El documento, titulado "Experiencias de violencias por motivos de género de mujeres y LGBTI en contextos de encierro", fue elaborado con información de Ezeiza, Salta, Mendoza y La Pampa. La población entrevistada representa al 55 por ciento de las personas privadas de su libertad en los penales donde se realizaron los informes.

Los datos volcados en el informe, muestran que el 74 por ciento de las mujeres e identidades diversas tienen un nivel educativo inferior al secundario completo. Solamente el 5,2 por ciento respondió haber terminado una carrera universitaria.

En tanto, de las personas entrevistadas, el 53 por ciento son madres de 3 hijas e hijos o más y antes de ser privadas de su libertad fueron jefas de hogares monoparentales, es decir, encargadas de los gastos y las tareas de cuidado tanto de sus hijxs como de la vivienda. En relación al estigma que circula comúnmente sobre las nacionalidades de las ciudadanas presas, el 80,5 por ciento son argentinas y el 18,8 son migrantes de otros países.

En el estudio se pudo determinar que "el imaginario que se construye en torno al significante "violencia por motivos de género", se encuentra fundamentalmente asociado con la violencia en el ámbito doméstico, sobre todo en los tipos físico y psicológico" para dichas mujeres.

Uno de los objetivos del trabajo fue medir el grado de naturalidad y convivencia que tienen las mujeres y diversidades con las violencias más explícitas en el contexto carcelario, incluso en sus vidas antes de ser privadas de la libertad. El 74 por ciento respondió que conoce a alguien que fue amenazada con un objeto y el 53 por ciento respondió con arma de fuego.

Un dato más que alarmante es que el 81 por ciento respondió conocer a alguien que recibió golpes y patadas y el 79 por ciento empujones y maltrato físico. Más de la mitad de las mujeres, el 54 por ciento, fue o conoció a alguien que fue violentada por una fuerza de seguridad, un dato que no puede ser desapercibido a sabiendas que se trata de mujeres que están encarceladas.

El 90 por ciento declaró haber estado en vínculos de pareja o relaciones con control o aislamiento de su persona, algo que se repite en casi todas las estadísticas de violencia de género, al margen de la condición o no de privación de la libertad. Otro de los datos más llamativos del informe es la cantidad de veces que fue mencionada la Línea 144, de prevención contra la violencia de género, entre las instituciones a recurrir en caso de vivir una situación pertinente: 40 mujeres llamarían y es la segunda opción luego de recurrir a una comisaría de la familia. El 70 por ciento respondió saber cómo manejarse frente a una situación de violencia por motivos de género.

El 30 por ciento de las mujeres y diversidades entrevistadas declaró que alguna vez sufrieron la retención del documento nacional de su identidad.

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