Ciencia
Roberto Salvarezza, presidente del directorio de YTEC, exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación y expresidente del CONICET habló con El Editor y planteó su preocupación sobre el futuro de la ciencia en Argentia. La posibilidad de la caída de proyectos, cancelación de investigaciones y un éxodo de jóvenes investigadores
Por: Diana Costanzo
25 de noviembre de 2023
La comunidad científica está preocupada y con razón: el presidente electo Javier Milei anticipó durante su campaña recortes presupuestarios para la ciencia y la tecnología. Aún no se ha definido la ubicación concreta de estas áreas en el reducido organigrama estatal del nuevo gobierno, pero se vislumbra un futuro de desfinanciamiento y achique para la investigación en la Argentina.
Milei anticipó,
antes de su triunfo en el balotaje que iba a privatizar o cerrar el Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). En declaraciones
periodísticas, el investigador especializado en clonación, Daniel Salamone, uno
de los nombres que suena para ocupar la presidencia del organismo, dijo que
"todo se está viendo según las partidas, pero no hay una idea de cerrarlo, ni de echar investigadores ni becarios". Sin embargo, las precisiones
son escasas.
"La situación
puede ser más grave que en la década de 1990" advierte Roberto Salvarezza,
presidente del directorio de YTEC, exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación
y expresidente del CONICET.
- ¿Cómo ha
recibido el posible impacto en ciencia y tecnología tras el resultado
electoral?
- Con muchísima
preocupación. Creo que las propuestas son de un tenor que no se había vivido ni
en la época de los 90, cuando se plantearon situaciones muy complicadas sobre
la investigación en la Argentina. Por ejemplo, el desprecio del exministro de
Economía, Domingo Cavallo, por los investigadores del CONICET. Pero ahora se
habló de privatización. Quien aparece como el candidato a conducir el organismo
habla de que la ciencia debe ser rentable. Esto es un error. La investigación
se hace con un alto riesgo. Muchos de esos desarrollos en los que invierte el
Estado terminan siendo exitosos.
- ¿Qué puede
pasar con la investigación científica si se aplican estas ideas?
- El concepto de privatización va en contra de la soberanía del conocimiento, de la ciencia y la tecnología. La desfinanciación va a significar un retroceso significativo y genera muchísima incertidumbre en toda la comunidad científica. Habrá caída y cancelación de proyectos y lo más lamentable: vamos a asistir a un éxodo masivo de jóvenes investigadores que buscarán desarrollar sus actividades en el exterior, como ha pasado en otras épocas. Perderemos capital humano que va a enriquecer otras sociedades del mundo que valoran a los científicos y las científicas de la Argentina.
Roberto Salvarezza en la primera planta de celdas y baterías de litio de Latinoamérica. Foto: Silvana Colombo.
El fantasma de los 90
Cuando Domingo
Cavallo era ministro de Economía mandó a "lavar los platos" a la investigadora
del CONICET Susana Torrado. La socióloga y demógrafa había advertido que el
aumento de la desocupación era consecuencia directa de las políticas
neoliberales del expresidente Carlos Menem. Además de discriminatoria, la frase
es recordada como un emblema de las políticas de ajuste en ciencia y
tecnología.
El CONICET -creado en 1958- es la columna vertebral del
sistema científico y tecnológico argentino. El organismo está integrado por
unos 12 mil investigadores e investigadoras, 12 mil becarios y becarias, 3 mil
técnicas y técnicos y 1500 personas administrativas. El presupuesto es de unos
488 millones dólares.
Roberto
Salvarezza advierte que el desfinanciamiento puede ser letal para el potente
sistema científico argentino "el mejor de Latinoamérica, capaz por ejemplo, deconstruir satélites y de responder con diversos desarrollos biotecnológicos
durante la pandemia".
- ¿Cuáles
serían las consecuencias?
- Lo más sencillo
de implementar es un desfinanciamiento y la caída de los salarios. Esto hará
que muchas personas se vayan del sistema. Pero existen otras propuestas: en la
década de 1990 el Banco Mundial había hablado de privatizar el CONICET. Y esa
amenaza todavía subyace. Además, la mirada de rentabilidad de la ciencia no es
la que se lleva adelante en el mundo: se busca que los proyectos tengan un
impacto socioeconómico, que ayuden a la población.
- ¿Hay
consenso sobre la importancia de defender la ciencia?
- Creo que habrá
una resistencia por parte de la comunidad científica a estos retrocesos que
pueden ser muy importantes. Los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri
fueron tremendos para la ciencia, y todavía no han podido recuperarse. Una
política mal ejecutada cuesta mucho tiempo revertirla. Ya ha habido numerosas
manifestaciones de investigadores e investigadoras. La mayoría de los
referentes científicos ha defendido al CONICET y a las universidades como
gestoras del conocimiento y manifestaron que se opondrían a un debilitamiento
del sistema científico argentino. La sociedad también apoyará estos reclamos.
Por el litio
Argentina integra junto a Bolivia y Chile la región del mundo con más
recursos. Es un insumo clave para la fabricación de baterías y para almacenar
energías renovables.
El país ya comenzó el camino de la industrialización, conla construcción de la primera fábrica de celdas y baterías de ion litio en la
ciudad bonaerense de La Plata: UniLiB. "Es un logro de la ciencia argentina: se
demostró que hay capacidades para generar valor agregado" afirma Roberto
Salvarezza, quien es presidente del directorio de YPF Litio.
- ¿Corre riesgo la planta?
- Se está poniendo en marcha, ya está preparada. Hay una cierta demora en
la obra civil que tiene plazo de finalización para el 16 de enero. Fue
construida por YPF, CONICET y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), con el apoyo
del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. El objetivo es agregarle
valor al litio, y no que se haga en otros países. Un proyecto de estas
características requiere un crecimiento a escala mayor que las plantas de La
Plata o la de Santiago del Estero. Sin el apoyo del gobierno nacional esto no
podría lograrse y se perdería una oportunidad enorme.
- ¿Están en riesgo las reservas de litio de la Argentina?
- En realidad, van a tener un problema si quieren venderlo: el recurso
pertenece a las provincias según establece la Constitución Nacional. Jujuy,
Salta y Catamarca a través de la Mesa del Litio ya han manifestado su intención
de extraerlo para industrializarlo. Lo que puede hacer el gobierno nacional es
no dar el marco legal para que se agregue valor al mineral. Si no hay apoyo,
difícilmente pueda concretarse la etapa industrial.
"Si hay desfinanciamiento, los efectos sobre el sistema de ciencia pueden ser catastróficos, significa la caída de proyectos, la fuga de cerebros. La recuperación es muy lenta. Son retrocesos tremendos, espero que reine la cordura, los países más desarrollados son los que más invierten en ciencia y cuidan a sus investigadores" concluye Salvarezza.
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Cerca de una decena de legisladores podría abandonar la bancada amarilla y sumarse a LLA o armar un bloque apéndice del oficialismo.