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Tuberculosis, una enfermedad silenciosa que no se puede ignorar

En Argentina 2023 se notificaron cera de 15 mil casos de los cuales mas de 7 mil corresponden al territorio bonaerense. La importancia y necesidad de contar con un Estado presente y el tratamiento de una patología que se puede prevenir y curar

Por: Diana Costanzo
30 de marzo de 2024

Hace más de un siglo, Robert Koch dio un paso fundamental para la ciencia: descubrió la bacteria que causa la tuberculosis. Así, el 24 de marzo de 1882 el anuncio abrió el camino hacia el diagnóstico de esta enfermedad no erradicada que es prevenible, tratable y curable.

Sin embargo, millones de personas mueren en el mundo a causa de esta epidemia asociada a la pobreza y a las deficientes condiciones de vida. En la Argentina las cifras están en aumento: se notifican más de 14 mil casos y alrededor de 700 fallecimientos anuales. Por la densidad poblacional y la búsqueda activa, más de la mitad de los diagnósticos se realiza en la provincia de Buenos Aires, en particular en el conurbano bonaerense.

Es una enfermedad de la que se habla poco. "Se cree que corresponde al pasado porque hay desconocimiento de la población en general, aunque los profesionales de la salud la estudian en todas las facultades de medicina del país", afirma a El Editor Andrés Burke Viale, vocal de la Sección Tuberculosis de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR). "Hay que derribar mitos, la tuberculosis está presente cuando uno la busca. Atraviesa a aquellos que están en situación de vulnerabilidad social", afirma el médico especialista en neumonología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Es una patología que afecta los pulmones, pero puede extenderse a otros órganos. "Aunque la medicación está disponible y se sabe cómo tratarla, sigue habiendo fallecimientos. Es lamentable que teniendo todo para hacerlo no se aborde como corresponde", afirma Miguel Pedrola, director científico para América Latina de la organización no gubernamental AHF (AIDS Healthcare Foundation por su sigla en inglés). Y asegura: "La tuberculosis es la principal causa de muerte en personas con coinfección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH)".


La tuberculosis, lejos de su erradicación

Disponer de datos certeros es fundamental para la vigilancia epidemiológica. Con ese propósito, se acaba de presentar por séptimo año consecutivo el Boletín de Tuberculosis y Lepra elaborado con información recopilada por el Ministerio de Salud de la Nación.

En 2023 se notificaron 14900 casos de tuberculosis: 7931 corresponden al territorio bonaerense. Sin embargo, en los reportes cada cien mil habitantes la provincia se ubica en sexto lugar detrás de Jujuy, Salta, Formosa, Chaco y la ciudad de Buenos Aires.

Además, se sostiene un aumento en los fallecimientos. En todo el país, se informaron 733 muertes en 2022 -último registro disponible-, la gran mayoría por complicaciones respiratorias.

¿La causa? Una microbacteria denominada Mycobacterium tuberculosis conocida como bacilo de Koch en honor a su descubridor. Los síntomas son tos persistente durante más de 15 días, pérdida de peso, falta de apetito, fiebre alta -especial por la tarde o noche-, debilidad y cansancio, sudoración nocturna y dolor de pecho.

Se transmite de persona a persona, a partir de las gotas o aerosoles que produce una persona infectada al toser o estornudar. El hacinamiento en las viviendas y en ambientes laborales aumenta el riesgo. "Las personas en situación de indigencia, de pobreza, de vulnerabilidad social, en malas condiciones de nutrición tienen más posibilidades de contraer la enfermedad", advierte el especialista Andrés Burke Viale. "A esto se suma la falta de acceso al sistema de salud que demora el tratamiento". El diagnóstico temprano a través del análisis de muestras es imprescindible para acceder a la medicación, que en el país está disponible de forma gratuita.

Las medidas de prevención son comunes a otras enfermedades respiratorias: una persona que puede estar infectada con el bacilo de Koch, debe usar barbijo. Además, se recomienda la ventilación cruzada en los ambientes cerrados, el lavado de manos y evitar compartir utensilios. La vacuna BCG que se aplica a los bebés recién nacidos protege contra las formas graves de la patología.

El rol del Estado

El Programa Nacional de Tuberculosis se ocupa de la distribución en forma equitativa a las provincias de los tratamientos, para la patología pulmonar o multirresistente. Además, se encarga de la difusión de medidas promoción y prevención. En todo el país, funciona una red de diagnóstico coordinada. En este marco, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Dr. Emilio Coni de la provincia de Santa Fe es uno de los tres centros de referencia colaboradores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en América Latina.

En la provincia de Buenos Aires, desde 1986 funciona el Programa de Control de la Tuberculosis. El propósito es disminuir las infecciones, asegurar el acceso a la medicación y la adherencia al tratamiento, que debe completarse para controlar la enfermedad. "La OMS sugiere un esquema de antibióticos de 6 meses. Para la tuberculosis pulmonar clásica se indican 4 drogas durante ese período", detalla Andrés Burke Viale, médico especialista en neumonología y profesor adjunto de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). "La gratuidad de los medicamentos, hasta el momento, es un valor agregado del sistema de salud argentino", dice el especialista.

Las personas con tuberculosis resistente a los antibióticos más utilizados requieren un tratamiento más largo y costoso. En el último informe oficial se notificaron 379 pacientes con esta condición.

Una deuda con las y los más vulnerables

La falta de detección de casos, el abandono del tratamiento y la resistencia a los fármacos representan un desafío. En las personas que viven con VIH, la situación se agrava. "Es la principal causa de fallecimiento en quienes tienen la inmunidad deteriorada", advierte desde AHF el médico Miguel Pedrola. Y completa: "Finalizar los esquemas con los antibióticos disponibles es imprescindible para lograr el control de la infección y evitar la resistencia. Para esto, hace falta el acompañamiento por parte del sistema de salud".

La OMS estableció que 2024 es el año para avanzar en el objetivo de poner fin a la tuberculosis y a las complicaciones que causa a nivel global. Para lograrlo, se apunta a la atención universal y completa para abordar las desigualdades, en especial en los países menos desarrollados.

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