Mientras se desarrollaba la vigesimoquinta edición del BAFICI en la Ciudad de Buenos Aires comenzó a circular la confirmación de que el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) dejaría de existir en su forma actual.

La noticia alarmó a toda la industria, que ya estaba en alerta desde la asunción del presidente designado por el nuevo gobierno, Carlos Luis Pirovano. Los rumores comenzaron cuando se dio a conocer que todos los empleados del organismo serían licenciados y no tendrían que presentarse a trabajar, situación similar a la ocurrida en Agenda de Noticias Télam.

Entre los afectados se encontraban aquellos que trabajaban en el cine Gaumont, sede del BAFICI, y que tenían funciones comprometidas, lo que generó un profundo desconcierto.

La publicación en el Boletín Oficial confirmó la existencia de un nuevo organigrama en el Instituto, en el que se suprimieron áreas por completo. Se cerraron cuatro gerencias clave: Fomento, Fiscalización a la Actividad Audiovisual, Exhibición y Audiencias, y Asuntos Internacionales e Institucionales, áreas que serán desestimadas o se integrarán a otro sector. La medida también implica la supresión de "toda Unidad Organizativa creada en el ámbito del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales que no se corresponda con la presente resolución".

La misma resolución detalla que el Festival de Mar del Plata y el mercado Ventana Sur tendrán continuidad, así también como el Cine Gaumont y la red de Espacios INCAA. Otras dependencias que continuarán serán la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) y sus sedes. Además, la gestión actual considera viable mantener la plataforma de streaming Cine Ar Play, la señal Cine Ar, la Cinemateca y la Film Commission, junto con las participaciones en programas internacionales de cooperación para la realización de películas, como Ibermedia, CAACI y RECAM.

"En el contexto de la crisis económica general e importante déficit fiscal que atraviesa el país desde hace décadas, teniendo en cuenta que el INCAA obtiene los recursos de los aportes de toda la sociedad, y en aras de acompañar las políticas tomadas desde el Poder Ejecutivo Nacional para encausar la economía y adaptar el tamaño del Estado a sus funciones, se propicia una estructura que conlleve a mecanismos y procesos más ágiles, además de un menor costo presupuestario", señaló el organismo en la resolución que lleva la firma de su titular, Carlos Luis Pirovano.

Desde el INCAA explicaron que no se trata del cierre del Instituto: "Se ha redefinido una nueva estructura y se está modificando la normativa, por eso solo aquellas personas que fueron afectadas por el cambio fueron informadas para no presentarse el lunes a un área que no está más. Deberán esperar a ser convocados para que se les asignen sus nuevas funciones, que serán pertinentes a las nuevas directivas".

La tragedia en primera persona

"Mi último puesto en el Instituto era en el Observatorio Audiovisual, desde el que hicimos informes muy relevantes, como el de impacto económico y tributario del sector. que le dio letra a todo el sector para la pelea por las asignaciones específicas en 2022 y para plantarnos ahora frente la avanzada desguazadora", contó a El Editor, Santiago Dihel uno de los trabajadores que está a la espera de que le digan si tiene nuevas funciones o será despedido.

"La intención era democratizar ese debate para la mejora del Instituto y del sector y mostrar que una de las soluciones al desfinanciamiento del sistema de fomento pasaba por la actualización del marco normativo para ponerlo a tono con los efectos de la convergencia digital. En criollo, recuperar para el audiovisual los impuestos que ya están pagando los consumidores argentinos de plataformas audiovisuales, tal como se hace con las entradas de cine y el alquiler de video y dvd", agrega.

Santiago, además, fue uno de los que pensaron la plataforma de video a demanda del INCAA, la que nació como Odeón y después se transformó en Cine.Ar.

"Desde el viernes 22 de marzo el Observatorio dejó de existir. Los y las trabajadores, mis colegas del Observatorio, fueron desvinculados por uno u otro motivo: no se renovaron dos contratos (uno de ellos de Julio Bertolotti mi jefe directo), uno intimado a jubilarse (Guillermo Saura, impulsor de los principales estudios) y los de planta permanente -es mi caso- en camino a pasar a disponibilidad o reubicación. Es difícil pensar que suceda, si el Observatorio que desmantelan es una de las áreas más reconocidas del Instituto y clave para pensar en su mejora", concluye con amargura.

Hugo Castro Fau es productor de cine, abogado y analiza lo que sucede con esta resolución: "Es absolutamente ilegal porque no fue consultada ni con la Asamblea Federal ni el Consejo Asesor, donde primero cierran el Instituto Nacional de Cine por 90 días y, lo más importante y grave, es que han ordenado que todos los expediente realizados por una productora nacional de cine en donde se solicite políticas activas de fomento y la regulación de mercado que hayan tenido dictamen favorable por parte de los comités de selección de proyectos pero que no tengan una resolución acorde por parte de la Presidencia del Instituto, se deben retirar".

La producción nacional de cine, hoy, está totalmente paralizada. La crisis se siente. La caída en venta de entradas a las salas es mayor al 50 %, esas entradas van al presupuesto del instituto para financiar obras que hoy no empezaran a hacerse.

Quedan algunas películas y series para estrenarse porque los tiempos en la actividad son largos. El 2025 es incierto para los audiovisuales argentinos.

Mientras, en la provincia de Buenos Aires esperan con ansiedad la norma que protegerá al cine, en la Ciudad Autónoma se presenta un proyecto de cash rebate para devolver impuestos a quienes hagan producciones locales. "Con eso no alcanza" desliza una de las autoridades de la Cámara Argentina de Productoras Independientes.

La naturaleza aborrece el vacío, donde los productos argentinos no están, su lugar lo ocupará otra nación. Y donde no esté el Estado, probablemente el privado tomará el lugar.