Mientras espera un fallo favorable de la Corte por la Coparticipación, Horacio Rodríguez Larreta comenzó a mover las piezas del tablero porteño. Se espera que en los próximos días empiece jugar la candidatura de Fernán Quirós a jefe de Gobierno. ¿Alcanzará para calmar a Mauricio Macri?

El ministro de Salud es uno de los preferidos de Larreta, que decidió esperar todo lo que hiciera falta para contar con Quirós. Según dicen en Parque Patricios el principal obstáculo fue la indecisión de familia del funcionario. Es posible que el ministro tuviera voluntad de competir el año próximo, pero más allá de las cuestiones de su entorno, había un tema urgente que se interponía con su postulación: los residentes.

Desde hace casi dos meses, el primer eslabón de la cadena de la Salud porteña se puso en pie de guerra. Las precarias condiciones laborales empujaron a residentes y concurrentes a marchas y protestas que culminaron en un paro por tiempo indeterminado.

El conflicto se extendió por casi tres semanas y terminó sumando a los médicos a su plan de lucha. En Parque Patricios primero dijeron que no negociarían mientras estuviera vigente la medida de fuerza, pero terminaron rindiéndose. En el medio sobrevolaron las sospechas de que el radicalismo porteño, de excelente relación con Médicos Municipales, había fogoneado las protestas.

El acuerdo incluyó un sueldo básico de 200 mil pesos para los residentes de primer año y cifras mayores para los de segundo tercero y cuarto, pero además un incremento del 5 por ciento en noviembre y 7 por ciento en diciembre que se aplicará a todo el personal de Salud.

Hay quienes sostienen que Quirós hizo todo lo posible para evitar ceder ante los residentes: más allá de los costos para el tesoro porteño, el aumento deberá tener un correlato entre los privados, la patria chica del Ministro.

Una vez resuelto el conflicto, en los próximos días Quirós volverá a aparecer en público con más fuerza para instalar su candidatura. Lo hará acompañado de Larreta y de Soledad Acuña, la ministra de Educación que cursa su séptimo mes de embarazo.

Ambos son los candidatos inhouse del jefe de Gobierno. La movida acarrea dos peligros para el larretismo: el primero es que no termine de conformar a Macri. Como contó El Editor, el ex Presidente no tiene ninguna intención de ceder el distrito a un dirigente ajeno al PRO.

Si bien Quirós está alineado con Larreta, está lejos de la prosapia amarilla que tiene Jorge Macri y María Eugenia Vidal, otra de las postulantes que ganó consenso en las últimas semanas.

El segundo problema tiene relación con el radicalismo. Semanas atrás el partido decidió apoyar a Lousteau con toda su estructura nacional. Para eso organizó un enorme acto en Costa Salguero que contó con Larreta como efímero invitado principal.

En la UCR esperaban que el alcalde porteño apoyara al senador, pero al parecer se quedarán con las ganas. Si bien Larreta necesita a la UCR, el apoyo de Macri está primero en la lista de prioridades.

Más allá de tener un competidor fuerte, la figura de

Quirós es un golpe directo a las aspiraciones de Lousteau. Tienen un perfil similar y si del otro lado hay un "halcón", dividirán votos y lo más probable es que la aventura termine en una derrota de los moderados.