseguridad. En resumen, utilizan a los hijos e hijas como una correa de transmisión hacia las madres".

El término fue acuñado en 2012 por primera vez por Sonia Vaccaro, psicóloga clínica y perita judicial argentina radicada en España, quien trabaja con mujeres violentadas. Sonia definió su uso tras los casos trabajados, haciendo hincapié en el famoso "te voy a pegar donde más te duele", que suelen acuñar los violentos. En España, por ejemplo desde 2013, fueron asesinados 41 niños a raíz de lo que se conoce como "violencia vicaria".

A nivel local, la agrupación MAMI, es una de las promotoras de la visibilización de estos casos. En Diputados el proyecto de la Diputada Macha, cuenta con apoyo de muchas integrantes de la Comisión.

Como esgrime el lema "lo que no se nombra no existe", se impulsa el tratamiento de este proyecto que prevenga el daño, la muerte de más inocentes en manos de violentos machistas.

Ante la escalada de violencia hacia las mujeres y sus hijos, y los casos de femicidio que acontecen en crecimiento en el mundo, el tema se encuentra en debate en varios países. En México se aprobó por primera vez esta tipificación legal. En la misma dirección diversos observatorios destacan la acción de este tipo de violencia en países como Colombia, Chile, Canadá, Venezuela, Italia y España.

Argentina tiene al menos ya un proyecto de ley, por el que la diputada Macha expone: "No transformemos a las madres en mártires. Acompañemos su lucha y garanticemos sus derechos"