No fue realizada en la Argentina, pero era simbólica para nuestra democracia. No se dio a conocer, pero trascendió el encuentro. No se vio, pero fue la imagen más importante. Se trata de la foto del papa Francisco saludando al último nieto restituido, el nieto 133. Y en el cuadro, enfocados, también estaban su hermano, Miguel "el Tano" Santucho, y su padre, Julio Santucho.

Era miércoles por la mañana en la Plaza del Vaticano, el papa se acercó a ellos con una sonrisa, se saludaron y recibió el saludo también de parte de las Abuelas. El nieto 133 no podía contener el llanto, sus rosarios fueron bendecidos y el pontífice dio la bendición para que aparecieran más nietas y nietos.

Todo esto en el tercer día de una semana que empezó con un homenaje en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires a las víctimas del terrorismo de organizaciones civiles armadas en los años 70, promovida por la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza (LLA), Victoria Villarruel.

Foto: Silvana Colombo.

¿Qué había detrás de un homenaje que no avala directamente a la dictadura, pero abre la puerta para volver a la justificación del terrorismo de Estado? ¿Es la intención de un sector negacionista revitalizar la "teoría de los dos demonios", ya derribada en el juicio a las Juntas y comparar delitos de civiles comunes con delitos de lesa humanidad?

En Argentina está probado por la memoria, por la verdad y por la justicia, que hubo un terrorismo de Estado que desapareció, secuestró, torturó, violó, mató y se apropió de menores.

Sin embargo, la candidata que acompaña a Javier Milei, en la fórmula presidencial más votada en las PASO, organizó una estrategia que en un futuro, quizás no muy lejano, depende del resultado electoral, culmine con la liberación de los genocidas.

Villarruel, asidua visitante del dictador Jorge Rafael Videla, declaró años atrás en televisión, frente al periodista Mauro Viale, que para ella "no hubo terrorismo de Estado, en tal caso el Estado cometió un abuso". Incluso se animó a declarar que había nietas y nietos que no habían sido recuperados y, para rematar, descalificó a la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto.

Foto: Silvana Colombo.

¿Qué hay detrás? El Tano Santucho, en declaraciones radiales, considera que todo esto tiene un propósito: "La idea es generar un clima para poner en duda los valores democráticos sobre los cuales fundamos nuestra democracia y, sobre todo, también poner en duda el proceso de verdad y justicia que llevó en las últimas dos décadas a juzgar y condenar a los genocidas, a los que queremos que no vuelvan nunca más a gobernar la Argentina".

El martes llegó el turno de los Curas Villeros para enviar un mensaje a la sociedad. Esta vez se pararon contra el candidato a presidente de LLA, Javier Milei, quien semanas atrás había comparado al papa Francisco con el demonio y había dicho que la justicia social era comunista y una mierda. ¿Por qué Milei elegía de adversario al papa?

Foto: Silvana Colombo.

Es sabido que la ultraderecha, que se disfraza bajo la falsa bandera de la libertad, está presente en distintos países del mundo. Tiene el fin de correr el debate hacia lugares impensados, con ideas cada vez más recalcitrantes y, paradójicamente, conservadoras. Es "anticasta" pero detrás está la casta política y económica de los modelos neoliberales de los años 90.

Frente a este modelo, y con las izquierdas del mundo caídas o muy debilitadas, la única voz planetaria que se opone a estos pensamientos es la del Papa Francisco, aseguran los Curas Villeros.

En los barrios vulnerables, en el territorio, la doctrina social de la iglesia es la que se opone al avance del evangelismo que apoya las ideas libertarias y las milita. Los evangelistas proponen la teología de la abundancia, que justifica la riqueza y a los ricos porque es una bendición de Dios, de los elegidos, y buscan consolidar la idea de la meritocracia, sin tener en cuenta la falta de igualdad de oportunidades.

Foto: Silvana Colombo.

Desde el movimiento de curas villeros advierten de que el ataque al sumo pontífice va directamente contra las raíces del humanismo, de la justicia social y de la verdadera libertad, que se basa en el amor y en poder darle al otro lo que le falta.

Las Abuelas y los Curas Villeros son pilares en la construcción de la democracia. Esos pilares, que La Libertad Avanza busca derrumbar para instalar el caos.

Por eso, desde distintos sectores de la sociedad, y más allá de las diferencias ideológicas, levantaron la voz para defender la democracia, a pesar de todas sus falencias en estos 40 años de vida. Le pusieron un freno al negacionismo y alertaron acerca de lo que significaría un gobierno con las características que pregona LLA. ¿Esa foto, ese repudio, ese debate, alcanza a un mes y medio de las elecciones? ¿Llega a tiempo?

PD: En tiempos digitales hay que aclarar que la foto existe, pero que no se muestra públicamente todavía por respeto al nieto 133 que decidió por ahora no darse a conocer.