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El próximo 2 de octubre el pueblo brasilero elegirá quién será su nuevo presidente. Con Luiz Inácio Lula da Silva como el principal candidato opositor, el gobierno de Jair Bolsonaro llegará a las urnas con un clima social y político muy diferente al del 2018.
23 de junio de 2022
El próximo 2 de octubre
el pueblo brasilero elegirá quién será su nuevo presidente. Con Luiz Inácio Lula da Silva como el
principal candidato opositor, el gobierno de Jair Bolsonaro llegará a las urnas con un clima social y político
muy diferente al del 2018.
"¿Quién tiene más
autoridad y experiencia que el exgobernador Alckmin y yo para reconstruir el
país? Nadie", afirmó Lula en el evento celebrado en un hotel de San
Pablo, al que asistieron líderes partidarios de su frente político y el
candidato a vicepresidente Geraldo
Alckmin.
Lula es acompañado en su fórmula por un político de
inclinación centro-derecha, un discurso que creció dentro del pueblo de Brasil
y que el ex presidente interpretó como necesario para pensar en su binomio. La fórmula
fue anunciada en abril y esta semana ambos presentaron el plan de gobierno.
El sindicalista del Partido
dos Trabalhadores aseguró que su objetivo es "reconstruir el Estado brasileño" y enfrentar las políticas del
actual presidente, a quien calificó como un "desequilibrado" que
provocó un terremoto en el país.
Según las últimas encuestas de Brasil, Lula obtendría en primera vuelta 45% y Bolsonaro 34%; en caso de
ballotage, Lula le ganaría a Bolsonaro por 18 puntos. Le siguen Ciro Gomes,
que consiguió el 9%, y por la senadora Simone Tebet con un 3%.
En su acto lanzamiento, Lula habló de invertir en
inteligencia más que en represión en la lucha contra el narcotráfico y en
revisar las políticas que criminalizan a la población negra y LGBT+, asegurándose representar a las minorías
que fueron blanco de ataque constante del oficialismo brasilero.
El 5 de junio en la zona amazónica de Brasil desaparecieron
un periodista y un experto en pueblos indígenas, Dom Phillips y Bruno Pereira. Ambos fueron asesinados por dos
hermanos que allí vivían y confesaron el crimen. La Unión de los Pueblos Indígenas del Valle do Javarí (Univaja)
calificó al hecho como un "crimen
político".
Bolsonaro dijo horas antes del anuncio oficial del hallazgo
de los restos que Phillips "era mal
visto por los 'garimpeiros' por hablar mal" de la minería ilegal y del
ataque al medio ambiente y calificó el trabajo del inglés residente en Brasil,
que preparaba un libro sobre la vida en la Amazonia, como una "aventura".
A este hecho se le suman la renuncia del presidente de Petrobras por la suba en los precios de
los combustibles y el arresto por parte de la Policía Federal del exministro de
Educación de Brasil Milton Ribeiro,
en el marco de una investigación por corrupción y tráfico de influencias para
favorecer a aliados de pastores evangélicos con recursos públicos.