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Tercera a fondo: cómo se prepara para las elecciones la sección más poblada de PBA

Con 5 millones de electores en los 19 distritos que la componen, se trata de la región más pujante de toda la provincia para la pelea electoral. El desafío del Frente de Todos y a qué apuestan desde la oposición. La interna en La Matanza, la puja por Quilmes, la independencia de Esteban Echeverría y el PRO peronismo de Lanús.

Por: Bruno Lazzaro
27 de marzo de 2023

El discurso no cambia. No importa qué candidato sea el que baje. Desde el Frente de Todos al PRO pasando por el radicalismo, los dirigentes que caminan por la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires tienen que tener claro que hay un voto lineal. "Fiel", según el oficialismo. "Cautivo", para la oposición. Sin embargo, la historia marca, y en concreto, la región sudoeste de la región metropolitana en PBA tiene una conducta que no se modificó desde el retorno de la democracia. Se trata, sin dudas, de la zona donde el peronismo es más fuerte.

La tercera sección electoral está compuesta por 19 distritos de los cuales hoy el Frente de Todos manda en 15 mientras que el PRO es gobierno en tres y la UCR en uno. Con una particularidad, solo uno de los municipios donde no gobierna el oficialismo es parte del conurbano, la región con más caudal de votos de PBA: Lanús.

Lo que hay en juego no es poco: entre todos los partidos que la componen hay cerca de 5 millones de votos (el 14 por ciento del total del país y el 35 por ciento de toda la Provincia). De ahí la importancia que puedan conseguir los candidatos nacionales y provinciales en una sección de fuerte peso electoral.

Pero más allá del retrato macro de la región, hoy cada distrito que la integra vive diferentes realidades. Con una particularidad: tras una victoria contundente en 2019, el Frente de Todos bajó el aporte de votos en todos los distritos en los comicios de 2021, en algunos casos en más de un 20 por ciento por ciento.

Con este marco de fondo, el FdT sabe que tendrá algunos frentes más complicados que otros. Y no solo por la amenaza que puede significar la oposición sino también por las esquirlas provenientes de la propia interna.

Esta situación puntual se da sobre todo en La Matanza, donde el Movimiento Evita ya dejó en claro que no tiene ninguna intención de correrse de la pelea y a través de La Patria de los Comunes, la pata política de la organización social, pondrá a jugar a la diputada bonaerense, Patricia Cubría.

En los últimos días, la legisladora, que es pareja del líder del movimiento, Emilio Pérsico, salió con los tapones de punta a través de un spot en el que, al ritmo de la canción "Lloran las rosas" (de Cristian Castro), parodia la gestión local de su rival interno, el intendente Fernando Espinoza.

"Es una excusa para ponerle un poco de alegría a una situación gravísima. En La Matanza hay abandono y falta de gestión", aseguró Cubría. Y camufló la disputa: "No es una división, es una renovación".

Donde también se da una puja interna de peso es en Berisso, el distrito comandado por Fabián Cagliardi. Allí, un sector del peronismo y del Frente Renovador está dispuestos a batallar por el control local. Y ya lo dejaron en evidencia en varias oportunidades no solo en lo discursivo, cuando lo trataron de "Don Corleone", sino también en lo deliberativo, donde el alcalde cuenta con un bloque de 12 concejales de los cuales cuatro no le responde y, en caso, de abrirse una interna están dispuestos en unir fuerzas con el massismo para competir.

"La tercera nos hizo ganar siempre. Pero en el 2015, con el fuego amigo, Cambiemos subió el techo en La Matanza y eso terminó de dar vuelta la elección. No podemos dejar que pase lo mismo y tenemos que sumar lo máximo desde los demás distritos", le dice a El Editor un jefe comunal del Frente de Todos. Y agrega: "Eso sí, hay que ir con una candidato único. Darle seguridad a los intendentes y no salir con experimentos".

Vale aclarar que los intendentes del Conurbano no están tan tranquilos como en otras elecciones. El jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, tomó la decisión de dejar el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat para volver a ponerse a cargo del pago chico debido al fuerte desembarco iniciado por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en el distrito. Y pese a que ahora tomó resolvió aceptar el convite del ministro de Economía, Sergio Massa, para asumir como interventor de EDESUR, no dejará su el sillón municipal porque sabe del peligro inminente.

Algo similar sucede con Lomas de Zamora y Almirante Brown. Con un histórico margen mayor en relación a la oposición, tanto Martín Insaurralde como Mariano Cascallares, volverían a ponerse al frente de la boleta local pese a que hoy cumplen funciones diferentes como jefe de Gabinete provincial y diputado bonaerense, respectivamente. La lectura es la misma: se necesita toda la fuerza no solo para ganar sino para lograr la mayor ventaja posible.

Todos los intendentes actuales tienen la intención clara de renovar. Sin embargo, Juan José Mussi esbozó el año pasado su deseo de no ir por la reelección. Algo que tampoco quedó claro en Ezeiza, donde el "Sheriff" Alejandro Granados todavía no confirmó si irá por otros cuatro años más o le dejará su lugar a su hijo, Gastón, a quien lo viene ocupando ante la licencia del histórico barón.

Donde se da un caso particular es en Esteban Echeverría. Es que Fernando Gray, enfrentado con el líder del PJ, Máximo Kirchner, no juega por fuera del Frente de Todos pero pone límites. Se trata de uno de los pocos distritos donde el jefe comunal puede armar sus listas sin la intromisión de otras corrientes internas.

El techo PRO

La oposición enfrenta una batalla en la que nunca pudo triunfar. Ni unida, ni separada. Sin embargo, hay un distrito en particular donde se siente confiada: Quilmes. Sucede que en el municipio donde hoy gobierna Mayra Mendoza, el PRO fue gobierno entre 2015 y 2019. Los recuerdos, no son los mejores. Pero el actual diputado bonaerense Martiniano Molina quiere ir por la vuelta. Claro, en el camino también tendrá que sortear la interna que atraviesa a todo el partido amarillo y que tiene a Guillermo Sánchez Sterli como como contrincante y también la puja con el radicalismo.

Esta misma situación se replica en todos los distritos. Y los llamados "sin tierra" quieren más precisiones sobre cómo será el accionar. "Se está dilatando por demás y esto nos perjudica a todos. Si no va a haber una resolución en lo nacional por lo menos que se dé en lo provincial así podemos organizar mejor para abajo. La pelea en los territorios está fuerte y esto nos puede perjudicar a todos después de una PASO", le dice a El Editor un candidato PRO de la tercera sección.

La puja interna es fuerte. Y en todos los distritos los precandidatos bonaerenses Diego Santilli y Cristian Ritondo cuentan con referentes locales. Y todos quieren pelear. Donde todo está dado con mayor seguridad es en Lanús, donde gobierna el PRO. Allí Néstor Grindetti, quien hoy tiene puesto el traje de candidato a gobernador, ya tiene marcado a quién quiere como sucesor: su jefe de Gabinete y secretario de Seguridad, Diego Kravetz.

El exreferente del Frente para la Victoria en la Ciudad de Buenos Aires apuesta todo a Hacemos, el partido que creó para salir en busca del voto peronista no kirchnerista a sabiendas que en el distrito manda el justicialismo.

La intención que tiene hoy Juntos, pero sobre todo el PRO, es subir el piso en todos los distritos para dar con nuevo techo más allá de los distritos que hoy tiene como propios y aquellos, como Quilmes, donde se sienten con chances.

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