Julia Assange es el creador de WikiLeaks y se encontraba refugiado en la embajada de Ecuador en Londres hasta el 2019. De larga trayectoria en las matemáticas, su caso recorre el mundo porque es considerado como un ataque a la libertad de expresión: es acusado de difundir secretos de estado en su página.

En su página, Assange difundió datos relevantes de la política de las potencias mundiales y fue sometido desde entonces a una persecución judicial. Previamente, en 1991 fue detenido en su casa de Australia y declarado culpable en 24 cargos por delitos informáticos: fue multado y puesto en libertad por buena conducta.

En 2010 comenzó la judicialización de su caso: Estados Unidos quiere juzgarlo por difundir a partir de 2010 más de 700.000 documentos secretos sobre las actividades diplomáticas y militares estadounidenses, en particular en Irak y Afganistán.

Entre esos documentos figuraba un video que mostraba a civiles, incluidos dos periodistas de la agencia Reuters, muertos por disparos de un helicóptero de combate estadounidense en Irak en julio de 2007.

Hace pocos días, el tema volvió a estar en agenda ya que la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, aprobó la extradición de Julian Assange a los Estados Unidos, país que lo reclama en su territorio para poder juzgarlo.

"Cualquiera en este país que se preocupe por la libertad de expresión debería estar profundamente avergonzado de que la ministra del Interior haya aprobado la extradición a EEUU, el país que planeó su asesinato", aseguraron desde WikiLeaks.

En tanto, Amnistía Internacional advirtió que la decisión de extradición de Assange a Estados Unidos "pone en riesgo" al periodista. En este país se lo acusa de realizar espionaje, por lo que podría llegar a pagar 175 años de cárcel.

Assange tendrá dos semanas para presentar su apelación formal ante el Tribunal Superior y su defensa tendría en última instancia la opción de recurrir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para ampliar el reclamo.

"Si la extradición procede, Amnistía Internacional está extremadamente preocupada porque Assange afronte un alto riesgo de confinamiento en solitario prolongado, que violaría la prohibición de (ejercer) tortura u otro tratamiento vejatorio".

Desde el gobierno británico argumentaron que "las cortes británicas no encontraron que el proceso de extraditar a Assange sea opresivo, injusto o suponga un abuso de proceso".