Ciencia

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Pinceladas químicas que revelan los secretos de las obras de arte coloniales

La ciencia y el arte guardan similitudes. Y el trabajo de un grupo interdisciplinario de investigación en la Universidad Nacional de Tres de Febrero da cuenta de ello. Con técnicas químicas y registros históricos analizan el arte colonial hispanoamericano y brindan interesantes pistas para entender mejor las obras

Por: Fernando Fuentes
9 de septiembre de 2023

Aunque parezcan caminos diferentes la ciencia y el arte tienen varias cosas en común. Ambas parten de la curiosidad, el asombro y la necesidad de reflejar una realidad. Y aunque las líneas de llegada de las disciplinas no sean las mismas, el recorrido les demanda una gran capacidad creadora. Basta con pensar en alguien que trabaja en un laboratorio con química, o en un pintor que pasa sus días en un atelier. Seguramente se encontrarán semejanzas. Ambos buscan plasmar en el lienzo de la materia el producto de su imaginación.

Ya lo dijo Jean-Marie Lehn, premio Nobel de Química en 1987, la química es el arte de la materia. Las moléculas, al igual que los pigmentos, no contienen la obra final. Pero estudiar esos componentes en profundidad puede ser una primera pincelada para dar con esa capacidad creadora. O puede servir para profundizar el conocimiento de la historia del arte, o si se quiere, también, para entender mejor la historia de quienes hicieron las obras. Eso es lo que realiza, en el ámbito del arte colonial hispanoamericano, un grupo de investigación de una universidad del conurbano. En el Centro de Investigación en Arte, Materia y Cultura (MATERIA) -una dependencia de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) -los caminos de la química y el arte se encuentran. Y cuando eso sucede, los resultados suelen ser luminosos.



Centro Materia. Foto: Silvana Colombo.


Química aplicada al arte en el Centro MATERIA

"Por medio de la química es factible investigar la composición y el comportamiento de los materiales que integran las obras u objetos que pertenecen al patrimonio. Y en el caso del arte colonial hispanoamericano, nos interesa identificar pigmentos y otros componentes de las pinturas utilizados en esa época", comenta a El Editor la investigadora Eugenia Tomasini. Es licenciada y doctora en química por la Universidad de Buenos Aires, investigadora adjunta de CONICET, e integrante del citado centro de la UNTREF. La científica agrega que "los estudios químicos se realizan de manera conjunta con profesionales de la historia del arte, de la restauración y de la conservación, ya que los resultados se discuten desde distintos puntos de vista".

El estudio químico de pigmentos en obras de arte tiene siempre ribetes detectivescos. Hay que identificar su composición y entender si fue usado de manera intencional, o la presencia es producto de la degradación. Por otro lado, establecer el origen del pigmento -ya sea natural o sintético-permite a quien lo investiga conocer el recorrido que tuvo hasta llegar a la obra. Gracias a una investigación, en la que hace unos años participó Tomasini, se pudo aislar por primera vez el mineral atacamita en una obra de arte colonial. Ahora se sabe que se trata de un cloruro básico de cobre, presente en minas andinas y que ya era utilizado en el mundo precolombino para fabricar una pintura color verde.

Ese verde es el que adorna el velo de la Virgen de Copacabana. "Es la primera obra colonial que estudié. Las muestras tenían una belleza en sí mismas, las imágenes ofrecían información sobre la técnica de manufactura, al punto de poder ver marcas del bruñido del dorado que tenía la escultura. Fue muy emocionante para mí", comenta Tomasini. Pero la venerada imagen del siglo XVI despertó en ella no solo emoción. Si no también la inquietud de perfeccionar el empleo de metodologías químicas en el arte.


Técnica de espectrocopia utilizada en el Centro Materia. Foto: Silvana Colombo.


A la vanguardia en el empleo de técnicas químicas

Las técnicas que se emplean en el centro MATERIA han sido desarrolladas para otras finalidades. A tal punto que algunas podrían servir para identificar minerales en una excavación. La mayoría cuentan con la ventaja de ser no invasivas y portátiles. Eso permite analizar la obra sin deteriorarla, ni tener que movilizarla. Tomasini destaca el empleo de la espectroscopía, técnica que se caracteriza por utilizar luz de diferentes fuentes, que al interactuar con los materiales, desencadena una señal propia del mismo. Existen la infrarroja, la Raman y la fluorescencia de rayos X, entre otras. Tienen la particularidad de ser costosas, aunque hoy es factible adquirir algunas de ellas a un tercio del valor que tenían hace diez años.

El empleo de este tipo de tecnología en el arte es un fenómeno reciente a nivel mundial. Y según Tomasini, no resulta sencillo desde la química abordar este tipo de muestras. A pesar de ello, el estudio de la materialidad de las obras del período colonial hispanoamericano ha convertido al centro MATERIA en referente. Especialmente en lo que se relaciona con la investigación, conservación y restauración del citado patrimonio. Tanto es así, que frecuentemente acuden a llamados de distintas instituciones localizadas en el país, o en el exterior. Además, con frecuencia colaboran con centros científicos que tienen similares inquietudes. Algunos están situados en Europa, o en Norteamérica.

Ya han trabajado en varios museos de la provincia de Buenos Aires. Y actualmente llevan adelante un proyecto con pinturas coloniales en el Complejo Museográfico Provincial "Enrique Udaondo", de Luján. Pero la química y el arte también ha trasladado, recientemente, al grupo hasta la provincia de Jujuy. Todo con la finalidad de estudiar, con técnicas portátiles, murales en iglesias situadas al costado de la mítica ruta 40. Además, desde Bolivia han sido requeridos para examinar pinturas en piezas de cobre alojadas en el Museo de Bellas Artes de La Paz.


Eugenia Tomasini es licenciada y doctora en química por la Universidad de Buenos Aires. Foto: Silvana Colombo.


La clave está en la investigación interdisciplinaria

El Editor encontró a los integrantes del Centro MATERIA en medio de modificaciones para alojar un nuevo equipo de análisis químico. Surgió gracias a la adjudicación de una convocatoria lanzada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. Esperan pronto tenerlo en funcionamiento.

Pero el éxito logrado por el Centro MATERIA parece venir más por el lado de los recursos humanos y la mirada interdisciplinaria que ha logrado el grupo. "En este trabajo, la química aporta muchísimo, pero no puede hacerse si no se considera a la historia del arte y a la historia de aquellos que hicieron las obras", recuerda Tomasini. Actualmente el centro MATERIA cuenta con la dirección de Gabriela Siracusano y la coordinación académica de Agustina Rodríguez Romero. Ambas son investigadoras en historia del arte. Ya lo comentó el Nobel Lehn, la química y el arte tienen similitudes. Y en este tema está visto que pueden y deben interactuar.

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