En sintonía con varios países del mundo, Argentina debate sobre la reducción de la jornada laboral, algo que podría incrementar los puestos de trabajo. Y es que somos uno de los países de la región con mayor carga horaria laboral: 48 horas semanales. En este sentido, dos proyectos fueron presentados en el legislativo para modificar la jornada. ¿De qué se tratan?

El primer proyecto, propuesto por la diputada del Frente de Todos y dirigente de la Asociación Bancaria Claudia Ormaechea, propone una jornada laboral de un máximo de seis horas por día, y un tope de 36 horas semanales.

Entre los fundamentos del proyecto de Ormaechea se destaca la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras en este último tiempo, a pesar de la alta carga horaria de la jornada laboral.

La funcionaria platea que ya no existe una lógica entre horas trabajadas y salario recibido, por lo cual es propicio pensar en reducir las horas semanales de trabajo.

"La reducción de jornadas sin reducción de salarios, manteniendo los niveles salariales porque ya los salarios en la Argentina perdieron, en el período 2016/2019 según las mediciones Indec o el Indec de la Cámara de Diputados, entre un 26,4 y un 31,4% del poder adquisitivo", sostiene el proyecto.

En base a la legislación vigente, la Ley 11.544 establece que el trabajo "no podrá exceder de ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas".

El segundo proyecto fue presentado por el diputado sindical del Frente de Todos y titular de CTA de los trabajadores Hugo Yasky, quien propone una semana laboral de cuatro días.

"Los horarios largos o que no permiten tener vida social son, entre otros, un factor de riesgo psicosocial", argumenta el proyecto presentado por Yasky. "La reducción de la jornada laboral implica un aumento de los beneficios para el sector empleador que verá incrementada la productividad marginal del trabajo a partir de la reducción de la jornada laboral".

Existe un tercer proyecto oficialista que prevé la reducción de la jornada de trabajo y fue presentado por el secretario General de La Bancaria, Sergio Palazzo. En consonancia con el de la diputada Ormaechea estipula que la duración de la jornada no podrá exceder las seis horas diarias o las 36 semanales.

Y la jornada no podrá exceder las ocho horas en tanto la jornada semanal no exceda de cuatro días de trabajo.