Unos y otros aseguran frente a los micrófonos que las internas partidarias no están en la agenda de la gente. La frase queda bien y figura que la atención de la dirigencia política se posiciona en los verdaderos problemas a solucionar. Sin embargo, lo cierto es que nadie corre el pie del acelerador cuando se trata de sacar una ventaja que permita reacomodar el mapa de cara a lo que será el cierre de listas del próximo año camino a las legislativas.

En ese marco, y con clara intención de medir la fuerza de cada uno, el presidente del PRO, Mauricio Macri, y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, volvieron a darle vida a una disputa que parecía saldada tras los comicios del año pasado pero que, en los hechos, está más encendida que nunca.

"Juntos por el Cambio desapareció", le dijo semanas atrás a El Editor la senadora bonaerense Florencia Retamoso, una de las principales voces que tiene la funcionaria nacional en la Provincia. No fue una frase al paso o una confirmación de partes. Se trató, en concreto, de un anticipo de lo que sucedería más tarde: el quiebre del PRO.

La reunión realizada en Esteban Echeverría, que juntó a liberales con amarillos, y que este medio contó en números anteriores, fue la gota que colmó un recipiente que ya lucía fisurado y que obligó a uno de los sectores internos del PRO a tomar represalias al respecto.

"Bullrich se cree la dueña del partido porque fue candidata a presidente. Que alguien le cuente que salió tercera y sepultó una alianza que fue gobierno y que resistió como oposición al gobierno de Alberto Fernández", le dijo a El Editor un diputado bonaerense a este medio.

Y agregó: "Se arroga el voto PRO por ganar una interna. Es una locura, pero no se puede esperar otra cosa de los saltimbanquis. Son parte de un circo que cada vez tiene menos público". El dardo tiene explicación. Lo que está detrás la puja de poder no está relacionado a Milei sí o Milei no. Sino a "quién opera la maquinaria necesaria" para poder ser parte de ser necesario o no serlo "en caso de que las cosas se pongan peor".

"Patricia ya está quemada. Cuánto le falta para quedar marcada en un gobierno que tiene dos renuncias o despidos por semana. Patricia no es el PRO. Tenemos demasiados años en esto con la representación siempre presente de Mauricio para que se vengan a pensar que pueden llevarse todo puesto", añade otra fuente cercana.

Ataque y contraataque

Macri no encontró mejor forma de poner orden que ordenar la renuncia masiva de consejeros del PRO en algo que la propia Bullrich definió como un "golpe de estado". Tras ese movimiento, el partido quedó acéfalo. Y Diego Valenzuela, el intendente que supo jugar en favor de la boleta de Horacio Rodríguez Larreta, que mutó en aliado de la funcionaria nacional y primer intendente amarillo en jugar para Milei, expuesto.

La senadora Daniela Reich, su mujer, no solo quedó arrinconada como titular del partido amarillo en PBA, cargo que heredó tras la salida de Jorge Macri para asumir en CABA, sino que también tuvo que correrse de la vicepresidencia segunda de la Cámara alta, una caja de valor que ahora quedó en manos de Christian Gribaudo.

El movimiento generó la contraofensiva señalada y Reich desde el Senado y cinco diputados bonaerenses tomaron la decisión de romper filas y armar un nuevo bloque bajo el nombre de PRO Libertad. Sin embargo, el nombre quedará en revisión luego de que, en las últimas horas, y tras una asamblea del partido, se prohibirá el uso del nombre para otro tipo de bloque no sea el oficial.

El movimiento no solo tuvo impacto en la Legislatura. El quiebre también se dio en el HCD de La Plata, donde la concejal local que responde a Bullrich ya se armó su propio espacio. Algo que, según le confiaron a este medio, podría replicarse en otras terminales donde la funcionaria nacional tiene injerencia.

Sin embargo, esto no sucedería lo mismo hacia arriba. En el Congreso de la Nación hoy no están dadas las condiciones para lanzar ese golpe. Así se lo confirmó la diputada Patricia Vásquez a este cronista. "Creo, y espero, que no pase en el Congreso. No tiene por qué repercutir", afirmó.

En otras palabras, ni al PRO que se autoproclama oficial ni al que ahora los mismos llaman blue, les conviene dividir el espacio en ambas cámaras ya que eso podría tener un impacto nacional que sería difícil de contener debido a la gran cantidad de dirigentes a los que responden los legisladores.

Elecciones

La compulsa va mucho más allá del acercamiento al oficialismo nacional o no. Lo que está en juego es el futuro armado de listas. De ahí que ya el diputado nacional ya se haya fogoneado como el próximo primer candidato a presidente del PRO en la Provincia como parte de un acuerdo que también involucra a su par de la Cámara baja, Diego Santilli, para encabezar la boleta en PBA.

Claro, no todos están de acuerdo. Bullrich va por otro camino. Y de no llegar a achicar las diferencias podría incluso intentar jugar por adentro de las listas de La Libertad Avanza. Al menos a nivel bonaerense. "Es una posibilidad", contestó una fuente bullrichista. Aunque agregó que "en política sabés que es lo que va a pasar en un año pero no lo que sucederá mañana".

La fecha para los comicios internos en PBA está fijada para el 4 de agosto. Ese será el primer paso de cómo comenzará a moverse el partido de cara a lo que serán unos comicios en los que el PRO buscará volver a recuperar el camino perdido a manos de los libertarios.