Política
La oposición comienza a aceitar su articulación. La construcción de mayorías circunstanciales se vuelve frecuente ante un Gobierno que no hace píe en las negociaciones con los gobernadores
Por: Antonio Riccobene
25 de mayo de 2024
¿Y si el límite al Gobierno de Javier Milei llega más temprano que
tarde? Esa posibilidad, lejana pero latente, circula por los pasillos del
Palacio Legislativo. Esto tiene un anclaje sólido en los 152 votos conseguidos por la oposición el último martes para aprobar el emplazamiento a las comisiones de Educación y Presupuesto y
Hacienda y dictaminar leyes de financiamiento universitario y del Fondo
Nacional de Incentivo Docente (Fonid).
El siguiente paso será mantener esa mayoría en la sesión prevista para
el 4 de junio. Ese día se va a tratar la nueva fórmula jubilatoria y se
espera que Unión por la Patria amplíe el temario para tratar el financiamientouniversitario que ya tiene dictamen.
En ambos temas, las diferencias entre el despacho del peronismo y el del
grupo de opositores que aglutina el radicalismo, el bloque de Miguel Pichetto
Hacemos Coalición Federal y la Coalición Cívica, están en temas menores. En lo
central están de acuerdo. Así, Germán Martínez, titular del bloque peronista,
trabaja para tratar de limar esas diferencias para que se consolide ese número.
Coincidencias y diferencias
Sobre financiamiento universitario, los dos sectores coinciden en que es
necesario actualizar por inflación el monto que se destinó el año pasado para
el funcionamiento de las casas de altos estudios de todo el país y que luego habrá que
actualizarlo cada dos meses también por inflación.
Las diferencias aparecen sobre qué hacer con las cinco universidades que
fueron creadas por ley el año pasado. El radicalismo no quiere incluirlasdentro del grupo de las 50 y el peronismo insiste con que sí deben ser parte.
También se suma el financiamiento al programa de becas estudiantes que el
kirchnerismo pide que se contemplado en el presupuesto universitario.
"No hay universidades de primera y universidades de segunda. Todas tienen
el mismo rango porque fueron creadas por una ley sancionada por este Congreso",
argumentó Martínez en el plenario de comisiones. Igualmente reconoció que están
"muy cerca de llegar a un acuerdo para aprobar este tema".
En la misma línea opinó Nicolás Massot (Hacemos Coalición Federal):
"Hagamos el esfuerzo de una escritura que nos conforme a todos, si no le
damos un criterio objetivo en cinco meses vamos a ser víctimas de las
desprolijidades".
A su turno, Fabio Quetglas (UCR) remarcó que "no hay dudas de la
circunstancia de fragilidad macroeconómica con la que este Gobierno se hizo
cargo de la gestión. Pero sin presupuesto carecemos de un horizonte ético de
saber a quién le pedimos y a quién no le pedimos el esfuerzo".
El radicalismo rechaza principalmente estos puntos que plantea UP porque
"no es lo que piden los rectores". El bloque que conduce Rodrigo De Loredo
apunta a ser un espejo del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) donde los
jerarcas de la casa de estudios negocian con el gobierno. Incluso, una fuente
parlamentaria deslizó frente a El Editor que "si el CIN firma el acuerdo con el
Gobierno y se publica la resolución, esta ley pierde sentido".
Frente a estas condiciones debe negociar el peronismo. Respecto a la
fórmula jubilatoria la diferencia entre ambos dictámenes es mínima, ya que
ambas partes debieron ceder para acercarse a un punto de acuerdo. En lo
central, coinciden que los aumentos de las jubilaciones deben ser mensuales por
inflación con un agregado semestral del 50% de la variación entre el promedio
de los salarios que mide el RIPTE y 50 % la inflación.
También acordaron un empalme del 20,6 % para recuperar algo más de lo perdido en diciembre, que tuvo una inflación del 25 %, y el gobierno nacional ofreció un 8 %. En el primer proyecto, el peronismo era más ambicioso con esto y pedía que fuera del 30 %. Las negociaciones políticas y la necesidad de avanzar con esto hicieron que bajen 9,4 %.
El debate por las jubilaciones
La diferencia está en qué hace con el Fondo de Garantías de
Sustentabilidad de la Anses. El proyecto del Gobierno es liquidar estos
activos. Los dialoguistas sin el PRO piden que estos fondos sirvan para
garantizar el pago de los juicios con sentencias y los giros a las cajas
previsionales de las provincias que quedaron atadas a los giros de Nación. El peronismo
quiere que esos fondos no se toquen, que queden en manos de la Anses y que se
garanticen para el pago de pensiones, jubilaciones y programas sociales.
Estos son algunos de los escollos que Germán Martínez deberá negociar
con Miguel Pichetto, Emilio Monzó, Facundo Manes y Rodrigo De Loredo. Si
avanzan y llegan a buen puerto, el oficialismo que tiene como aliado
incondicional al PRO no podrá hacer nada para detenerlos. Se esperan días de
mucha rosca y negociación en un Palacio Legislativo que más temprano que tarde
puede ponerle un freno al gobierno de Javier Milei.
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