La gran marcha federal universitaria realizada el pasado martes no solo sirvió para poner contra las cuerdas al gobierno nacional a través de un reclamo popular masivo en defensa de la educación pública.

La movilización también expuso, una vez más, las diferentes corrientes por las que navega Unión por la Patria, una propuesta política que nació con la intención de lavarle la cara a un Frente de Todos que logró quitar a Mauricio Macri del gobierno, pero que nunca llegó a proyectar una idea de país.

A poco menos de un año de aquel renacer semántico, la coalición nacional opositora atraviesa un momento complejo en la provincia de Buenos Aires. Algo de eso se vio en la marcha, donde las corrientes más fuertes del peronismo bonaerense se hicieron presentes para acompañar el pedido universitario. Eso sí, cada uno por su lado.

En medio de una compulsa interna sin tregua, el gobernador Axel Kicillof se encontró entre las masas con los jefes comunales que acompañan su proyecto provincial y que ya lo ponen en la carrera presidencial.

El recorrido entre la Plaza del Congreso y la Plaza de Mayo fue cargado. El Editor fue testigo directo de un trayecto de varias cuadras por Moreno en el que, a su paso, el gobernado fue arengado con varias consignas que lo alentaban a seguir su camino político en busca del sillón de Rivadavia.

Las más de 15 personas de seguridad de gran porte no pudieron impedir las diferentes muestras de afecto que realizaron muchas de las personas que se dirigían hacia el lugar donde se llevaría a cabo el acto principal.

"Se siente, se siente, Axel presidente", "Presidente, Axel presidente, Axel presidente", fueron algunos de los cantos que acompañaron la procesión de un mandatario provincial que avanzó entre pequeños trotes y caminatas rápidas, junto al inseparable Carlos Bianco, para poder llegar a tiempo y, también, vale decir, por cuestiones lógicas de seguridad.

Esa imagen también sirvió para graficar parte de lo que es el peronismo bonaerense hoy. Cabe mencionar que una de las principales críticas que se hacen hacia adentro del movimiento en torno al gobernador es la falta de una corriente propia. De una militancia fiel que lo acompañe.

Todo eso corre por cuenta de los intendentes. Y Kicillof sabe que tanto para consolidar su segundo mandato al frente de la Provincia como para aspirar a subir de escalón necesita de la presencia de los jefes comunales, quienes se encolumnaron con una cuadra de distancia en relación al punto de encuentro de La Cámpora.

La columna de la organización de Máximo Kirchner, a quien no se lo vio durante la concentración, le puso color a la cuadra que los albergó hasta que se inició una movilización en la que se buscó no coincidir con los jefes comunales que apoyan a Kicillof.

A quien sí se la pudo ver fue a Cristina Fernández, que se asomó por el balcón del Instituto Patria para saludar a aquellos que vitoreaban su nombre. Fue también la forma que encontró la expresidenta para volver al ruedo de manera oficial. No solo a través de una declaración de principios en torno a su apoyo a la educación pública, según expresó en redes sociales, sino también con su presencia de este sábado en un acto en Quilmes.

Con menos ruido mediático pese a haber representado a la coalición en las últimas elecciones como candidato a presidente, Sergio Massa también se sumó a la marcha con su mujer y su hija y algunos dirigentes cercanos del Frente Renovador. La distancia con respecto a las otras dos columnas fue aún mayor, como un reflejo de lo que vive hoy el massismo en PBA, sin un lugar cómodo y con diferencias claras tanto con el gobernador como con La Cámpora.

¿Distancia de rescate?

La presentación de CFK en Quilmes se da justo en un momento de muchas diferencias internas. Y su aparición, envalentonada con la movilización, también servirá para marcar ciertos puntos hacia adentro.

Cabe recordar que su liderazgo fue puesto en duda por parte del séquito que apoya al gobernador. "No esperamos un apoyo ni una crítica. Creo que Axel está en un camino claro y fue dos veces elegido por los vecinos de la provincia más grande del país, que concentra al 40 por ciento de la población", le dijo a El Editor un dirigente cercano al mandatario.

Lo cierto es que para este mismo sábado, Kicillof ya había aceptado el convite del jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, para la presentación de un centro cultural en la Isla Maciel que llevará el nombre de Néstor Kirchner.

Sin embargo, la presentación de CFK en Quilmes lo obligó a dejar trascender, según le confiaron a este medio, que estará en ambos actos.

Kicillof no está convencido de tirar tanto de la cuerda. Sin embargo, desde abajo, los jefes comunales claman por la reorganización de un movimiento más allá de La Cámpora y sin la voz absoluta de CFK. "Si seguimos resolviendo todo entre cuatro paredes, no hay manera de que podamos volver a ser gobierno", agregó la misma fuente.

La visita, en los últimos días, de un dirigente sanjuanino al Instituto Patria dejó expuesta la posición de la dos veces presidenta. "Las únicas diferencias que puede haber, si hay, es cuando uno piensa que hay que hacer una cosa con la economía, otro piensa que hacer otra cosa, ese tipo de cosas", sostuvo.

Y agregó que "cuando las diferencias son a veces por un lugar en la lista, punto. Más en este tiempo, con los problemas que tiene la sociedad y la gente, estar discutiendo por un lugar en la lista, por Dios".

Lo cierto es que las discusiones existen. Y habrá que ver si la espuma baja o sube tras un fin de semana de súper acción política en el peronismo.