Política
Los resultados de las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en Morón, Ituzaingó, Quilmes, Merlo y Lanús dejaron varias incógnitas en relación a quién podrá quedarse con la contienda final. El efecto derrame en contexto que difiere con las primarias, la caza de los que no fueron a votar y por qué puede haber sorpresas
Por: Bruno Lazzaro
30 de septiembre de 2023
Los resultados de las PASO no solo
sirvieron para determinar un ganador en las internas de los diferentes frentes
políticos. Además, dejaron a la vista un panorama primario de hacia dónde se
dirige el voto en los comicios ejecutivos y legislativos en la Nación, las
provincias y los distritos.
Tras ese primer mapeo, los diversos
candidatos reorientaron sus estrategias de campaña en busca de sostener, y
ampliar, su llegada para poder sumar la mayor cantidad de adhesiones en las
elecciones del próximo 22 de octubre.
Esta primera gran encuesta dejó, a su
vez, algunos escenarios definidos debido a las grandes diferencias registradas
entre unos candidatos y otros. Uno de los ejemplos más cabales se dio en San
Vicente, donde manda Nicolás Mantegazza (Unión por la Patria), quien alcanzó un
apoyo de casi el 64 % de los vecinos contra el 16 % de su principal competidor.
En otras palabras, el jefe comunal,
uno de los más jóvenes del peronismo, ya tiene asegurada la continuidad, por
otros cuatro años, al frente del distrito.
¿Pero qué pasa en las localidades
donde los resultados no confirmaron todavía a ningún ganador? Los ejemplos son
varios. Son casi 30 los municipios en los que la elección terminó con una
diferencia menor a los 8 puntos.
Y pese a que el número parece ser determinante no lo es. Basta con recordar lo sucedido en Lanús o en La Plata en 2019 para entender que entre las PASO y las generales puede pasar de todo.
El peso de la historia reciente
En los comicios de 2019, el actual
candidato a gobernador de Juntos, Néstor Grindetti, candidato en ese entonces a
intendente de Lanús, quedó 14 puntos por debajo de la sumatoria de los cuatro
aspirantes del entonces Frente de Todos (FdT). Sin embargo, en las generales se
impuso por un 2 %.
En La Plata pasó algo similar. Con
menos épica por la cantidad a descontar, pero incluso con mayor potencial de
arrastre. El jefe comunal Julio Garro remontó una desventaja y superó por 8
puntos a la aspirante del FdT.
Los ejemplos son claros. Nada está
definido. Sobre todo en los distritos de mayor padrón electoral, donde se sabe
que hay muchos vecinos y vecinas que no ejercieron el derecho al voto y que hoy
son los principales apuntados por el oficialismo y la oposición local.
"Hay más de 6 mil personas que no
fueron a votar en las PASO y que ahora van a hacerlo. Mucha gente que siempre
acompañó al peronismo, la elección no está cerrada. Y ahora contamos con un
empuje nacional distinto al de agosto", le dijo a El Editor un dirigente local
de Ituzaingó, un distrito donde Unión por la Patria cayó por 100 votos, según
arrojó el escrutinio definitivo.
Pablo Descalzo, hijo del jefe
comunal, Alberto Descalzo, se presentó por primera vez como candidato a nivel
local. Y pese a que el resultado fue de un empate técnico, en los hechos la
localidad quedó pintada de amarillo como uno de los que UxP podría perder de
repetirse los números de las PASO.
La situación en Morón, no es
diferente. Leandro Ugartemendia, candidato de Juntos, consiguió (en la
sumatoria con su contrincante interno) un 36.1 % de los votos contra el 34.5
del jefe comunal de UxP, Lucas Ghi. Entre ambos hubo una diferencia de poco más
de 3 mil votos.
Y, en el distrito, se entusiasman con
la baja de Patricia Bullrich en las encuestas, algo que podría impactar por
derrame directo en las boletas de los intendentes de Juntos.
En Quilmes la sensación es la misma.
Pero el contexto es otro. La jefa comunal, Mayra Mendoza, viene con el empuje
de estar al mando y de haber ganado la PASO. Sin embargo, no todo está dicho.
Enfrente tiene a Martiniano Molina, quien como exintendente tiene en claro
dónde debe ir a buscar el voto para revertir.
No será fácil. La diferencia es de 21 mil votos (casi 7 puntos). Para colmo, la línea perdedora de la interna no tiene relación con el exmandamás desde que decidió votar en favor de la modificación del artículo que permitió postergar el límite a la reelección indefinida.
Al oeste, para ser más precisos, en
Merlo, Gustavo Menéndez consiguió una ventaja que le permitiría revalidar su
mandato a nivel local. Sin embargo, fue sin dudas una de las peores elecciones
de todo el peronismo a en el conurbano.
En un distrito de clara cepa
justicialista, el jefe comunal solo consiguió el 31 % de los votos. La
diferencia con el segundo fue de solo 20 mil votos. Pero la carrera de Menéndez
no está puesta en ver cómo quedarse con el municipio que gobierna desde 2015
sino en poder modificar algo que, para un sector del peronismo, fue leído como
un papelón local.
Pero no todo está dicho. Y Eduardo Varela, referente de La Libertad Avanza, es quien más altas chances tiene de salir a disputar un distrito del Gran Buenos Aires en favor de Javier Mieli.
Lanús un distrito clave para las aspiraciones de Grindetti
Lo emblemático del caso de Lanús es
que detrás de la contienda entre Juntos y UxP está la candidatura bonaerense de
Grindetti. La derrota a nivel local de parte de Diego Kravetz tuvo su impacto.
Y desde adentro saben que de no revertir la situación sería un golpe de knock
out.
A su favor, tienen en claro que el
peronismo local nunca pudo lograr la unidad y que, por más que hoy se muestren
unidos en favor de la candidatura de Julián Álvarez, será difícil que puedan
aunar voluntades.
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Cerca de una decena de legisladores podría abandonar la bancada amarilla y sumarse a LLA o armar un bloque apéndice del oficialismo.