Política
Las disputas internas y acusaciones entre los precandidatos de Juntos, dejan tela para cortar de cara a las PASO. Las tensiones amenazan con dejar heridas profundas en la carrera por ganar la jefatura de gobierno porteña. Cuál es la estrategia del peronismo
Por: Nicolás Eisler
8 de julio de 2023
La idea de una campaña limpia y sin golpes bajos por la
sucesión porteña duró poco en el oficialismo de la Ciudad. El radicalismo
exigió la renuncia de Franco Rinaldi, cabeza de lista de legisladores del PRO,
por "apología de la homofobia, el machismo y la
discriminación contra las personas que viven en barrios de emergencia" y
es una incógnita si podrá sostenerse en la boleta.
En menos de una semana los candidatos de Juntos se
embarcaron en una pelea que podría dejar profundas heridas en la coalición
gobernante. "Todos tenemos un pasado", apuntó
Jorge Macri antes de disparar contra Martín Lousteau.
La campaña oficialista bien podría titularse "La guerra
de los pasados". Mientras que el postulante radical busca despegarse de su
tránsito por el gabinete de Cristina Kirchner, su rival hace todo lo posible
por mitificar su pertenencia a la Ciudad tras una década como intendente de
Vicente López.
"La 125 nos puso al borde de una guerra casi civil y no por eso yo dije que no ingrese a nuestro espacio o que no compita, no es la forma", chicaneó Jorge Macri durante una entrevista televisiva. Las palabras que le dedico a su adversario no fueron azarosas. "Martín Lousteau necesita construir identidad desde el antikirchnerismo, permanentemente tiene que dar muestras de eso", le dijo a El Editor un reputado consultor.
Las impugnaciones al domicilio del primo del expresidente Mauricio Macri, encendieron
la pelea porteña en Juntos, pero hasta que la Justicia resuelva esa cuestión de
manera definitiva, el debate se tornó áspero por una cuestión menos filosófica.
Como contó El Editor, el cierre de la lista de JorgeMacri estuvo cargado de tensiones y desprolijidades. El orden de la boleta
terminó definiéndose al límite del cierre de alianzas y hubo una sorpresa: Franco Rinaldi, un
nombre desconocido para la política y para las y los vecinos, quedó al tope de la
nómina de legisladores.
En teoría había un acuerdo entre todos los partidos que
conforman Juntos para ir con una lista de legisladores y comuneros unificada,
pero el jueves Jorge Macri decidió ir con boleta propia. "Jorge no respetó el
acuerdo que tenía con Horacio", le dijo a este sitio uno de los armadores del
espacio de Lousteau. Horacio Rodríguez Larreta peleó hasta el final por la
lista de consenso, pero se impuso el exintendente de Vicente López.
Jorge Macri sólo colocó un candidato entre los 10
primeros de la boleta y por eso el argumento de querer contar con un núcleo
duro en caso de resultar electo no tiene demasiada validez. "Quería dejar claro
que él es el PRO y que él es el representante del partido en la Ciudad. Y que
Martín es otra cosa", explicó un dirigente del oficialismo porteño.
Se estima que la "marca" PRO tiene una intención de voto
de entre 28 y 30 puntos, un número inalcanzable para cualquier otra fuerza
porteña en una primaria. Si se parte de la base de que el oficialismo puede
obtener entre 45 y 50 % puntos en las elecciones generales, parece difícil que
Lousteau pueda descontar la ventaja.
El postulante de la UCR tiene que pescar en la pecera del
ala más blanda del electorado oficialista, pero los votos del peronismo también podrían
ayudarlo para superar a Jorge Macri. "Hay compañeros que piensan que lo mejor
para las PASO es votar en la interna de Juntos, no compartimos esa idea. Son
todos parte de lo mismo y al final del día van a integrar una misma lista",
analizó un dirigente de Unión por la Patria.
En el vasto mundo del PJ hay quienes creen que lo
principal es correr al PRO del gobierno porteño. Otros piensan que un triunfo
de Jorge Macri le posibilitaría al peronismo buscar los votos progresistas de
Lousteau en una eventual segunda vuelta. Y que Leandro Santoro, el postulante
de UxP tiene el perfil ideal para captar a esos electores.
De una forma u otra, si esa estrategia existe, deberá
negociarse en secreto y quedar guardada bajo siete llaves. "Lousteau tiene que
ser un equilibrista, no puede hacer ni una mueca mirando hacia la izquierda",
señaló el reputado consultor.
Se suponía que los últimos meses le habían dejado como
lección a la política que las peleas públicas al interior de los partidos
tenían como consecuencia una caída en las encuestas. Es por eso que un
principio nadie de la UCR salió a responder las incalificables opiniones de
Rinaldi. El candidato no se privó de ofender a ningún colectivo durante sus más
de 400 streamings.
Lo sorprendente es que esas opiniones no son nuevas, sino
que tienen al menos dos años y los armadores del PRO sabían de su existencia
porque los videos eran públicos. Rinaldi dijo que sus ataques a las minorías y
a los más postergados fueron "una performance, un hecho artístico" y ofreció
sus disculpas "si alguien" de hubiera sentido "ofendido".
Jorge Macri dio que no compartía esas expresiones, pero
salió a apoyarlo. No está claro cuánto durará ese espaldarazo y si será
suficiente para mantenerlo en la boleta. "Es terrible. Falta que le pegue a los
chicos y es un villano de Marvel", calificó otro dirigente de Juntos que aún
lamenta el cierre de listas de su espacio.
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Cerca de una decena de legisladores podría abandonar la bancada amarilla y sumarse a LLA o armar un bloque apéndice del oficialismo.